El ataque con gas, llevado a cabo por el gobierno sirio o aviones rusos causó la muerte de al menos 67 personas, incluyendo 11 niños, en la provincia de Idlib, en el noroeste del país, dijo un grupo de supervisión británico.

Horas más tarde, el hospital que trata a las víctimas del ataque fue bombardeado. “El golpe vino horas después de la masacre cometida por aviones de combate en la ciudad”, dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña. La BBC citó a un médico que confirmó el segundo ataque.

Fuentes de la oposición informaron anteriormente que 100 personas fueron asesinadas y 400 resultaron heridas en el primer ataque aunque estos informes no pudieron ser verificados de inmediato. Se espera que el número de muertos aumente.

Rusia negó que sus aviones de combate estén detrás de los ataques aéreos del martes, informó la agencia oficial de noticias RIA, citando al Ministerio de Defensa.

Los medios de comunicación afiliados al régimen de Assad citaron a un alto funcionario del ejército sirio que refutó los informes sobre el uso de gas sarín o cualquier otro arma química.

“No hemos usado tal arma, no ahora y no en el pasado, tampoco la usaremos en el futuro”, dijo.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó la muerte de 11 niños por exposición a sustancias químicas, pero imágenes tomadas en Twitter mostraban a unos 20 niños pequeños inmóviles en una habitación.

Muchas personas se ahogaron o se desmayaron tras el ataque, y a algunos les salía espuma de la boca, dijo el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, citando fuentes médicas que lo describieron como una señal de un ataque con gas.

Según los informes, los ataques aéreos también hirieron a más de 60 personas en la localidad de Khan Sheikhoun en la isla de Idlib, agregó el Observatorio.

La provincia de Idlib está casi enteramente controlada por la oposición siria. Es el hogar aproximadamente 900.000 desplazados sirios, según las Naciones Unidas. Rebeldes y funcionarios de la oposición han expresado su preocupación por el hecho de que el gobierno planea lanzar un ataque concentrado contra la provincia sobrepoblada.

Activistas en el norte de Siria publicaron imágenes en los medios sociales mostrando a víctimas con espuma en la boca, y equipos de rescate limpiando con mangueras a niños casi desnudos que se retorcían en el suelo.

Francia pidió convocar una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU tras el ataque, informó la AFP.

La representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, dijo que el régimen del presidente Assad es responsable del terrible ataque químico.

El lunes, aviones de combate sirios bombardearon zonas residenciales en el este de Damasco, matando e hiriendo a decenas de personas en uno de los bombardeos más intensos sobre el principal enclave opositor cerca de la capital, dijeron residentes y activistas.

Al menos 22 personas murieron y otras resultaron heridas tras cuatro ataques aéreos contra un distrito muy poblado en la ciudad de Douma, el principal centro urbano de los rebeldes en Ghouta oriental al este de la capital.

Con información de The Times of Israel, Haaretz / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico