EMB. FREDDY EYTAN

La elección de Donald Trump como el 45o presidente de los Estados Unidos llegó como un rayo de la nada y en el peor momento para Europa, la cual todavía no se ha recuperado del shock previo del Brexit, la sorprendente retirada de Inglaterra de la Unión Europea.

En una repetición del Brexit, en la semana anterior a la victoria de Trump, los políticos, periodistas, académicos y, especialmente todos los encuestadores no creían que en verdad sucedería tal cosa. Trump era completamente inexperto y no tenía oportunidad. Él sólo se les aparecía en pesadillas.

En ambos casos, hasta algunas horas antes que fueran anunciados los resultados, una mayoría desbordante estaba convencida que Inglaterra no partiría y que Hillary Clinton de hecho se convertiría en la primera mujer presidente en la Casa Blanca.

El shock de Europa se deriva de sus características básicas:

•Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Europa ha albergado temores de choques violentos, revoluciones, inestabilidad, y cambios drásticos. Europa es muy conservadora por naturaleza y desprecia el populismo, la demagogia, y los movimientos aislacionistas o anarquistas.

•Los europeos están frustrados por su falta de cualquier influencia política en resolver los conflictos del mundo.

•Persisten las divisiones entre los países y aun no hay ninguna política unificada. La situación económica se está deteriorando, el desempleo está aumentando, y la moneda única está en un nadir.

•La presencia de millones de inmigrantes musulmanes entre la población cristiana preocupa mucho a los líderes europeos, y los comentarios burlones de Trump durante la campaña intensificaron las preocupaciones.

•El miedo a ataques terroristas y a su explotación por parte de partidos de extrema derecha para inflamar la situación y ganar simpatía del público han aumentado la ansiedad que colapsen los sistemas estables existentes.

•La Unión Europea es controlada de hecho por burócratas en Bruselas y no por políticos. No hay congruencia entre la burocracia pesada y apática y el deseo de un cambio por parte de la población.

•Los medios escritos y electrónicos influencian fuertemente la toma de decisión política porque Europa, en la era de la Internet y las redes sociales, todavía se queda atrás de Estados Unidos e incluso Israel. La mayoría de los medios apoyan a la burocracia existente, la U.E., y la política clásica.

El motivo por el que la victoria de Trump provocó reacciones negativas en Europa.

•La victoria de Trump ha destrozado todas las presunciones y debilitó los valores europeos conservadores aceptados, especialmente la corrección política.

•Las declaraciones provocativas y vulgares del presidente estadounidense electo han provocado repulsión hacia el individuo y desprecio por sus credenciales como líder del mundo libre.

•La mayoría de los líderes europeos llegaron a la mayoría de edad en medio de la política clásica y estudiaron en las escuelas y universidades más prestigiosas. Ellos sostienen el protocolo y el decoro político. No obstante la hipocresía manifiesta, ellos continuarán practicando la cortesía y buenas maneras.

•Los europeos ven a Donald Trump como un payaso, un pájaro extraño, e indigno de confianza. Él es un empresario veterano que fue muchas veces a la bancarrota, y es impredecible.

•A diferencia de los líderes europeos, Trump no tiene una visión mundial o una plataforma política ordenada y consistente, él dispara desde la cadera.

•La victoria de Trump intensificará el resentimiento y odio hacia inmigrantes y minorías. Proporcionará un viento de cola para los líderes de partidos de extrema derecha que quieren abolir la U.E. y restablecer las fronteras y divisas nacionales. Los líderes de extrema izquierda también intentarán aprovechar para desairar al establishment y las convenciones existentes. Con elecciones inminentes en muchos países, es probable que estos líderes en ambos extremos ganen crecientes simpatía y mandatos. Ya está sucediendo en la Hungría del Primer Ministro Viktor Orbán y en Polonia.

•Curiosamente, el único estado europeo que ha expresado simpatía por la elección de Trump es Inglaterra. Londres no tiene más compromiso con la U.E.. La Primer Ministra May busca renovar la alianza que fue forjada una vez entre

Ronald Reagan y Margaret Thatcher.

•Dos miedos serios acerca del futuro de las relaciones de Europa con Estados Unidos conciernen a la seguridad y a la economía. Actualmente, el comercio entre Europa y Estados Unidos se encuentra en u$s2 mil millones por día, y la oposición de Donald Trump a la globalización podría causar una recesión profunda y una crisis económica sin precedentes.

•Se plantean muchas preguntas acerca del aislacionismo y el no involucramiento de Estados Unidos en conflictos locales, incluidos los del Medio Oriente. ¿Cuál será la suerte de la O.T.A.N.? ¿Y cuáles serán las ramificaciones de incrementar el presupuesto de defensa de Estados Unidos?

•Hay un temor a que Donald Trump tome el camino de Ronald Reagan y prefiera la cooperación directa con la Rusia de Putin para realzar las relaciones con los países europeos occidentales.

•Francia está muy preocupada porque su iniciativa para resolver la cuestión palestina en el Consejo de Seguridad de la ONU y de convocar a una conferencia internacional en París será desbaratada totalmente. Francia creía que Hillary Clinton continuaría el enfoque de manos en la masa que siguió Barack Obama durante los últimos ocho años. Se teme que la Autoridad Palestina colapse y que los acuerdos de Oslo y el proceso de paz terminará.

•Europa está preocupada de que las posiciones pro-israelíes del presidente estadounidense electo llevará a creciente construcción en los asentamientos y perpetuará la ocupación israelí, la cual se está acercando a su 50o aniversario desde la época de la Guerra de los Seis Días.

•Si la embajada de Estados Unidos es transferida a Jerusalem, otros países serán alentados a hacer lo mismo.

•Europa también teme que el endurecimiento de los términos del acuerdo nuclear con Irán creará dificultades para empresas que están comerciando con Teherán desde que fueron levantadas las sanciones. La modificación o cancelación final del acuerdo podrían llevar a reacciones duras por parte de Teherán y el deterioro a través del Medio Oriente, o incluso a la guerra.

Predicciones

A la luz de estos variados miedos y preocupaciones, es todavía muy pronto para predecir cómo se desarrollarán las relaciones de Europa con Washington. Trump buscará la cooperación separada con cada país. Seguramente él no seguirá los caprichos de la burocracia anciana de Bruselas. En el corto plazo, puede esperarse que continúen los temores y frustraciones. Finalmente, sin embargo, Europa se ajustará a la nueva situación, se recuperará y superará sus recelos. Estados Unidos comparte los mismos valores universales que adopta Europa, y Europa está obligada a cooperar, alcanzar entendimientos, y aceptar la decisión del votante estadounidense, como se practica en toda democracia en el mundo.

Donald Trump será también invitado a visitar las capitales europeas y el Vaticano, y será recibido con todos los honores que son otorgados al presidente de la principal potencia del mundo.

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México