CORONEL. (RET.) DR. JACQUES NERIAH

El 17 de octubre del 2016, a la 1:00, fue iniciado un bombardeo de artillería escalonado disparado por artilleros iraquíes, kurdos, estadounidenses y franceses junto con operativos aéreos llevados a cabo por la alianza liderada por EE.UU. contra objetivos y comandantes militares del ISIS en Mosul.

Después de largos meses de preparativos, comenzó el ataque largamente esperado contra Mosul, la segunda ciudad más poblada de Irak. Mosul había caído ante unidades militares del ISIS en el verano del 2014. En esa época, un estimado de 1,500 combatientes del ISIS como máximo (en una proporción de uno a cinco) fueron suficientes para desalojar y derrotar a tres divisiones regulares iraquíes totalmente equipadas que estaban atrincheradas en la ciudad, las que se suponía protegerían Mosul.

Distintas fuentes han informado que enfrentando a los entre 5,000 a 10,000 combatientes del ISIS en Mosul, hay unas 65,000 tropas iraquíes de distintas unidades que han sido acumuladas a fin de desalojar al ISIS de la ciudad. Algunas fuentes árabes llevan el número total de combatientes de la coalición anti-ISIS a casi 140,000 combatientes incluidos:

1. Cinco a seis divisiones del ejército regular iraquí– unos 35,000 soldados (7a División, partes de las 8a, 9a, 10a, 15a, 16a), incluidas brigadas blindadas y de artillería;
2. División comando y anti-terrorismo (apodada la “División Dorada”) junto con unidades de combate de la policía nacional iraquí (alrededor de 8,000 combatientes);
3. Fuerzas armadas peshmerga de Kurdistán (50,000 combatientes);
4. “Al Hashd el-Sh’aabi” – Las Unidades Chiíes de Movilización Popular (las cuales afirman incluir a cristianos, yazidis, y asirios) incluidas también unidades de la milicia Hezbolá-Irak;
5. “Al Hashd el Watani” – Las unidades entrenadas por los turcos de la Movilización Nacional Suní que también afirman incluir a unidades de minorías (unos 10,000 combatientes) y dirigidas por Atheel Al-Nujayfi, el ex gobernador de la Gobernación de Nínive;
6. El contingente o Ejército Asirio (Dwekh Nawsha – los “Sacrificadores”);
7. Unidades de movilización turkmenas.

Estas formaciones militares son asistidas por miles de asesores estadounidenses, occidentales e iraníes, algunos de quienes asumirán un rol activo en el combate en el terreno. La alianza liderada por EE.UU. proporcionará cobertura aérea con alrededor de 90 aviones de combate.
Sin embargo, las misiones de los diferentes componentes de la campaña iraquí no están bien definidos excepto por los peshmerga kurdos, que son responsables aparentemente por mantener su presencia hasta una cierta línea fijada previamente en los flancos oriental y nordeste de Mosul. El ejército iraquí, junto con las unidades de Movilización Nacional, atacarán Mosul desde las partes norte, noroeste y sur de Mosul.

Según fuentes iraquíes, el ataque hacia Mosul está siendo librado desde cinco direcciones:
1. El eje Al-Khazer (este de Mosul)
2. Eje Represa de Mosul (eje norte)
3. Eje Baashiqa (eje oriental)
4. Eje Al-Qayyarah (eje sur)
5. Eje Talul el-Baj- Al-Khadr (eje sur)

Fuentes kurdas informan que el acuerdo entre los kurdos y el gobierno iraquí estipula que las unidades de Movilización Popular Chií no tendrán permitido ingresar a Mosul, ya que su identidad étnica y comportamiento brutal anterior contra la población suní en la reconquista de Ramadi y Tikrit podría presagiar una embestida masiva contra la población de Mosul mayoritariamente suní. Todas las unidades del ejército iraquí han sido instruidas de izar sólo banderas iraquíes y ningún otro banderín teñido con colores chiíes.
Guerra psicológica

