Rex Tillerson, secretario de Estado de Estados Unidos ha advertido a Rusia que debe elegir entre alinearse con Estados Unidos o seguir apoyando al presidente sirio, acusado de atacar a su propia población con armas químicas, Bashar al Asad, Irán y la organizacoón terrorista Hezbolá.

Washington, ha dicho Tillerson en el marco de la reunión del G7 en la localidad italiana de Lucca, “espera” la salida de Al Asad. Estados Unidos endurece así su postura sobre el presidente sirio y se alinea con la de otros miembros del Gabinete republicano que, como la embajadora ante la ONU, Nikki Haley, han exigido que el presidente sirio abandone el poder. Estas declaraciones preceden un viaje diplomático a Moscú, donde empezará una visita clave para las relaciones entre ambos países.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado este martes en Moscú que los rebeldes preparan “nuevas provocaciones” con agentes químicos. En rueda de prensa Putin ha afirmado que Rusia tiene “información de diferentes fuentes de que provocaciones similares se preparan en otras regiones de Siria, incluso en la periferia de Damasco. Se proponen colocar algún tipo de sustancia y culpar de su uso a las autoridades sirias”, ha agregado el presidente ruso poco antes de que aterrice Rex Tillerson en Moscú. “Tenemos la intención de dirigirnos oficialmente a las estructuras correspondientes de la ONU en La Haya y llamar a la comunidad internacional a investigar detenidamente esos casos”, ha dicho Putin.

Mientras, los países del G7 —Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá— han pedido una salida diplomática al conflicto sirio y crear una paz duradera para una Siria unificada. “Nuestra esperanza es que al Asad no sea parte de ese futuro”, ha recalcado Tillerson.

Sin embargo, los países del G7 y la Unión Europea no han logrado trazar una postura común para imponer sanciones a Rusia y a Siria, después del ataque con armas químicas contra población civil que el pasado 4 de abril acabó con la vida de más de 80 personas.

Los ministros de Relaciones Exteriores de los países del G7 coinciden en que no hay ninguna solución para Siria mientras el presidente se mantenga en el poder.

El G7 junto con Turquía y varios países árabes (Qatar, Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita) insisten en que “no hay un futuro posible para Siria con El Asad”.

Tillerson ha recalcado que no está claro si Rusia ha fallado en sus obligaciones en Siria o es que no se las ha tomado en serio. Sin embargo, “eso no les importa mucho a los muertos”, declaró. “No podemos dejar que pase de nuevo”.