IVAN ANGELOVSKI Y LAWRENCE MARZOUK

El juicio por corrupción al caudillo palestino Mohammed Dahlan, cuyos vínculos con políticos de los Balcanes le aseguraron la ciudadanía serbia y montenegrina, está a punto de recomenzar la próxima semana en la Margen Occidental.

Mohammed Dahlan, el poderoso archirrival del presidente palestino Mahmoud Abbas, enfrentará nuevamente juicio en Palestina por acusaciones de malversar u$s18 millones de dinero público de su patria.

En una declaración por escrito a BIRN, la oficina de Abbas dijo que el tribunal anti-corrupción en Ramala, Cisjordania, había reabierto el juicio y agendó una sesión el 14 de diciembre “para revisar la causa penal contra Dahlan.”

Dahlan siempre ha sostenido su inocencia, afirmando que es víctima de persecución política. Su abogado parisino, Sevag Torossian, dijo anteriormente a BIRN que las acusaciones de corrupción contra su cliente equivalían a “cuestiones de ajuste de cuentas.”

Pero él no respondió a nuestras solicitudes de comentarios sobre el último acontecimiento y BIRN no pudo contactar a Dahlan en forma directa.

Dahlan, quien ha mantenido ciudadanía montenegrina desde el 2010 y ciudadanía serbia desde el 2013, es acusado de malversar u$s18 millones de dineros públicos en el 2007 de la Autoridad Palestina, la AP.

Según la acusación, el dinero fue colocado en cuentas privadas controladas por Dahlan, quien era el jefe de seguridad de la AP en esa época, antes de ser retirado en caja por sus asociados.

La fiscalía afirma que Dahlan no ha ofrecido ninguna evidencia de dónde fue gastado el dinero.

La causa fue desechada en abril del 2015 después de que un tribunal falló que una decisión presidencial de quitar la inmunidad de Dahlan debía ser tomada por el parlamento.

Esto fue revocado el mes pasado por la corte constitucional en Ramala, la cual falló en que Abbas tenía poder para quitar la protección ante enjuiciamiento del parlamentario ya que la asamblea palestina no estaba en sesión debido a la disputa entre los dos movimientos políticos del país, Fatah y Hamas.

Como asesor del Príncipe Muhammad Bin Zayed, el Príncipe de la Corona de Abu Dhabi, Dahlan ha desempeñado un rol crucial en crear lazos políticos y económicos entre el estado del Golfo, Serbia y Montenegro.

Al hacerlo, él también ha forjado relaciones estrechas con el primer ministro serbio Alexander Vucic y su ex homólogo montenegrino, Milo Djukanovic. Él se aseguró la ciudadanía de ambos países a pesar de las acusaciones de corrupción, e incluso asesinato, que lo han perseguido.

El hombre de 55 años fue visto una vez como el heredero aparente de Yasser Arafat, pero perdió ante Abbas en el año 2003. Fue expulsado del movimiento Fatah en el 2011 después de que Abbas lo acusó de corrupción y dio a entender que él puede haber estado involucrado en la muerte de Arafat, una afirmación que resurgió en las últimas semanas en el informe de una comisión especial palestina.

Viviendo en el exilio en Abu Dhabi desde entonces, mientras también alquila una villa lujosa en Belgrado, Dahlan ha formado una poderosa red de partidarios que abarca Europa y el Medio Oriente y creó apoyo para sí mismo en Gaza y la Margen Oriental canalizando fondos del Golfo a campamentos de refugiados palestinos.

Si bien Dahlan sostiene públicamente que no está interesado en suceder a Abbas, sigue siendo un candidato principal para el puesto y no ha mantenido en secreto su deseo de regresar a la política en su patria.

Abbas se ha negado a arreglar su disputa con Dahlan, quien ya ha sido sentenciado en ausencia a dos años en prisión por difamación, a pesar de la presión para hacerlo por parte de los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Egipto y Jordania.

Funcionarios palestinos han dicho también a BIRN que Dahlan está siendo investigado en conexión con los asesinatos de 13 opositores en Gaza mientras era jefe de seguridad de la AP.

Las tácticas de mano dura de Dahlan en Gaza llevaron a que la zona fuera apodada “Dahlanistan”, y admitió en una entrevista con Vanity Fair en el 2008 que habían ocurrido “errores” allí. Sin embargo, sostuvo que nadie había sido torturado o asesinado bajo sus órdenes.

 

Fuente: Balkan Insight
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.