SHOSHANA SOLOMON

En Tel Aviv, KamaTech busca integrar a empresarios ultraortodoxos a la industria de alta tecnología.

A primera vista, la feria de empresarios start-up en el vestíbulo del edificio de Bank Leumi en Tel Aviv se parecía a cualquier otra, con nuevas empresas deseosas de presentar sus prometedoras innovaciones a los inversionistas privados y capitalistas de riesgo.

Pero poco después, se podía notar la diferencia.

En lugar de una sala llena de jóvenes empresarios con playeras, jeans y tenis, había cientos de hombres y mujeres ultra-ortodoxos vestidos con trajes oscuros conservadores y camisas abotonadas con kipas y sombreros negros que les cubría la cabeza.

El evento, que se celebra por segundo año consecutivo, está organizado por KamaTech, una organización sin fines de lucro y aceleradora de startups para empresarios ultraortodoxos, que tiene como objetivo integrar a hombres y mujeres Haredíes en la industria de alta tecnología de Israel.

Cada año, KamaTech revisa unas 450 solicitudes y elige las ocho mejores ideas y aspirantes a empresarios. Luego trabaja todo un año para construir la tecnología y las empresas, presenta estrategias de mercado y ayuda a establecer colaboraciones estratégicas con líderes empresariales, asesorados por la compañía y socios que incluyen empresas como Cisco, Google, Facebook y Microsoft.

KamaTech comenzó con sólo cinco empresarios ultra-ortodoxos en 2013. Hoy en día, cuenta con unos 500, y espera que el número aumente.

Los líderes ultraortodoxos insisten en que sus jóvenes sirven a la nación a través del rezo y el estudio de la Torá para preservar la educación y el legado judío, y que su integración en el ejército y en la fuerza laboral secular socavará su estilo de vida. Como resultado, los hombres ultra-ortodoxos a menudo evitan conseguir un empleo y ser reclutados al ejército, y reciben estipendios gubernamentales que les permiten dedicarse al estudio.

Con altas tasas de natalidad y altos niveles de desempleo, la comunidad ultraortodoxa es de las más pobres de Israel. Pero el gobierno está dispuesto a integrar a sus miembros al mercado laboral y a la industria de alta tecnología para reducir la pobreza y la desigualdad y estimular el crecimiento económico.

Según los datos del Banco de Israel, la tasa de empleo entre los hombres ultraortodoxos en Israel a finales de 2016 era apenas inferior al 50 por ciento, frente a menos del 40 por ciento en 2001, pero muy por debajo de la tasa de empleo de la OCDE superior al 80 por ciento. Las mujeres ultra ortodoxas están mejor integradas, con un nivel de empleo que sube de menos del 50% en 2001 a cerca del 70%, por encima del promedio de la OCDE del 60%.

El Banco de Israel ha advertido que las bajas tasas de empleo entre los ultra-ortodoxos y las mujeres árabes en particular obstaculizan las perspectivas de crecimiento del país a largo plazo. Los árabes representan alrededor del 20% de la población de Israel y los ultraortodoxos cerca del 10%. Ambos representan segmentos de más rápido crecimiento.

Sin embargo, se han registrado varios avances al respecto. El Informe sobre Estado de la Nación publicado en 2016 por el Centro Taub para Estudios de Política Social en Israel indica que entre 2008 y 2014, el número de Haredíes en instituciones académicas aumentó casi tres veces, de 1,222 a 3,227. Cerca de 1,600 mujeres y 450 hombres ultraortodoxos obtuvieron títulos académicos en 2014, en comparación con sólo 650 mujeres y 200 hombres en 2012.

El ingreso de la comunidad ultraortodoxa en el sector de alta tecnología “no es trivial”, indica Yifat Oron, CEO de LeumiTech, filial de alta tecnología del Grupo Leumi, quien subrayó que Israel ha alcanzado el “techo de cristal” en mano de obra calificada para la industria de alta tecnología, y el impulso de la comunidad ultra-ortodoxa es visto como un camino a seguir.

La industria de alta tecnología de Israel, que ha sido un importante motor de crecimiento para la economía, enfrenta una escasez de empleados calificados, algo que los expertos dicen que podría resolverse aprovechando las poblaciones árabes y ultraortodoxas, que todavía están al margen de la alta tecnología.

“La alta tecnología de Israel necesita que la sociedad Haredi continúe creciendo”, dice al público Adi Soffer Teeni, director general de Facebook Israel, al público. La competencia para Israel en el campo de la tecnología está creciendo.”Para preservar nuestra ventaja, debemos integrar a otras poblaciones que inyecte innovación a la industria”.

Las empresas seleccionadas por KamaTech obtienen una subvención de 20.000 shekels (5.500 dólares), que no tienen que reembolsar. Siete de ocho startups que han sido impulsadas por KamaTech anteriormente lograron recaudar un promedio de 1 millón de dólares y juntas emplearon a más de 100 personas.

Algunas de las nuevas startups que se presentaron en el evento de Tel Aviv: Doctorpedia, un sitio web que permite a los pacientes consultas en línea con especialistas y médicos; BotBuy, que ha desarrollado un motor de conversación para consumidores en los sitios de comercio electrónico; Muzy, una startup que pretende democratizar el aprendizaje musical; ShareRate, que ha desarrollado un nuevo enfoque para el manejo de riesgos en el mercado de préstamos sin garantía; Emerj, que se esfuerza por ayudar a las empresas a retener a sus empleados proporcionando oportunidades de desarrollo profesional; y Triso, que desarrolla una plataforma de avanzada para el análisis y la evaluación de imágenes anatómicas de manera automática.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico