Ken Livingstone no ha sido expulsado del partido laborista por sus comentarios sobre Hitler y el Sionismo. En su lugar, ha sido suspendido por dos años; pero ya ha cumplido un año de esa suspensión.

JAMES FORSYTH

Dada la ofensa de lo que dijo Livingstone y la alegría con la cual él expuso su argumento, debió haber sido expulsado. De hecho, algunos de sus comentarios en los últimos días han sido dignos de expulsión por sí mismos. Él habló a principios de esta semana de cómo “tenía hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial colaboración real” entre el gobierno nazi y el movimiento sionista.

No hay ninguna señal de penitencia de Livingstone esta noche. En su lugar, ha declarado que ‘Pienso que es importante que el partido Laborista no deba expulsar o suspender gente por decir la verdad’.

El hecho que Livingstone no sea expulsado del Laborismo a pesar de sus comentarios repetidos y ofensivos es una mancha en un partido político una vez noble que debe preocupar a todos en la política inglesa. Después que se anunció el veredicto del Comité Constitucional Nacional, Marcus Dysch—el editor político de The Jewish Chronicle—tuiteó “No hay ninguna parte para que vaya el Laborismo con los judíos británicos después de esto. Terminó.”

 

Fuente: Spectator
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México