Sheldon G. Adelson, multimillonario judío dueño de casinos y fiel donante republicano, dio cinco millones de dólares para apoyar las festividades alrededor de la inauguración del Presidente Trump.

El regalo fue la contribución más grande jamás concedida a una inauguración, pero lejos del único cheque de siete cifras depositado por el comité responsable de llevar a cabo gran parte de las festividades durante la toma de posesión de Trump.

Un documento de 510 páginas presentado ante la Comisión Federal de Elecciones el martes muestra más de dos docenas de cheques de millones de dólares de corporaciones y individuos acaudalados, incluyendo a Robert K. Kraft, el dueño de los Patriotas de Nueva Inglaterra y un amigo cercano del Sr. Trump; Steven A. Cohen y Charles Schwab, ambos inversionistas multimillonarios; además de Robert R. Parsons, el fundador de GoDaddy.com.

En inauguraciones anteriores, a los individuos sólo se les permitía hacer contribuciones de hasta 250 mil.

En conjunto, el Sr. Trump recaudó 107 millones de dólares para su inauguración, el doble del récord de recaudación de fondos anterior, fijado por Barack Obama en 2009.

El comité inaugural anunció el martes el total de recaudación de fondos, pero debido a que presentó su informe a mano, el documento no estaba públicamente disponible hasta el miércoles

Algunos de los mayores cheques fueron de ejecutivos de corporaciones, grupos de presión y empresas que pronto tendrían grandes intereses en juego en una administración Trump, desde el sector energético hasta Wall Street. Otras grandes contribuciones vinieron de donantes o grupos de interés que se habían mostrado condescendientes cuando Trump ganó la nominación republicana – o incluso firmemente se opusieron a él.

El dinero de estas fuentes fluyó a pesar de – y tal vez debido a – las promesas del Sr. Trump de “drenar el pantano” de la corrupción de Washington y el tráfico de influencias, las cuales muestran pocas señales de disminuir en los primeros meses de su presidencia.

El comité inaugural del Sr. Trump no está obligado a informar cómo gastó el dinero en la inauguración, que incluyó más de 20 eventos y atrajo multitudes modestas. Los documentos tampoco revelan si quedaron fondos después de que las multitudes volvieran a casa. (La comisión dijo el martes que donaría esos fondos a organizaciones de beneficencia que todavía están siendo seleccionadas).

Los donantes más grandes recibieron invitaciones para una serie de eventos privados en la semana anterior a la inauguración, donde se mezclaron con miembros del círculo íntimo del Sr. Trump. Los eventos exclusivos incluyeron cenas en honor del presidente inaugural, el vicepresidente Mike Pence, algunos nominados al gabinete y la primera familia. El señor Trump hizo acto de presencia en todos.

Los donantes también recibieron un acceso especial a los eventos más públicos de la semana, desde los bailes inaugurales hasta la toma de protesta. Algunos incluso fueron invitados a usar el nuevo hotel de Washington del Sr. Trump, a pocas cuadras de la Casa Blanca, como lugar de reunión informal para la semana.

Tal vez ningún donante fue recompensado con un mayor acceso que el de Adelson, incondicional republicano que sólo dio su apoyo a Trump ya avanzada la campaña. Trump señaló a la pareja para agradecerles su apoyo durante un almuerzo en honor a los republicanos del Congreso la víspera de la inauguración. A la mañana siguiente, la pareja se sentó a unas cuantas filas atrás del Sr. Trump durante la inauguración, al momento de la toma de protesta.