Dentro de unos días empezarán las celebraciones de una fecha muy especial para todas las comunidades: el Shabat Project. Un Shabat que comparte el pueblo judío unido, tal como D’s lo ordenó. Un día de descanso dedicado a rezar, compenetrarse en las plegarias y como judíos dar toda nuestra fe y nuestro tiempo para dedicarlo al Creador y al mismo tiempo convivir en comunidad el Kabalat Shabat para después sentarnos los miembros de la comunidad y disfrutar la cena festiva que el Centro Israelita se encarga de preparar y ofrecer a todos los socios. El Shabat continuará entre pláticas, juegos para los niños donde aprenderán más acerca de lo que esto significa y el Rabino y su esposa harán todo lo necesario para que sea un éxito.

THELMA KIRSCH PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Deseo enviar un regalo para todas las mujeres de las diferentes comunidades, un regalo que espero utilicen y les traiga bendiciones a su hogar. Las Jalot que prepararon las señoras en la comunidad  llevan mucho de todo esto, pero obviamente al estar en nuestra casa, en silencio y concentradas en nuestra propia cocina, serán mucho más profundas las bendiciones que pedimos para nuestra familia y al mismo tiempo pondremos nuestra fe en que estas lleguen rápidamente, no tan solo para nuestra familia, sino para todo AM ISRAEL, por quién oramos y tenemos presente en nuestros corazones.

Cada soldado que va al frente, es hijo nuestro. Cada hombre o mujer que se enfrenta ante un ataque antisemita es nuestro hermano y así, tomados de la mano a través de nuestros deseos, admitimos y reafirmamos que cada acción ha sido elegida y ordenada por D’s.

Este es un regalo que realizamos Nancy Credi y yo, deseando que sea algo que atesoren, guarden y pasen a las próximas generaciones con el cariño y la dedicación con la que este año celebramos un Shabat para todos los judíos del mundo.

Receta y bendiciones.

En el tiempo del Beit Hamikdash, había una Mitzvá especial: Llevar un trozo de pan a los Cohanim (sacerdotes) como una ofrenda para agradecer a D’s por la comida que les era proveída. Igualmente se llevaban las primicias, y a pesar de que fue destruido, mancillado y quemado, hasta el día de hoy sigue presente en todos nuestros actos, orando para que sea reconstruido muy pronto en el sitio que D’s le otorgó, Jerusalem. “Im eshkajej Yerushalaim tishkaj yemini” (Si yo te olvidase Jerusalem, olvidaría mi diestra).

La mujer tiene tres Mitzvot principales:
– Jalá
– Neirot
– Mikveh

Ésta es una de ellas: La separación de la Jalá.

A pesar que no existe el día de hoy el Beit Hamikdash, una de las Mitzvot de la mujer es separar un trozo de la masa  de la Jalá que prepara cuando cocina el pan para su famila y lo quema como si fuese un Korban.

Cuando nos referimos a la Jalá, no estamos hablando del pan trenzado o de cualquier otra forma que le hayamos dado antes de servirlo en nuestra mesa. Jalá es la porción de la masa que se separa y se quema en recuerdo de la destrucción del Templo, que como judíos llevamos esperamos y pedimos para ver su reconstrucción.

La medida mínima necesaria para separar la Jalá y decir la Brajá es de 1.666 Kilos, aunque a partir de 1,200 kilos ya se puede separar la Jalá y quemarla, pero sin pronunciar la Brajá.

El peso que se cuenta es el de la harina sola sin los demás ingredientes.

La masa debe contener ya el agua para poder pronunciar la Brajá, puesto que el agua significa vida, y así como une los ingredientes, unirá al pueblo de Israel dándole una larga vida sobre la Tierra y sobre los otros pueblos.

La Mitzvá de la Jalá encierra muchos mensajes:

– Pedimos a Hashem por la calidad del producto, ya que invertimos tiempo, dedicación y esfuerzo y queremos tener los mejores resultados que compartiremos con quienes amamos.

– Agradecemos a Hashem a través de una Brajá por el pan obtenido, ya que cuando eres agradecido, hay un motivo más para recibir, y que nunca falte comida en la mesa.

– La palabra LEJEM (pan) representa la unión entre lo material y lo espiritual: la unión entre el cuerpo y alma se logra a través de decir las Brajot y sentirlas profundamente.

Recuerda esto siempre:
“Cuando comes pan nutres tu cuerpo, cuando haces Tefilá y llevas a cabo favores y caridad, pronuncias las bendiciones con la intención para la que fueron creadas, nutres tu alma”.

