Mensaje al Primer Ministro de Israel

29 de enero de 2017

Sr Ministro Benjamín Netanyahu:

Me siento en la necesidad, por medio de estas líneas manifestarle mi sorpresa y decepción al leer su declaración en referencia a su apoyo a la construcción del muro entre Estados Unidos y México.

Quiero expresarle que soy orgullosamente un ciudadano mexicano. También soy orgullosamente judío comprometido con Israel, con su pueblo y sus ideales. Y soy un ser humano comprometido con la construcción de un mundo mejor junto con todos los seres humanos de buena voluntad que compartimos ese sueño y esos valores.

Su declaración me resulta ajena a principios judíos de hermandad y justicia, y por otro lado proyecta un desconocimiento acerca de la situación entre ambos países. México no está en guerra con su vecino. Por el contrario, hasta hace pocos días, se estaba trabajando en puentes para acercarnos, mejorar condiciones de vida y construir un futuro mejor para ambos países.

La aclaración hoy publicada en un comentario de un miembro del gobierno de Israel, manifiesta que sus palabras fueron referidas al tema desde el punto de vista de seguridad. Permítame mencionarle que carece de sustento. Debe saber que, desde México, y gracias a la colaboración entre ambos gobiernos, no han habido terroristas que hayan cruzado hacia Estados Unidos. Y no es este el único ejemplo. Estoy seguro que usted debe tener asesores. Por favor consúltelos.

Debe saber que sus palabras han colocado a nuestra comunidad, de cerca de 50000 personas en una situación delicada e injusta. Creo que faltó prudencia, sensibilidad, y falta de visión.

México e Israel tienen mucho en común, una historia de amistad, una continua búsqueda de intercambios culturales, agrícolas, de seguridad y muchas áreas más. Nuestros pueblos han tenido sueños que han transformado en realidad y también sufrimientos que marcaron a sus habitantes. Sin embargo, siempre hemos sido y somos dos países con mucha historia y más futuro. Sin mencionar que somos dos países cuyos valores y tradiciones buscan resaltar lo mejor de sus pueblos.

Por ello me resulta especialmente doloroso su declaración. Soy orgullosamente judío y soy orgullosamente mexicano, un país que me acogió con mi familia y me dio la oportunidad de crecer y echar raíces y vivir en paz.

Curiosamente, me llama la atención que días atrás, el presidente americano, a quien usted felicita por construir el muro, en su mensaje en ocasión del recuerdo del día Internacional de la Shoá, omitió mencionar siquiera una sola vez la palabra: judío o pueblo judío como las víctimas de tan infame objetivo. Hasta ahora Sr. Netanyahu, no hubo una manifestación de su parte, sin siquiera usar 1 de los 140 caracteres a los que tiene derecho, solicitando al presidente Trump que repare su “omisión”.

Como mexicanos, como judíos, nos oponemos a la construcción de un muro, pero apoyamos la colaboración entre los países. Estamos opuestos a la violencia migratoria, porque ambas historias como también la de Israel abrieron sus puertas a quienes buscaban un futuro para sus familias. Como fue el caso de la familia del actual presidente Trump.

Como mexicanos, apoyamos la promoción de valores comunes que nos acerquen y nos permitan interactuar, exactamente lo opuesto que hoy se quiere instaurar por medio de la mentira y la amenaza. Sr. Primer Ministro, debe saber que, como ciudadanos mexicanos, estamos juntos. Como también estamos juntos apoyando a nuestras autoridades, en estas horas difíciles.

Sepa que la Comunidad Judía de México es parte integral de la nación mexicana. Por lo tanto, cuando una mexicana o un mexicano sufre o está en peligro todos estamos unidos buscando calmar su dolor. Y por todo ello me permito escribirle estas líneas esperando que reconsidere su mensaje original.

La amistad entre los pueblos de México e Israel es mucho más profunda que una declaración impensada. Debemos sanar las heridas. Me permito sugerirle un mensaje que nos acerque, justo, cuando más cerca debemos estar.

Atentamente y con esperanza de Shalom,

Rabino Marcelo Rittner
Ciudad de México