Los preparativos para la campaña para reconquistar Mosul fueron acompañados por una guerra psicológica masiva dirigida a la población y a los combatientes del ISIS. En la víspera de la ofensiva, la Fuerza Aérea Iraquí arrojó 16 millones de folletos sobre Mosul advirtiendo a la población local que evite la lucha e incluyendo instrucciones sobre cómo salvar sus vidas. Noticias del ISIS ejecutando combatientes que huyen de la batalla, un golpe fallido contra el ISIS por parte de prominentes jefes militares dirigido a entregar la ciudad al gobierno iraquí, o información acerca del redespliegue de milicias del ISIS hacia la capital siria del Estado Islámico, Raqqah, fueron publicadas en los medios diariamente como un medio para desalentar a los combatientes del ISIS y socavar su moral.

Con este contexto deben ser explicados puntos cruciales:

1. La ofensiva iraquí contra Mosul creará probablemente una ola de refugiados de proporciones catastróficas. Algunos observadores predicen que los refugiados serán cientos de miles (algunos incluso adelantan el número de un millón), en su mayoría suníes.

2. El ISIS está luchando por su vida. Según distintas fuentes, el ISIS ha cavado una trinchera de siete pies alrededor de la ciudad, colocó trampas con artefactos explosivos improvisados en todo lugar posible, y se preparó para un ataque químico contra las fuerzas atacantes.

3. El sitio de Mosul podría caer en guerra urbana con combates en toda la calle y casa por casa. Es probable que se vuelva una de las batallas más letales y sangrientas desde la invasión estadounidense de Irak y posiblemente la más larga, dijeron comandantes militares de Estados Unidos.

Después de los primeros días de la campaña iraquí contra el ISIS en Mosul, el Estado Islámico ha mostrado una clara determinación de defenderse, incluso después de perder casi 800 combatientes, 80 poblados y 1,000 kilómetros cuadrados ante las fuerzas atacantes (principalmente en áreas que fueron predominantemente cristianas). Los comandantes del Estado Islámico, en un esfuerzo por interrumpir la ofensiva, libraron contraataques en Kirkuk, Sinjar y el pueblo fronterizo Rutba que comandan el eje entre Irak y Siria. La audacia de estos ataques, su ingenio, y el hecho que partes de Rutba están todavía en las manos del Estado Islámico, muestran que la batalla por Mosul es feroz y sin piedad.

Participación controvertida de Turquía

Aparte, no hay dudas que un elemento clave en la batalla de Mosul es el rol desempeñado por Turquía. Turquía busca duplicar en la zona de Mosul su éxito en “Operación Escudo del Éufrates” en Siria creando un área controlada por Turquía que, por un lado, contiene al movimiento kurdo PKK activo en la parte oriental de Turquía y las partes occidentales del Kurdistán para que las tropas turcas puedan infiltrar la zona. Por el otro lado, Turquía busca presentarse como los patrones fundamentales de los iraquíes suníes.

Turquía todavía considera que Mosul es históricamente parte de su territorio aun cuando éste fue separado luego de la conferencia de Paz de Lausana de 1926 y el acuerdo consiguiente entre Gran Bretaña y Turquía del mismo año reconocido por la entonces Liga de Naciones. Desde diciembre del 2015, un batallón de tanques y una unidad de fuerzas especiales turcas han estado en Ba’ashiqa, un pequeño pueblo asirio casi 40 kilómetros al este de Mosul, un área controlada por los kurdos, bajo el pretexto de un acuerdo con el gobierno autónomo kurdo, con la aquiescencia callada del gobierno iraquí. Las fuerzas turcas tenían el propósito de entrenar a elementos kurdos y contrarios al ISIS.

