ENRIQUE PRESBURGER PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

La IED (Inversión Extranjera Directa) es uno de los 4 rubros principales de ingreso para México junto con las remesas, el petróleo y el turismo. Sin duda, dicho componente del PIB representa un termómetro que nos permite evaluar la confianza que perciben en México los grandes inversores internacionales, y nos permite entrever la evolución de nuestra industria nacional a futuro.

Ante la amenaza de la renegociación de TLCAN, conviene evaluar dónde está México parado en cuestión de recepción de flujos, y qué tendencias se están marcando al respecto:

• La IED va a la baja: La Secretaría de Economía informó que la IED sumó en el año anterior 26 mil 738.6 millones de dólares, por debajo de la cifra preliminar de 2015, de 28 mil 382 millones. Los flujos disminuyeron con ello 5.8% en 2016. No obstante, se esperan bajas mucho más importantes: El consenso de analistas consultados por el Banco de México, prevén que en 2017 los flujos de inversión extranjera sumen solamente 21 mil millones de dólares, lo que implicaría una baja de 21.5%.

• Estados Unidos como principal inversionista: México captó 26,738.6 millones de dólares de IED, donde el principal participante fue Estados Unidos, con 10,410.2 millones, que representa el 38.9% del total (el año pasado el porcentaje alcanzó un 53%, por lo cual hay una disminución importante de la inversión que proviene de nuestro vecino del norte). De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, le siguieron muy de lejos España (10.7%), Alemania (9.0%), Israel (7.5%), Canadá (6.3%) y Japón (5.7 por ciento).

• De la IED está concentrada en ciertos Estados e industrias: Del concentrado de la IED que llegó al país en 2016, 20.7% pertenece a la Ciudad de México; 10.1% a Nuevo León; 7.1% a Chihuahua y 6.8% al Estado de México. A tasa anual, sólo siete estados registraron incrementos, liderados por Zacatecas (308.5%), Puebla (51.7%) y Durango (23.5%). Destaca el caso de Zacatecas por una inversión extraordinaria en un proyecto minero. La inversión recibida en 2016 provino de 3,543 empresas de capital extranjero. La mayor parte de estos flujos se destinó al sector manufacturero, que concentró 61.3% del total. Los servicios financieros destacaron como la siguiente rama con más inversión, al recibir 9.6%, y la tercera fue por el concepto de logística y almacenamiento, con el 5.9%. El 37.8% de los flujos fue a través de nuevas inversiones; el 31.4% de cuentas entre compañías, y 30.8% por reinversión de utilidades.

En resumen, habrá una consolidación económica en el rubro de inversión extranjera, donde notamos que sólo una tercera parte de los flujos vendrán hacia nuevos proyectos. El resto se consolidará en industrias manufactureras existentes que manejan saldos intercompañías para repatriar utilidades. Otra tendencia importante es notar que la inversión de Estados Unidos sí está disminuyendo claramente, cuestión que obligará a México a voltear necesariamente a otras regiones. La buena noticia es que existen nuevos jugadores como Israel y Japón que están aprovechando esta coyuntura. México deberá así explorar de manera urgente nuevas alianzas internacionales para mantenerse como un país atractivo para recibir IED y generar empleo.