El proceso de la separación de la Jalá es el siguiente:

– Tomamos un puño de masa, el tamaño no debe ser menor a una aceituna, o también podemos decir que la medida sería alrededor de lo que mide medio huevo, y todavía sin separarla completamente de la masa, pronunciamos la Brajá:

“BARUJA ATA ADONAI ELOHEINU MELEJ HAOLAM ASHER KIDISHANU VEMITZVOTAV VETZIVANU LEAFRISH JALA TRUMA”

– Al separar o desprender completamente el pedazo de la masa se pronuncia: “Arei Zo Jalá”

Este trozo de masa, se envuelve en un papel aluminio o algo similar que resista el fuego, y se quema directamente en la flama (como si fuera un Korban o un sacrificio como se hacía en la época del Templo) hasta que quede en una condición en el que ya no pueda ser comestible.

(No se debe dividir la masa y darle un trozo de la nuestra a alguien que no haya podido decir la Brajá antes, a menos que ambas partes, la nuestra y la que le daremos, queden con la cantidad necesaria o reglamentaria de 1.666 kilos de harina.)

– Si vas a congelar la masa para después ir usándola poco a poco, se debe separar la Jalá (antes de congelarla), pero no debe pronunciarse la Brajá.

– Importancia de la Mitzvah al separar la Jalá:

En esta Mitzvá se ve reflejada la total dependencia de la persona con su Creador. Hashem nos proporciona todo en potencia, y es a nosotros a quien nos toca desarrollarlo.

Jala: receta y bendiciónes

Ingredientes:

2 kilos de harina

1 ½ cucharadas de sal

4 sobres de levadura seca o dos cuadrados de levadura fresca

1 ½ tazas de azúcar

1 cucharada de azúcar

5 tazas de agua tibia

4 huevos

¾ taza de aceite

– Disolver la levadura y una cucharada de azúcar en el agua tibia (Esta es la prueba que hacemos para saber si la levadura “esta en buenas condiciones” ya que tiene que hacer burbujas en el agua, pues se le deja reposar alrededor de 15 minutos)

– Cernir el harina. Mientras tanto deberás decir: “Hashem, ayúdame a discernir entre los bueno y lo malo, (tal como se queda lo que no utilizaremos en el tamiz) lo permitido y lo prohibido, y ayúdame a sacar todos los pensamientos, palabras y frases que no me ayudan a ser una mejor persona para poder acercarme a tí”.

– Luego se agrega el azúcar restante: Lo dulce representa el JESED (el favor), el sentir lo dulce y lo bueno. Debemos decir una Tefilá que nos recuerde que solo D’s nos puede.

“Ayúdame a ser una Baalat Jesed, una madre buena y cariñosa, suave, agradable y cálida; usar solo palabras hermosas para alentar y dar estímulo a mi esposo y a mis hijos. Te pido que me ayudes a corregir mis errores y actuar con benevolencia”

– Y en seguida se pone la sal, que representa los límites, un pan demasiado salado no será agradable al paladar, así como los actos que no representan la bondad del ser humano no deben ser parte de nuestra naturaleza.

“ Ayúdame para que la Abodat Hashem que me fue conferido, (El trabajo para Hashem) sea firme y ponga límites correctos a mis hijos pero siempre con cariño. Ayúdame a enseñarles a tolerar el “NO” y a recibirlo con paciencia, tal como debe ser, y a mí, muéstrame cómo ser una persona con la inteligencia necesaria para reconocer lo que mi familia necesita”.

– El siguiente paso es agregar la levadura con el agua y los huevos. Debemos revisar cada huevo por aparte que no contenga sustancias impuras como sangre u otro tipo de tejido y luego pedimos al Creador:
“Ayúdame a tener entusiasmo, a elevarme como este pan lo hará, cuando yo tenga que llevar a cabo el trabajo que como mujer me has otorgado, con Tzinut (recato), y a ser activa en mi casa en nombre del cielo. (Le Shem ha Shamaim), con alegría en mi corazón y poder transmitirlo a mis hijos y a todos los que me rodean”.

– Al empezar a revolver el agua con los ingredientes secos: “D’s, el agua es vida. Ayúdame a construir una casa donde la vida a través de tus mandamientos sea lo mas importante, una vida basada en la Torá. Que la estudiemos con entusiasmo y haga crecer y florecer los seres vivos de TU CREACION.

– Se agregará el aceite que significa Brajá. (Bendición y Abundancia) “Ayúdame a tener siempre Parnasá Tová, sustento y educación. Claridad en mis pensamientos y que llegue la abundancia a mi hogar”.

