Altos funcionaros rusos acusaron a la administración Trump de planear el ataque con misiles contra la base aérea militar siria mucho antes del ataque con armas químicas perpetrado por el presidente Bashar al-Assad esta semana.
“Es obvio que el impacto de los misiles de crucero estadounidenses en la base aérea siria fue preparado mucho antes de los eventos de hoy”, declaró el Kremlin en el comunicado.
“Para llevar a cabo un ataque de tal magnitud es necesario realizar una amplia gama de actividades de exploración, planificación, preparación de misiones de vuelo y apuntar los misiles para su lanzamiento. Para cualquier especialista queda claro que esta decisión fue tomada en Washington mucho antes de los acontecimientos en Khan Sheikhoun”.
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Washington, dijo, llevó a cabo el ataque “únicamente por razones de políticas interna”.
Rusia planea aumentar las defensas del espacio aéreo en Siria tras el ataque y advirtió que esta acción militar ha aumentado había hecho que el riesgo de conflicto “fuera significativamente mayor”.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que reforzaría la capacidad del ejército sirio de derribar aviones de combate enemigos tras el ataque. “Pronto pondremos en marcha una serie de medidas para fortalecer y mejorar la eficacia de los sistemas de defensa aérea de las fuerzas armadas sirias”, dijo el Kremlin en un comunicado.
También se burló de la efectividad del ataque, diciendo que sólo 23 de los 59 misiles de crucero Tomahawk lanzados habían alcanzado su objetivo. No queda claro dónde aterrizaron los otros 36 misiles.
“La efectividad de combate del ataque de misiles masivos de Estados Unidos contra la base aérea de Siria es extremadamente baja”, dice el documento.
“Estas acciones por parte de Estados Unidos son vistas como una flagrante violación del acuerdo firmado en 2015 sobre la prevención de incidentes y la seguridad en operaciones en el espacio aéreo sirio”.
Según la agencia rusa Tass, el Almirante Grigorovich se dirige ahora a la ciudad portuaria siria de Tartus, en el Mediterráneo oriental. La fragata que comanda está armada con misiles de crucero Kalibr.
En el ataque fueron destruidos seis jets de combate MiG-23, un puesto de radar, un almacén de logística, instalaciones educativas y un comedor.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, también dijo que en la agenda no hay planes de una conversación telefónica entre Vladimir Putin y Donald Trump.
Con información de The independent
