THE WALL STREET JOURNAL

El nuevo presidente de Líbano es un aliado del grupo terrorista respaldado por Irán.

El lunes, los legisladores en Beirut acordaron elegir al próximo presidente de Líbano, rompiendo un punto muerto que había malogrado al gobierno durante 29 meses. El voto decisivo fue dado en Teherán. Irán quería un presidente libanés que fuera un aliado de Hezbolá, el grupo terrorista chií que es su principal representante en el país. Encontró uno en el ex general Michel Aoun de 81 años de edad.

Bajo el sistema político explícitamente sectario de Líbano, el presidente debe ser un cristiano maronita, mientras que el primer ministro es un suní y el presidente del Parlamento un chií. Pero en los últimos años Hezbolá ha ejercido un poder de veto sobre la política libanesa e inclinó la balanza en favor de Teherán, quien financia a Hezbolá con cerca de $200 millones de dólares anualmente y le suministra decenas de miles de misiles, haciendo del grupo la fuerza armada más fuerte en Líbano.

La presencia de Hezbolá en Líbano facilita a Teherán amenazar a Israel y defender al régimen de Assad en Siria, pilares de la estrategia regional iraní. Aoun, aunque maronita, goza de vínculos estrechos con Hezbolá y no es probable que presione al grupo para que se desarme. Su partido Movimiento Patriótico Libre firmó un memorando de entendimiento con Hezbolá en el 2006, y su discurso y posiciones están generalmente alineados con el grupo chií.

La elección de Aoun marca una distensión entre Hezbolá y muchos en la comunidad maronita que han llegado a ver al grupo y sus partidarios iraníes como protectores en medio de una guerra civil siria que ha inundado Líbano con más de un millón de refugiados, la mayoría de ellos suníes. También representa una humillación personal para Saad Hariri, quien se desempeñará nuevamente como primer ministro en virtud del acuerdo. Agentes de Hezbolá y del régimen de Assad asesinaron al padre de Hariri, el ex Primer Ministro Rafik Hariri, en un ataque con coche bomba en el año 2005.

Aceptando a Michel Aoun como Presidente, la coalición anti-Irán respaldada por Arabia Saudí liderada por el Sr. Hariri concede ahora formalmente en la posición de Teherán como la principal potencia extranjera en Beirut. En ese sentido el ascenso de Aoun refleja el equilibrio de poder regional más amplio, con los iraníes manejando la mesa geopolítica y los aliados tradicionales de Estados Unidos en retirada.

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México