– En el momento de amasar: Lo hacemos pensando: “Por favor, que mi vida tenga la suavidad y el cariño con el que prepare este pan, y que todo el que coma, tenga salud en el cuerpo y en el alma para servir a D’s y al prójimo. Que ayude a quiénes sufren y tengan las cualidades necesarias para ser dignos hijos del pueblo de Israel.”

– Al tapar la masa para que repose en un lugar cálido, se pronuncia lo siguiente: “Pido a HaShem que esta preparación, tenga la Brajá que tuvo la masa de Sará Imeinu y estemos listos para recibir y para dar a quien no posee nada”.” Tal como lo hizo Abraham al recibir a los ángeles en su hogar.

– Cuando la masa está lista, con la mano separamos una porción (sin arrancarla aún) y recitamos la brajá.

“Baruj Ata Hashem Elokeinu Melej Haolam Asher Kideshanu Vemitzvotav Vetzivanu Lehafria Jalá Terumá.”

Entonces ya la separamos o cortamos del resto y decimos: “Harei Zo Jalá”

(Podemos poner esa masa en un pedazo de papel aluminio, o algo que la cubra y no sea algo que se queme. Lo llevamos a la lumbre hasta que esté tan quemado que no sea apto para ser consumido)

A esto se le llama: Hafrashat Jalá: En ese momento puedes pedir a Hashem por las bendiciones que requiere tu familia y debes incluir al pueblo de Israel, así como debe hacerse siempre.

– Barnizamos el pan con huevo batido con un poco de agua (ya sea con una brochita o con nuestras manos), para que quede doradita la superficie. Lo dejamos reposar tapado otro rato, (alrededor de 30 minutos), para que se vuelva a levantar.

Es costumbre que la levadura se levante 3 veces, así como son tres los Pilares que sostienen al mundo. La Tora, el Estudio y las buenas obras.

La primera vez que se levanta la levadura es al ser mezclada con solo el agua y el azúcar para ver si es buena, la segunda vez, cuando  dejamos reposar a toda la masa hasta levantarse y doblar su tamaño y la tercera; cuando ya formado, trenzado, redondo o como se desee, el pan se levanta de nuevo justo antes de ser horneado.

– Finalmente la ponemos en el horno y pronunciamos lo siguiente:

Todas las Brajot vienen de ti, Hashem “Habraja Mi Itja”.

– Se hornea por 40 minutos aproximadamente o más, dependiendo del horno de cada quién, y el calor debe ser medio.

– Sabemos que está listo el pan cuando le pegamos muy suave con un dedo y suena como si no tuviera nada dentro (es decir, suena hueco).

“Nos preparamos como mujeres en este día para compartir con nuestros seres queridos este pan que posee en cada uno de sus ingredientes y en cada uno de los pasos de su preparación, un pensamiento que nos acerque a D’s.”

Te pedimos Ha Shem, que acaben los sufrimientos para TU pueblo y tengamos el Zjut, el mérito, de presenciar la reconstrucción del Bet Hamikdash y la llegada del Meshiaj.

AMEN.

Le ponemos por arriba huevo batido revuelto con un poco de agua (y con una brochita o con nuestras manos, ya que está la forma que deseamos que tenga esté lista, se unta para que quede doradita, y la dejamos ya formada reposar otro rato, cerca de 30 minutos, para que se vuelva a levantar. Es costumbre que la levadura se levante 3 veces, La primera al ser mezclada con solo el agua para ver si es buena, la segunda cuando dejamos la masa que complete a levantarse y la tercera, cuando ya formado el pan se levanta antes de hornearlo.

Luego la ponemos en el horno y pronunciamos lo siguiente:

“Todas las Brajot vienen de ti, Hashem” “Habraja Mi Itja”.

Se hornea por 40 minutos o más, dependiendo del horno de cada quién, y el calor debe ser mediano.

Sabemos que está listo el pan cuando le pegamos muy suave con un dedo y suena como si no tuviera nada adentro (es decir, suena hueco).

– Dependiendo del día que se comerá la jalá se dice:

Lijbod Shabat, Lijbod Shabat Kodesh (Yom Tov), Lijbod Yom Tov…

“Que todo el que coma de esta jalá sea bendecido,que nutra sus cuerpos y su alma para ser saludables y hacer mitzvot a todo aquel que lo necesita, a sí mismo y a D’s para estar cerca de El y que nuestra sabiduría y felicidad aumenten.”