Con la batalla por Mosul aproximándose, los iraquíes han planteado la cuestión de la ocupación “ilegal” de parte de su territorio por parte de fuerzas turcas, y Ba’ashiqa se ha vuelto el punto focal de disenso y crisis entre los dos países. Aparte, el presidente turco ha dicho repetidamente que las fuerzas turcas participarán en la “liberación” de Mosul aun si el gobierno iraquí se opone y estarán presentes en cualquier negociació del status futuro de Mosul. Los iraquíes han expresado vehementemente su oposición total, transformando la cuestión de la presencia turca en un grito de batalla para usar después de la probable caída de Mosul siempre y cuando Turquía continúe afirmando que su presencia es legítima y se niegue a retirar sus fuerzas de territorio iraquí. Las primeras señales de las relaciones deterioradas han aparecido en los intercambios verbales cáusticos entre las partes (Turquía versus Irak e Irán) seguidos por anuncios de Turquía de la suspensión intermitente de vuelos de aerolíneas turcas de Estambul a Erbil y Bagdad y las noticias dadas por fuentes iraquíes sobre el avance de una columna blindada turca hacia la frontera iraquí.

Hay poca duda que la decisión iraquí de iniciar la ofensiva el 17 de octubre del 2016, tomó por sorpresa a los turcos y evitó un movimiento turco hacia Mosul. Al hacerlo, los iraquíes han señalado claramente que no tienen intención de permitir que los turcos participen en la “liberación” de Mosul. Por otra parte, ha fracasado un intento por parte de Estados Unidos de salvar las diferencias entre Turquía e Irak, y, sin más aviso, los turcos han expresado su disposición a asumir su rol enfrentando a Irak e Irán. Posteriormente Turquía ordenó a su artillería disparar en apoyo de la ofensiva peshmerga en Ba’ashiqa.

Acción militar en Siria

En paralelo, las fuerzas rebeldes sirias respaldadas por los turcos capturaron el mismo día de la ofensiva iraquí contra Mosul el ícono más simbólico del Estado Islámico – la ciudad de Dabiq 40 kilómetros al norte de Alepo y 10 kilómetros al sur de la frontera turca. Según la creencia apocalíptica del Estado Islámico, Dabiq es el lugar donde será librada la batalla final entre el Occidente y las fuerzas islámicas y el lugar donde serán derrotadas las fuerzas de la civilización occidental (“Roma” en la jerga y escatología del Estado Islámico).

Los turcos están siguiendo su ofensiva en territorio sirio para alcanzar su siguiente objetivo: el pueblo de Al-Bab. Al hacerlo, los turcos lograrían los objetivos establecidos en agosto del 2016 en su misión militar apodada “Escudo del Éufrates” para crear una zona segura de 90 kilómetros de ancho y 45 kilómetros de profundidad dentro de territorio sirio. La zona impediría incursiones del ISIS dentro de Turquía, obstaculizarían cualquier intento kurdo por crear una contigüidad territorial desde el Kurdistán Iraquí al Mar Mediterráneo, y lo más importante, establecería una zona que no permitiría ataques con misiles contra suelo turco.

La batalla de Mosul puede señalar los últimos jadeos del Califato Islámico imaginado por Abu Bakr el-Baghdadi, el auto-proclamado califa que prometió a sus seguidores reconstruir el Imperio Musulmán que se extendía desde Europa a las fronteras de China. Esto no significa automáticamente un fin de los movimientos radicales musulmanes ni que el Estado Islámico abandone su visión territorial. Las noticias de la intención del ISIS de crear una base terrestre alternativa circulando hace poco indican que la elección podría recaer sobre Afganistán (“Khurasan” en la jerga del Estado Islámico) donde el Estado Islámico ha estado muy activo el año pasado o en África Occidental (el área Sahel). Estos movimientos y corrientes continuarán floreciendo en tanto sean alimentados con odio a la civilización occidental.

Una cosa es clara: la derrota del Islam político defendido por el Estado Islámico se traducirá en la derrota de los suníes en Irak y Siria y transformará las estructuras iraquí y siria y sus alianzas regionales y globales. El ganador principal será Irán con hegemonía sobre dos de los más importantes estados árabes, mientras que Arabia Saudita y Qatar tendrán que conceder su derrota política enfrentando a Irán.

* * *
Una versión anterior de este documento apareció en el Jerusalem Post el 19 de octubre del 2016.

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México