Él dirige una de las agencias de inteligencia más importantes y misteriosas del mundo. Yossi Cohen nació en el seno de una familia religiosa en Jerusalem en 1961. Estudió en el seminario Ohr Etzion Yeshiva con el rabino Haim Drukman y, tras servir en el ejército de Israel, fue aceptado en el prestigioso curso para preparar agentes de inteligencia de la Mossad.
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Tras una meteórica carrera en altos mandos dentro del Mossad y después de un breve lapso durante el cual se desempeñó como Asesor de Seguridad Nacional para Benjamín Netanyahu, en enero de 2016 Cohen fue nombrado director de la renombrada institución de espías de Israel, encargada de velar por la seguridad del país y las comunidades judías en el mundo por medio de operaciones secretas y de diplomacia. El Mossad además se encarga de recolectar inteligencia y organizar operaciones de contraterrorismo, además de llevar con seguridad a Israel a judíos que se encuentran en países donde están prohibidas las agencias de Aliá. La figura del director del Mossad es una de las pocas que se hacen públicas, así que Cohen es una pequeña ventana hacia el interior de esta agencia que trabaja duro por la seguridad de los judíos en todo el mundo.
Según sus colegas y subordinados, Cohen tiene una reputación de ser un jefe duro con la gente que trabaja a su lado, y se ha ganado el respeto de la comunidad internacional por su capacidad de activar y manejar a agentes secretos en todo el mundo; incluyendo operaciones de sabotaje del programa nuclear de Irán. Entre otros talentos, habla perfecto inglés, francés y árabe, además de que es un ávido corredor de maratones. Su apariencia bien cuidada y su estilo de vestir le han ganado el mote de “el Modelo”, y en los medios israelíes se le ha comparado con el héroe de las novelas de Ian Flemming, James Bond, por su fascinante carrera y personalidad.
A principios de febrero, Cohen se reunió con altos funcionarios de la administración de Donald Trump para conversar sobre temas que atañen a ambos países.
Sin duda es una figura que hay que seguir de cerca en esta nueva etapa en las relaciones entre Estados Unidos e Israel.
