Según un artículo publicado esta semana por ENLACE JUDÍO, debido a la pobreza y a las penurias, decenas de miles de venezolanos han abandonado su país, incluyendo un número en ascenso de judíos venezolanos, algunos de ellos reubicados en Israel.

Sin embargo, conversos han visto las puertas del Estado judío cerrarse frente a ellos. ENLACE JUDÍO entrevistó esta semana a un grupo de judíos venezolanos conversos al judaísmo, quienes han encontrado refugio en la hospitalaria sinagoga del movimiento Koaj en Medellín, Colombia, dirigido por el Rabino Boaz Fariñas, donde esperan el pase hacia su destino ideal, Israel.



“Tenemos un judío trabajando con nosotros, ¡qué interesante!. Te tenemos vigilado” le dijo a Jaím uno de los representantes del Gobernador Tarek El Aissami, al verlo con kipá y con un portanombre en hebreo sobre el escritorio.

Jaím trabajaba en el Ministerio de Cultura de Maracay, Estado Aragua, gobernado por Tarek El Aissami, quien acaba de convertirse en Vice presidente de Venezuela y es conocido operador de Hezbolá en América Latina. La misma postura anti sionista del gobierno chavista, aliado de Irán, vuelve conflictiva la vida de los judíos residentes en este país, sin contar con la pobreza y la falta de oportunidades.

En nuestras entrevistas, escuchamos las condiciones paupérrimas de la vida en Venezuela: un sueldo básico es de 25,000 bolívares, mientras que un kilo de masa de maíz vale 20,000. Para celebrar Shabat con atún, porque el pollo es un lujo, una familia judía tendrá que sacrificar el pago de servicios públicos o de la colegiatura. Una de nuestras entrevistadas, enfermera en Venezuela, relata cómo han muerto pacientes debido a la escasez de insumos médicos y a los cortes de luz eléctrica.

En estas condiciones, es imposible, incluso, tener celebraciones religiosas, debido a la vigilancia constante a la cual su familia estaba sometida. Como ejemplo, las bodas se realizaban en Colombia.

Jaím decidió abandonar Venezuela, vendiendo todos sus bienes y cortando todos los puentes.Pidió asilo religioso en Colombia, el cual aún no le ha sido otorgado, debido a las relaciones diplomáticas entre los dos países. Pero su meta final- e ideal- es el Estado de Israel, donde quiere vivir una vida judía plena. Ha sometido su solicitud para la “Aliyá” ( emigración a Israel).

Sin embargo, y como se dio a conocer esta semana, las puertas de Israel se cerraron frente a un grupo de 9 conversos que realizaron su conversión en una comunidad conservadora. causando la indignación de líderes religiosos del mundo judío entero.

Jaím está esperando la aprobación de su solicitud de Aliyá pero, como muchos judíos e la historia de nuestro pueblo, quedó apátrida. “No es de aquí ni de allá” dice el Rabino Boaz Fariñas.

Jaím entregó un mensaje al Estado de Israel: “Ayúdenos como lo hicieron con los judíos de Etiopía y de Yemen, no nos pongan trabas. Queremos aportar a Israel pero, a veces, nos sentimos con las manos atadas, debido a un proceso político”.

” Algo que critico es que a la hija del presidente electo Trump, quien es conversa (pero no ortodoxa) se le da la atención”.

“Somos 100% judíos y amantes de Israely se nos cierra la puerta. En Venezuela decimos: ‘El hijo de la negra no tiene oportunidad porque no tiene dinero’. Si tuvieramos dinero o fuésemos personas importantes en el ámbito internacional- estrellas de cine, fútbol etc, sería diferente”.

“Nosotros dejamos absolutamente todo por el judaísmo. Tengo un hijo de 16 años que está dispuesto a servir en las Fuerzas de Defensa Israelíes. Yo le respondo: “Todo está en manos de Hashem”.