Los líderes de Amona prometieron seguir luchando luego de rechazar un acuerdo propuesto por el ministro de Educación, Naftali Bennett, el miércoles.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – “El derecho a luchar como somos es nuestro derecho legítimo. Esta es una lucha justa, democrática, legítima, popular. Llamamos a todo el pueblo de Israel para que venga a apoyarnos,” dijo el portavoz de Amona Avichai Boaron durante una conferencia de prensa el jueves, añadiendo que la lucha debe ser una “resistencia pasiva”.

La propuesta de Bennett, aprobada por el primer ministro Benjamín Netanyahu y el fiscal general Avichai Mendelblit, consiste en trasladar los hogares a una propiedad palestina abandonada en la misma cima de la colina, donde se encuentra actualmente el asentamiento de Amona.

Poco después de la medianoche del miércoles, las 40 familias de Amona rechazaron un plan de reubicación de última hora que el Estado les había ofrecido con la esperanza de evitar una evacuación violenta.

“Creemos que los líderes políticos eligen permanecer en sus zonas de confort”, dijo Boaron, “El liderazgo político debe asumir la responsabilidad de los ciudadanos que viven aquí y de la comunidad que ha existido 20 años y fue construida por el Estado”.

Si las familias de Amona habrían aceptado la oferta, el Estado hubiese recurrido a la Corte Suprema de Justicia para postergar la evacuación un mes, hasta el 25 de enero.

Sin haber logrado un acuerdo, las fuerzas de seguridad evacuarán el asentamiento ilegal antes del plazo del 25 de diciembre.

En las últimas dos semanas, adolescentes y adultos jóvenes han llegado a la comunidad con el objetivo de ayudar a las familias a resistir la evacuación.

De hecho, los partidarios y residentes de Amona ya han comenzado a bloquear las carreteras con llantas.

“Hemos preparado el lugar para la resistencia”, dijo Benjamín, uno de los jóvenes que llegaron para apoyar a los residentes. “Estuvimos despiertos toda la noche preparando cosas. No es será una resistencia activa, sino pasiva. Es decir,, no vamos golpearemos a nadie ni maldeciremos a la policía, pero no vamos a permitir que nos evacúen tan fácilmente. Tendrán que arrastrarme de las casas, perseguirme y quizás tirarme de los tejados.

“No será fácil para los habitantes”, aseguró, “pero la resistencia no incluirá actos ilegales ni golpes a la policía”.

Enfrentamientos violentos ocurrieron en el asentamiento de Amona en 2006, cuando las fuerzas de seguridad destruyeron nueve hogares por orden de la Corte Suprema.

Fuentes: The Jerusalem Post, Ynet

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico