Cada vez más el mundo de la tecnología se vuelve parte integral de nuestra vida. Ya no son sólo los contactos, el internet y el email los que nos mantienen pegados a nuestros celulares día y noche. También hay aplicaciones para cuidar la salud, diccionarios y traductores para entender otros idiomas, noticieros para enterarte de lo que sucede en el mundo y hasta programas más especializados para hacer tus propios videos, fotos o hobbies más específicos como quilting, patchwork y tejidos entre otros. Llegamos a la época en donde en efecto todo está en una app y todo está conectado.

El mundo judío no se queda atrás, hay apps que te ayudan en las labores de Shabat, como programar una alarma que se apague y suene sola en el día sagrado, apps que te enseñan las bendiciones adecuadas en el momento debido, juegos con temática judaica y sobretodo apps informativas que traen las noticias del mundo judío y análisis y reseñas de temas culturales, religiosos y políticos. Enlace Judío es un medio que trata de abarcar todos los temas relacionados con el mundo judío, como queremos estar al día sacamos a la luz nuestra nueva app. Como tocamos temas religiosos, al igual que temas culturales, hemos recibido preguntas de nuestros lectores sobre el trato adecuado que se debe dar a nuestros contenidos y sobre las leyes halájicas que envuelven a medios electrónicos en cuanto al manejo de textos sagrados.

Finalmente, desde hace años que empezaron a publicarse textos bíblicos y rezos en internet surgió la duda ¿cómo debemos honrar las escrituras? ¿se le debe dar el mismo trato a libros sagrados electrónicos que a libros impresos? ¿cuál es el depositario de honor: el objeto con el que rezamos o las palabras con las que rezamos? Estas preguntas se la hicieron muchos rabinos para realizar las halajot (leyes) de textos electrónicos. Para responderlas necesitamos dar un poco de contexto.

Trato debido a objetos religiosos.

En el judaísmo se considera que los objetos usados para hacer mitzvot (mandamientos) o cualquier otra acción sagrada, adquieren santidad por sí mismos. Dependiendo de para qué sean usados y cómo sean usados se tratan de distintas formas. No pueden ser deshechados como cuaquier otro utensilio.

Los libros impresos que contienen el nombre de D-os (ya sea hebreo o español), versículos del Tanaj (Biblia hebrea), principios o leyes toráicas deben recibir guenizá (entierro) cuando la persona ya no los desee. Es decir, cuando ya se han gastado demasiado y no tienen uso para la persona, se hace un rito especial donde el objeto que ha obtenido santidad se entierra; no pueden ser tirados a la basura, quemados o dispensados de alguna otra forma.

Se les debe dar respeto en cuanto al lugar donde se colocan: no pueden tocar el suelo, ni ser colocados en lugares poco dignos y no se pueden introducir a lugares con olores desagradables, ni lugares donde uno se deshace de sus deshechos o atiende sus necesidades primarias como un depósito de basura o el baño. Si uno realmente necesita atender a estos lugares puede cubrir con dos bolsas dichos objetos.

Tampoco pueden usarse con fines mundanos, como sostener otros objetos.

Estas reglas aplican para cualquier objeto que tenga existencia corpórea más allá de lo virtual, es decir libros, papeles, lienzos etc. En cualquier idioma, hebreo, español, inglés, incluso braille o microfilms.

Libros electrónicos

Sin embargo, ¿qué sucede con los libros electrónicos? ¿Debemos de darle el mismo respeto a las versiones en línea, ebooks, pdfs dentro de nuestras computadoras, tablets, celulares, usbs o discos? ¿Si le hacemos gueizá al sidur, deberíamos también enterrar nuestra usb cuando tenemos nuestro sidur electrónico ahí? ¿Si nuestra computadora tiene un virus y necesito resetear todo el disco duro, hay problema con que se borre mi Tanaj?

La respuesta es NO… Los libros electrónicos NO tienen la misma santidad que los libros escritos porque no tienen una corporalidad material. No estamos obligados a darles un respeto especial, porque su existencia es únicamente virtual.

Podemos meter nuestra Tablet al baño, o eliminar un archivo de pdf que tiene pasajes de la torá y quitar el ebook de nuestro kinddle sin incurrir en ningún tipo de violación halajica.

En cambio si se imprime de una página web o de cualquier otro sitio en papel. Entonces sí se le debe dar cuidado a esa hoja porque ya tiene una existencia material y corpórea.

Parte de la información fue tomada con chabad.org y consultada con rabinos.