Los ciudadanos extranjeros que apoyan el boicot del estado judío o los asentamientos en Judea y Samaria tendrán prohibida la entrada al país.

La Knesset aprobó el lunes un proyecto de ley que prohíbe que los partidarios del boicot a Israel entren al país.

La legislación, adelantada por los legisladores de derecha y centro, impide que los ciudadanos extranjeros que han pedido públicamente un boicot al Estado judío o trabajen en nombre de una organización que defienda estas medidas puedan entrar en Israel.

La legislación aprobó su tercera y última lectura con 46 legisladores votando a favor y 28 votando en contra.

No se especificó cuándo entraría en vigor la prohibición.

La ley también se extiende a los partidarios de boicots a los productos de los asentamientos de Judea y Samaria (Cisjordania), basados en una definición legal de boicot a Israel en una ley de 2011 que incluye todas las “áreas bajo su control”.

No se aplicaría a los extranjeros con permiso de residencia y otorga al ministro del Interior margen de maniobra para hacer excepciones. Bajo la ley existente, el ministro del Interior ya tiene el derecho de prohibir la entrada de personas en Israel.

Un guardia de seguridad del aeropuerto israelí patrulla con un perro en el aeropuerto Ben Gurion cerca de Tel Aviv, Israel, el martes 22 de marzo de 2016. (AP Photo / Ariel Schalit)

El proyecto de ley fue aprobado en su primera lectura en noviembre y la segunda y tercera lecturas del proyecto estaban programadas originalmente para fines de enero, pero fueron postergadas hasta el lunes.

MK Roy Folkman (Kulanu), quien patrocinó el proyecto de ley, dijo que la legislación era necesaria para proteger el “nombre y el honor” de Israel.

“Es posible sentir orgullo nacional y también creer en los derechos humanos. También es posible defender el nombre y el honor del Estado de Israel y esto no es una vergüenza”, dijo, según un portavoz del Knesset.

El legislador Bezalel Smotrich, quien ayudó a iniciar el proyecto de ley, dijo que la nueva ley muestra que Israel “no ofrecerá la otra mejilla” y que es un paso “natural” para cualquier país.

Un portavoz de Smotrich comparó previamente la legislación con la controvertida prohibición de viajar del presidente estadounidense Donald Trump, diciendo que “sin entrar en las políticas del presidente [estadounidense], cada nación soberana debe establecer sus políticas de acuerdo con lo que es bueno para ella”.

Los críticos del proyecto de ley han acusado que silencia la disidencia política legítima en la política israelí.

Ayman Odeh dijo que prohibiendo a los partidarios del boicot de asentamientos, el proyecto de ley terminaría atrapando a cientos de judíos en Estados Unidos y otros lugares que “no están en contra del país, sino contra la ocupación”.

Diputado de Kulanu Roy Folkman durante una reunión de la facción el 11 de julio de 2016. (Miriam Alster / Flash90)

El diputado Dov Khenin, de la Lista Conjunta, dijo que el proyecto de ley ayudaría al boicot contra Israel al oponerse a los críticos de las políticas del país y, al hacerlo, “aislarse”.

Por primera vez en diciembre, Israel negó la entrada a un partidario de la campaña de boicot, desinversión y sanciones (BDS). Isabel Piri, de Malawi, llegó al aeropuerto internacional Ben Gurion como turista, pero se le negó la entrada ya que la información disponible para el control de inmigración mostró que Piri era activa en el Consejo Mundial de Iglesias, que apoya el boicot de productos de los asentamientos en Judea y Samaria (Cisjordania).

La semana pasada, Israel impidió que el director del Observatorio de Derechos Humanos en Israel y palestina Omar Shakir entraran en el país por segunda vez en menos de un mes debido a su activismo pro-BDS, pero el lunes fue admitido.

Marissa Newman contribuyó a este informe.

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico