En México existen casi 5 millones de unidades empresariales que producen, generan empleo y pagan impuestos. Dicha cantidad de empresas, representa un récord histórico en México, pues nunca habían existido tantos emprendedores simultáneamente en nuestro país. Todas ellas, comparte un reto común: cruzar la barrera de los 2 años de supervivencia para probarse sostenibles.

ENRIQUE PRESBURGE PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

El éxito de dicho reto, depende en gran medida de que las empresas tengan financiamiento oportuno para poder hacer frente a sus necesidades de liquidez para comprar insumos, producir y esperar los plazos de cobranza de los clientes. He ahí el principal reto.

Hoy en día, México vive un auge de alternativas de financiamiento, donde destacan las siguientes:

1. Financiamiento bancario: El financiamiento bancario está alcanzando récords históricos, abrazando cerca de un 30% de la inyección total de recursos al sector privado. Tenemos ya más de 5 años consecutivos en que esta cifra ha ido creciendo sostenida y sólidamente, y una expansión clara sobre todo en el segmento de crédito al consumo.

2. SOFOMES: Las SOFOMES se han posicionado como una alternativa de financiamiento flexible, rápida y a la medida de las empresas. Con plazos más expeditos de resolución, flexibilidad en modalidades de amortización, un mejor servicio al cliente y menor burocracia, las SOFOMES hoy prestan 1 de cada 7 pesos en las empresas, y no han parado de crecer en colocación. Las SOFOMES han sabido ofrecer apoyo a las empresas en medio de un escenario de contracción económica y retracción del sector bancario.

3. Financiamiento Mezzanine: Hoy en día existen varios fideicomisos de fondos privados y bancos internacionales que diseñan mecanismos de “deuda estructurada”. Estos fondos, básicamente juntan dinero de afores y capitales internacionales para ofrecer deuda consolidada a la medida de las empresas en las que invierten, asumiendo un mayor riesgo, e inclusive modalidades de financiamiento de proyectos y no de empresas. Este nicho empezará a crecer sostenidamente.
4. Fondos de Capital Privado: En México ha sido vertiginoso el crecimiento de los “Private Equity Funds”, donde cada vez más fondos invierten en empresas mexicanas para asociarse con ellas en etapas de capital semilla, inversión temprana y exponenciación (turnover). Este mecanismo de financiamiento, plantea exponenciar la trascendencia de las PYMES en cortos periodos de tiempo.

Así, estamos presenciando en México la expansión de servicios financieros integrales para las PYMES. El compromiso del segmento de inversionistas se ha consolidado y diversificado. El reto a futuro será para las PYMES, pues de su correcto desempeño y administración dependerá atraer a toda esta gama de posibilidades de financiamiento.