THE TOWER

El ataque el viernes pasado contra un aeropuerto militar cerca de Damasco fue probablemente la última salva en el intento de Israel de impedir que Hezbolá obtenga misiles tierra-tierra iraníes de alta precisión, escribió el martes el analista militar Ron Ben Yishai de Ynet.

El aeropuerto atacado es un conocido punto de descarga de misiles enviados desde Irán, explicó Ben Yishai. Él escribió que tanto el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah como altos funcionarios militares iraníes admitieron hace poco que el grupo terrorista estaba recibiendo misiles, posiblemente misiles avanzados guiados por GPS, los cuales “podrían alcanzar el centro e incluso el sur de Israel y amenazan a la mayoría de las plantas esenciales y aeropuertos civiles y militares.”

Los envíos iraníes incluían probablemente misiles Fateh-110 o Fateh-111, e incluso posiblemente Zelzals, que tienen un alcance de 200-300 kilometros (125-186 millas) y tienen una ojiva que pesa 400 kilogramos (880 libras). Hezbolá ha dicho que utilizaría su arsenal para atacar el ministerio de defensa de Israel en Tel Aviv y otros objetivos esenciales a lo largo de Israel que estarían en el alcance del Zelzals. Debido a la precisión de estos misiles, que tienen un radio de blanco de apenas algunos metros, “Israel está interesada en reducir el número de tales misiles en posesión de Hezbolá “a fin de reducir su capacidad de atacar objetivos estratégicos a lo largo de Israel, escribió Ben Yishai.

Informes de la oposición siria informaron también que hubo ataques contra objetivos en Monte Qasiun. Tales ataques tendrían sentido debido a que esas áreas probablemente albergan “depósitos de misiles y sistemas anti-aéreos que tienen la intención de servir al sistema de defensa aérea de Hezbolá”, informó Ben Yishai.

También encaró las afirmaciones sirias de que los ataques fueron llevados a cabo por aviones israelíes que nunca ingresaron al espacio aéreo sirio. Esto es creíble, escribió, porque “los misiles aire-tierra, muy precisos, pueden ser lanzados desde distancias de docenas e incluso cientos de kilómetros y atacar el objetivo con una precisión de 1 ó 2 metros.” Al no ingresar al espacio aéreo sirio, Israel evitó “fricción con los sistemas anti-aéreos operados por Rusia en territorio sirio.”

Ben Yishai concluyó destacando que los esfuerzos de Israel para limitar el arsenal letal de Hezbolá son parte de una lucha en curso: “Los expertos dicen que esto es parte de la guerra entre guerras, en la cual las FDI están tratando de minimizar las bajas entre la población civil y el daño a las instalaciones esenciales en Israel, en caso que estalle una guerra. Es una batalla ciclópea que tiene que ser librada constantemente, ya que la otra parte está encontrando también forma y medios para contrabandear armas mejoradas y de alta calidad a Hezbolá. Eso es exactamente lo que Israel está tratando de desbaratar – tanto con relación a Hezbolá como con relación a Hamas.

Nasrallah admitió en junio último que Irán proporcionó a su grupo terrorista todo lo que necesitaba. “Estamos abiertos acerca del hecho de que el presupuesto de Hezbolá, su ingreso, todo lo que come y bebe, sus armas y cohetes, son de la República Islámica de Irán,” dijo Nasrallah, quien insistió en que la organización terrorista libanesa “no será afectada” por nuevas sanciones contra su grupo. “En tanto Irán tenga dinero, nosotros tenemos dinero…Así como recibimos los cohetes que usamos para amenazar a Israel, estamos recibiendo nuestro dinero. Ninguna ley nos impedirá recibirlo,” agregó.

La admisión por parte de Nasrallah de la ayuda iraní parece confirmar una garantía pública que le fue dada en agosto del 2015 por el ministro del exterior iraní Mohammad Javad Zarif que el acuerdo nuclear con Irán alcanzado con las potencias globales presentaba “una oportunidad histórica” de enfrentar a Israel. Irán hace poco anunció que su gasto en defensa aumentaría en un 90% en el año próximo.

Según un informe de julio del 2016 publicado por la Fundación para la Defensa de las Democracias, funcionarios israelíes creen que cualquier guerra futura con Hezbolá tiene el potencial para causar “miles de muertes de civiles” en Israel. Hezbolá, entre otras cosas, ha amenazado con atacar tanques de amonio en Haifa, lo cual podría matar a decenas de miles de personas.

El vicepresidente para investigación de instituto, Jonathan Schanzer, explicó que la táctica ampliamente informada de Hezbolá de ocultar activos militares en áreas civiles también llevaría a bajas masivas. Surgieron informes hace dos años que Hezbolá estaba ofreciendo viviendas a precio muy bajo a familias chiíes que permitieran al grupo terrorista almacenar lanzaderas de cohetes en sus casas. Un funcionario de defensa israelí dijo a The New York Times en mayo del 2015 que la acumulación gradual de infraestructura terrorista de Hezbolá en poblados del sur libanés significaba que “los civiles están viviendo en un complejo militar” y que sus vidas estaban en riesgo.
Algunos días después, un diario vinculado a Hezbolá reforzó la evaluación israelí.

 

Fuente: The Tower
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México