BEHNAM BEN TALEBLU

El líder supremo de Irán, ayatola Khamenei, se dirigió a miembros de la fuerza paramilitar Basij, duplicando la apuesta sobre las acusaciones de que Estados Unidos había transgredido el acuerdo nuclear del verano pasado. Irán, gritó él, “no tiene miedo a ningún poder en este mundo,” y advirtió que si Washington aprueba las sanciones esbozadas en un proyecto de ley reciente de la Cámara de Representantes, eso constituiría una violación del acuerdo que “seguramente” requeriría que Teherán “reaccione.”

La legislación extendería por una década la Ley de Sanciones a Irán (ISA), partes de las que el Presidente Obama levantó en el acuerdo nuclear, y estaban a punto de expirar a fin de año. Promulgada originalmente en 1996, la ley tomó como blanco al sector de energía de Irán y expandió la prerrogativa de sanciones estadounidenses secundarias. También estableció la prédica para sanciones más duras contra Teherán en el futuro, tal como la Ley Integral de Sanciones, Responsabilidad y Desinversión de Irán del año 2010 (CISADA).

Es crucial que ISA siga siendo ley pública. Como ha dicho el Senador Robert Menéndez (D-NJ), “Si vas a retrotraerlas, tienes que retrotraer a algo, y si la Ley de Sanciones a Irán… no existe después del próximo año, no hay nada adonde retrotraer.” Ahora, luego del aflojamiento de las sanciones internacionales contra Irán de conformidad con el acuerdo nuclear, ISA puede servir como un pilar en la arquitectura restante de las sanciones estadounidenses contra la República Islámica.

Por su parte, los medios noticiosos y funcionarios iraníes han arremetido contra Estados Unidos por violar presuntamente el acuerdo nuclear al mantener sanciones no nucleares en las actas. Sin embargo, estas declaraciones pueden ser mejor entendidas como parte de la estrategia general de Irán de buscar alivio de las sanciones adicionales afirmando fallas estadounidenses en sostener su parte de la negociación nuclear.

En la semana que pasó desde la reautorización de la ISA, muchos líderes iraníes denunciaron la renovación como emblemática de la falsedad estadounidense. Funcionarios iraníes han ridiculizado similarmente la medida, con 220 miembros del parlamento emitiendo una condena a la votación de la Cámara y funcionarios de seguridad amenazaron en forma implícita con violar el acuerdo nuclear en respuesta.

Los comentarios del miércoles son la primera vez que el líder supremo ha identificado una medida estatutaria específica como una transgresión del acuerdo. La amenaza de Khamenei de “reaccionar” a este anteproyecto se propone hacer dos cosas.

La primera es promover la estrategia que han llevado a cabo diligentemente los lugartenientes de Khamenei: quejarse de violaciones estadounidenses del acuerdo nuclear para obtener más concesiones. La segunda es trazar límites claros para poner a prueba el compromiso del Presidente Obama con el acuerdo en las semanas finales de su gobierno, tanto como la resolución del Presidente electo Trump para ejecutar o incluso renegociar potencialmente el acuerdo después que haya jurado.

La mayoría de las empresas y bancos están bajo la presunción de que se extenderá la ISA. Para que eso suceda, el Senado debe ahora votar el proyecto de la Cámara, lo que ha prometido hacer para fines de este año. Además el presidente debe firmar en ley nuevamente la renovación; de lo contrario, expirarán sus medidas y el Congreso tendrá que comenzar de cero en el 2017. Sea cual sea el resultado, el líder supremo de Irán ha subido las apuestas sobre quién define las transgresiones del acuerdo. Sin embargo, su amenaza de que Teherán “no tiene miedo” puede comprobar ser mera fanfarronada si el próximo gobierno estadounidense se muestra más comprometido a contrarrestar la agresión iraní.

Fuente: Fundación para la Defensa de las Democracias
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México