SETH J. FRANTZMAN / El Gobierno regional organiza por segundo año un evento que recuerda la discriminación de Irak contra los judíos en los años cuarenta.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – “Kurdistán siempre ha creído en la convivencia pacífica y con respeto para los diferentes credos”, escribió Sherzad Omer Mamsani en un comunicado en hebreo y kurdo publicado el miércoles. Se basaba en un discurso que dio en Erbil a los huéspedes que conmemoraban a la comunidad judía en la región de Kurdistán de Iraq.

El evento se celebró por segundo año consecutivo bajo los auspicios de la Dirección de Asuntos Judíos del Gobierno Regional del Kurdistán.

Al recordar los 71 años transcurridos hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, la declaración describe las dificultades que enfrentaron los judíos en Irak en la década de 1940, que alcanzó un crescendo con el pogrom en Bagdad del 1 de junio de 1941, a menudo llamado Farhud.

Según Mamsani, hasta 200.000 judíos fueron expulsados o huyeron de Irak.

El calendario de la ceremonia en Erbil, a la que asistieron los lugareños y los políticos, coincide con la decisión de la Knesset hace dos años de señalar el 30 de noviembre como “Día de la salida y la deportación de los judíos de las tierras árabes e Irán”. Conmemora el desarraigo de 856.000 judíos de Oriente Medio desencadenado por la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU del plan de partición que llevó a la creación de Israel en 1948.

Para los judíos de Irak, la discriminación que llevó a la expulsión comenzó más de una década antes.

Según la investigación de Shmuel Trigano en el Centro de Jerusalem para Asuntos Públicos, las escuelas judías fueron cerradas en la década de 1930, y los judíos fueron expulsados del servicio público.

Irak inicialmente trató de evitar que los judíos emigraran en 1948, sólo para aprobar una ley en 1950 que les permitió salir, pero despojándolos de la ciudadanía si lo hacían. La mayoría de los judíos abandonaron el país, algunos bajo la Operación Ezra y Nehemías, un puente aéreo del gobierno de Israel.

En Jerusalem existía una comunidad de judíos kurdos desde 1812, y muchos llegaron a la Palestina del Mandato Británico en los años treinta. La región del Kurdistán ha intentado a menudo establecer diferencias entre la experiencia judía en Kurdistán, que según los locales era de coexistencia, y el resto de Iraq, donde se los perseguía.

Según un artículo publicado en The Sentinel en 1966, más de 50.000 judíos kurdos, algunos de Irán, se establecieron en Israel en los años cincuenta.

Desde el año pasado, la región del Kurdistán y Mamsani en particular han trabajado para plantear la cuestión de la historia judía en la región, y arrojar luz sobre las persecuciones de los judíos en Irak. Hay un sitio religioso judío que recibió el nombre por la tumba del profeta Nahum cerca de Dohuk.

En el discurso y declaración de ayer, Mamsani destacó los problemas que enfrenta la región kurda, incluyendo su deseo de proteger a las minorías amenazadas por el terrorismo y el Estado islámico. “Después de la eliminación de Daesh [ISIS], esperamos buenas noticias de la comunidad internacional”, dijo.

Estaba haciendo referencia al hecho de que el KRG (Gobierno regional de Kurdistán, por sus siglas en inglés) acogía a casi dos millones de refugiados y que las organizaciones internacionales deberían apoyar a la región. Mamsani señaló que el Kurdistán busca “vivir en paz y respetar todas las creencias”.

Un cartel en el evento mostraba fotografías históricas en blanco y negro con una imagen de la estatua que conmemoraba la masacre de Halabja de 1988, cuando el régimen de Saddam Hussein gaseó a 5.000 kurdos. En el cartel había símbolos de varias religiones en Kurdistán, incluyendo una Estrella de David azul, un testimonio único de uno de los pocos lugares en Oriente Medio actual donde los gobiernos locales organizan eventos relacionados con la historia judía.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico