Este jueves 23 de febrero, los funcionarios estadounidenses Rex Tillerson, Secretario de Estado  y John Kelly, Secretario de Seguridad Nacional, y los funcionaros mexicanos Luis Videgaray Caso y Miguel Ángel Osorio Chong, dieron un mensaje conjunto a medios de comunicación tras sostener una reunión de trabajo en la que dieron pormenores del futuro de las relaciones entre México y Estados Unidos.

El secretario de relaciones exteriores de México dijo que esta reunión fue un “seguimiento de lo acordado por los presidentes de ambas naciones en la última conversación telefónica que tuvieron”.

Por su parte, el presidente Trump, ante empresarios estadounidenses, había comentado esta misma mañana que sería “un viaje difícil porque tenemos que ser tratados de manera justa por México”.

“Vamos a tener una buena relación con México, yo espero, y si no, pues no, pero no podemos dejar que eso pase (…). Es insostenible y no vamos a dejar que eso ocurra, no puedo dejar que eso pase”, dijo, en alusión al déficit comercial que su país tiene con México.

El canciller reconoció que la presencia de Tillerson y Kelly en el país es una buena señal, y que esto es “un paso en la dirección correcta”.

“Hoy tratamos diferentes temas de la agenda, sabiendo que es un proceso que será largo y no necesariamente sencillo. Hoy dimos pasos importantes en la dirección correcta. Indudablemente tenemos coincidencias. La primera de ellas es la necesidad de seguir trabajando y dialogando de manera ininterrumpida”, aseguró, y agregó que la reunión se centró en inmigración y seguridad, dejando las relaciones comerciales para fechas posteriores.

Videgaray declaró que su primera preocupación, el respeto a los derechos de los mexicanos en Estados Unidos, fue uno de los temás más importantres, y aseguró que los funcionarios estadounidenses coinciden en ello.

“También hablamos de la imposibilidad jurídica de que un gobierno tome decisiones que afecten al otro de manera unilateral, por lo tanto existe la necesidad que este tipo de decisiones que nos afecten a ambos sean resultado del diálogo y el acuerdo”, puntualizó Videgaray.

El canciller enfatizó que día México es ahora un país de tránsito, y el origen de la mayoría de los migrantes es América Central.

“Acordamos que debemos asumir ambos gobiernos una responsabilidad compartida, con enfoque no solo en control migratorio, sino en las causas de la migración como el desarrollo y la estabilidad de estas naciones. En los próximos meses invitaremos a los países del triángulo del norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) y a otros países como Canadá y Colombia, para tener un diálogo constructivo y asumir responsabilidad conjunta para el desarrollo de América Central”.

Videgaray dijo que “será un largo camino, pero hoy dimos un paso en la dirección correcta. Las diferencias subsisten pero trabajaremos para llegar a acuerdos en interés de los mexicanos y de México”, y que esta reunión sirvió para comenzar a “trazar una ruta que consolidará la relación”, en clara alusion a los roces entre ambos países en los últimos meses.

Por su parte, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, dijo de forma enfática “Quiero dejar muy claro esto. No, repito, no habrá deportaciones masivas. Todo lo que hará la Secretaría de Seguridad Nacional se hará de manera legal y de acuerdo con los derechos humanos. Todas las deportaciones estarán de acuerdo con nuestro sistema legal. No, repito, no habrá fuerza militar para resolver el tema de las deportaciones ni de la inmigración. El proceso será sistemático y teniendo en cuenta la dignidad humana”.

Afirmó que las medidas tomadas por su gobierno se concentrarán en deportar criminales, todo en estrecha coordinación con México, dejando claro que existe una gran cooperación y amistad.

También recalcó la necesidad de que tanto Estados Unidos resuelva el problema de las armas que van hacia el sur como México tiene que resolver el tema de las drogas que van hacia el norte.

Kelly dijo que “es un orgullo trabajar con nuestros hermanos mexicanos” y afirmó que era un gran honor ser recibido por el presidente Enrique Peña Nieto.

En su intervención, el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que la reunión del miércoles como la de la mañana del jueves fueron sumamente productivas.

Tillerson, quien nació y se crió en Texas, dijo que siempre ha tenido un gran aprecio por México y por el pueblo mexicano.

“A pesar de que ambas naciones tengan una gran historia y una gran relación, aunque de vez en cuando tendremos diferencias. Nuestras conversaciones cubrieron toda la gama de la relación bilateral como la energía, la migración legal, la seguridad y los lazos entre la gente de nuestros países. Estamos de acuerdo en institucionalizar los mecanismos para la seguridad y prosperidad de ambos países”.

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, habló sobre “la necesidad de construir condiciones de diálogo que nos permitan abrir una nueva etapa de trabajo. Sin embargo, estamos en desacuerdo en las medidas del departamento de Kelly que tienen una gran implicación para nuestro país y para nuestros connacionales, además manifestó el desacuerdo con el aumento en las deportaciones y con la idea de que ciudadanos de otros países sean deportados a territorio mexicano.

“México requiere de Estados Unidos y Estados Unidos requiere de México, ya que seremos vecinos por siempre”, finalizó.

Los funcionarios estadounidenses realizaron más tarde una breve visita a la residencia oficial de Los Pinos.