Comenzando las fiestas de toma de posesión con un concierto en el Lincoln Memorial, el presidente electo dice a la multitud que no han sido olvidados; su discurso sigue sintonizado, dice el portavoz
SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El presidente electo estadounidense, Trump, llegó a Washington el jueves, en medio de un exaltado patriotismo y prometiendo unidad en vísperas del momento más significativo de la vida del multimillonario republicano, su toma de posesión como 45º presidente de los Estados Unidos.
Su llegada marca una carrera extraordinaria e inverosímil para la Casa Blanca que, una vez que tome las riendas del presidente Barack Obama al mediodía del viernes, lanzará a la nación hacia aguas nuevas y desconocidas.
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El líder en espera de 70 años viajó desde Nueva York a bordo de un avión oficial del gobierno a una base militar cerca de la capital con su esposa Melania.
Luego pasó la tarde en Washington asistiendo a festividades pre-investidura que se han convertido en tradiciones para los presidentes electos.
“Vamos a unificar nuestro país”, dijo Trump a una multitud de miles de personas que se encontraban frente al Lincoln Memorial después de un concierto previo a la ceremonia de toma de posesión que terminó con una explosión de fuegos artificiales.
“Haremos cosas que no se han hecho por nuestro país durante muchas, muchas décadas”, agregó. “Las cosas van a cambiar. Lo prometo”.
Al principio del día, Trump almorzó con líderes republicanos del Congreso, sus nominados al gabinete y el personal de la Casa Blanca, y fue trasladado al Cementerio Nacional de Arlington, donde él y el vicepresidente electo Mike Pence colocaron una corona en la Tumba del Soldado Desconocido.
Con ese momento solemne, “la retórica de una campaña queda atrás”, dijo Tom Barrack, jefe del comité inaugural de Trump, a CNN. “Creo que verán un cambio de candidato a líder mundial. Creo que está sintiendo el peso”.
Luego cruzó sobre el río Potomac para hablar en el monumento de mármol, donde en un momento levantó la vista y saludó la estatua de Abraham Lincoln sentado.
“Nunca ha habido un movimiento como este”, dijo, describiendo la ola de apoyo entre los estadounidenses de clase trabajadora que empujaron a Trump a la victoria sobre Hillary Clinton después de sentirse ignorados por los políticos del establishment.
“Bien, ya no se los olvida”, dijo. “Haremos que eso dé un vuelco. Recuperaremos nuestros empleos”.
El concierto, abierto al público, ofreció primeras figuras incluyendo la estrella del país Toby Keith, el cantante de soul Sam Moore y los rockeros 3 Doors Down. Pero no la cantante Jennifer Holliday: se echó atrás por un clamor de los críticos de Trump.
“Esto es ‘algún día’, queridos amigos”, dijo el actor Jon Voight a la multitud, diciendo que la inminente toma de posesión de Trump como evidencia de la intervención divina después de “un desfile de propaganda que nos dejó sin aliento por anticipado, sin saber si Dios podría revertir todas las mentiras negativas contra el señor Trump”.
La multitud lanzó vítores cuando las pantallas gigantes destellaron el video de Trump cantando mientras Lee Greenwood presentaba su nuevo “God Bless the USA (Dios bendiga a los Estados Unidos).”
Trump declaró que tal concierto nunca se había hecho antes. De hecho, varios presidentes anteriores han organizado conciertos inaugurales entre los monumentos.
‘Todavía haciendo ajustes’
El juramento de Trump en los escalones del Capitolio – a cargo del juez John Roberts del Tribunal Supremo a las 11:47 de la mañana (6:47 p.m. en Israel) – será emitido en vivo en las pantallas del mundo. Está pronosticada lluvia.
Tres ex presidentes estarán presentes junto con numerosos dignatarios, incluyendo su rival presidencial demócrata, ex primera dama y secretaria de Estado.
El portavoz de Trump, Sean Spicer, dijo que el presidente electo todavía estaba haciendo “ajustes y añadidos” al discurso inaugural que dará el viernes en la toma de posesión.
A pesar de las promesas de manifestaciones multitudinarias contrarias el viernes, los partidarios de Trump se reunieron por miles para proclamar el éxito de su hombre.
“Sinceramente, sentimos que volvimos a ganar la Revolución Americana”, dijo Jake, un partidario de Trump de California que no dio su apellido.
“Realmente siento que hemos recuperado nuestra cultura, hemos recuperado nuestro país, porque realmente nos han atacado muchos del establishment a ambos lados del pasillo”.
Los partidarios de Trump de la clase obrera lo han enviado a Washington para cambiar la página de la era Obama y superar el status quo político.
Trump ha prometido actuar, y rápidamente.
Se espera que el viernes firme cuatro o cinco decretos, y luego otros varios comenzando el lunes para desmantelar todas las políticas que pueda sin esperar la aprobación del Congreso.
Entre sus promesas para el primer día: firmar órdenes para acelerar las deportaciones de criminales convictos, comenzar a construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México y cancelar miles de millones de dólares en fondos estadounidenses para programas de cambio climático de Naciones Unidas.
“Está comprometido no solo con el primer día, sino también con el segundo, y el tercero, de una agenda de cambio real”, dijo a periodistas el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer.
El primer levantamiento legislativo importante de Trump será desmantelar las reformas de salud conocidas como Obamacare.
Los republicanos del Congreso, encabezados por el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, han buscado durante años derogar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, y ahora Trump, a pesar de las potenciales trampas, tiene una oportunidad de oro.
En caso de que Ryan apruebe la ley de abrogación, “en verdad tiene alguien que la va a firmar”, dijo Trump al almuerzo.
Último día para Obama
A pocas cuadras de distancia, los Obama terminaban de empacar mientras se preparaban para su última noche en la Casa Blanca.
En unos de sus actos finales como presidente, Obama conmutó las sentencias de 330 personas, en su mayoría delincuentes por delitos de drogas, llamó a la canciller Angela Merkel para declarar los lazos entre Estados Unidos y Alemania “esenciales”, y dio un tiro de despedida en el Congreso para bloquear sus esfuerzos para cerrar la prisión militar en la Bahía de Guantánamo.
El viernes girará en torno al antiguo ritual de la toma de posesión, cuando Trump se transformará de ciudadano común en líder de la nación más poderosa del mundo.
Colocará su mano izquierda sobre una Biblia, levantará su derecha y recitará el juramento de su cargo. Seguirá su discurso inaugural.
Si bien Trump confesó que buscó inspiración en John F. Kennedy y Ronald Reagan mientras escribía su discurso, Spicer dijo que las palabras serán las propias de Trump: una declaración personal que será “más un documento filosófico” que una lista de cosas por hacer.
Los Demócratas contrarios a la presidencia de Trump se están organizando, y cerca de un tercio de los Demócratas de la Cámara de Representantes estadounidenses boicotearán la ceremonia del viernes.
En el Senado, los demócratas están obstruyendo la trayectoria de los candidatos del gabinete de Trump, apenas un puñado de ellos esperan ser confirmados el viernes.
Trump completó sus 15 elecciones el jueves nombrando al ex gobernador de Georgia Sonny Perdue como secretario de agricultura.
Por primera vez desde 1989, el gabinete no contará con hispanos.
El nuevo gobierno ha pedido a más de 50 personas que permanezcan en puestos críticos para “asegurar la continuidad del gobierno”, dijo el representante especial de Obama en la coalición que lucha contra el grupo islámico Brett McGurk y el zar de las sanciones de Irán, Adam Szubin.
Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico
