El presidente de Israel Reuven Rivlin se opone firmemente a una ley, aprobada por la Knesset la semana pasada, que permite la expropiación de tierras privadas palestinas con el fin de legalizar retroactivamente los asentamientos.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La aprobación e implementación de la llamada “Ley de Regularización” podría hacer que Israel sea visto como un Estado apartheid, dijo Rivlin en una reunión que sostuvo la semana pasada.

“Israel ha adoptado el derecho internacional, que no permite que un país que actúa de acuerdo al mismo aplique e imponga el cumplimiento de sus leyes en territorios que no están bajo su soberanía. Si lo hace, es una cacofonía legal. Esto hará que Israel sea visto como un Estado apartheid, que no es,” apuntó.

“No hay duda aquí. El gobierno de Israel simplemente no está autorizado para aplicar las leyes de la Knesset en territorios que no están bajo la soberanía del Estado,” agregó Rivlin.

Según informes de Arutz Sheva, la ley que fue aprobada la semana pasada legaliza y protege a miles de hogares judíos en Judea y Samaria que fueron construidos en el pasado con el respaldo del gobierno y cuyas tierras estaban sujetas a reclamaciones de propietarios ausentes pero que actualmente son reclamadas por terceros. La ley permite el 125% de indemnización o terrenos alternativos a los demandantes que demuestren ser propietarios.

Rivlin también expresó su oposición a una ley que permitiría a la Knesset anular ciertos poderes de la Corte Suprema. La derecha puede exigir tal legislación si la corte dictamina que la Ley de Regularización es inconstitucional. Eso permitiría a la Knesset aprobar las leyes anuladas por la Corte Suprema, al tiempo que limita su poder de rechazarlas nuevamente. Esto podría incluir la aprobación de una ley que requiera que la Corte Suprema tenga una mayoría de al menos 9 jueces de los 11 para anular una ley; o permitiría que la Knesset reconstituya la ley por un período de tiempo limitado a pesar de la decisión de la corte.

La mayoría de los miembros y ministros de la Knesset asumen que la Corte Suprema anulará la ley al considerarla inconstitucional. En dado caso, el partido Habayit Hayehudi probablemente exigirá la aprobación de una ley que permitiera a la Knesset anular los poderes de la corte cuando dictamine que una ley es inconstitucional.

El ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, dijo la prensa la semana pasada que él y su partido Kulanu siguen firmemente opuestos a una ley que podría debilitar la autoridad de la Corte Suprema. “Mientras estemos en la coalición [de gobierno], no habrá [ninguna ley semejante]. No tenemos otra Corte Suprema y no debe ser dañada”.

Inmediatamente después de las elecciones de 2015, el primer ministro Benjamín Netanyahu dijo que aspiraba avanzar una ley que proporcionara a la Knesset el poder de anular la Corte Suprema, a pesar de la oposición de Kulanu; Pero desde entonces no se ha hecho ningún cambio.

El ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, dijo el sábado en el Canal 2 que la “Ley de Regularización” no está vinculada con el Movimiento de Asentamientos. La ley “perjudica a los asentamientos y fortalece el establecimiento legal,” subrayó.

“Aquellos que han engañado a los colonos y les han prometido que el asentamiento ilegal de Amona no sería evacuado, ahora dicen que la Ley de Regularización resolverá los problemas de los asentamientos. Esta es una ley incorrecta, y sólo complica la situación,” afirmó Lieberman.

Fuentes: Haaretz, Arutz Sheva / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico