“Para mí, Yom Haatzmaut no es sólo la independencia del Estado de Israel, sino la de cientos de jóvenes con necesidades especiales que ahora sirven con orgullo en las FDI. Israel es hoy una sociedad mucho más inclusiva, y lo celebro”.

La mayor Ricki Golan no es una típica oficial de las FDI. Al nacer dos meses antes de tiempo, Ricki tuvo una deficiencia de oxígeno que le produjo parálisis cerebral, una condición que la dejó físicamente discapacitada.

Ante la insistencia de sus padres, e impulsada por un profundo deseo de integrarse a la sociedad israelí, Golan cursó la preparatoria con alumnos no discapacitados y se graduó con honores.

Más tarde, como sucede con la mayoría de los israelíes con necesidades especiales, recibió la carta de aplazamiento automático del ejército antes de cumplir los 18 años. Pero ella y su familia la ignoraron. “Mis padres nunca desistieron,”, dice. “Me enseñaron que soy capaz, y crecí con ese sentimiento”.

El padre de Golan, el general de brigada Nati Golan, fue uno de los comandantes de tanques más decorados de las FDI durante la Guerra de los Seis Días. Después de la guerra de Yom Kipur, se unió al equipo de desarrollo del famoso tanque Merkava de Israel.

“Fui educada con valores claros”, dice Ricki. “Nos alistamos – sin importar la situación. Legalmente, yo no estaba obligada a servir, pero desde un punto de vista ético y sionista, quería hacerlo”.

Ya que estaba exenta del servicio y no podía inscribirse formalmente, Ricki insistió en que el ejército la aceptara como voluntaria. Lo hicieron, sobresalió y sus comandantes la impulsaron a integrarse en el curso de oficiales. “Hoy, veinte años más tarde, soy comandante en el Cuerpo de Ayudantes.”

Su trayectoria personal le mostró que servir en las FDI es más que un deber nacional. Es la puerta de entrada a la independencia, las habilidades y las amistades de por vida, el rito de iniciación de todo adolescente de 18 años, independientemente de sus habilidades.

En 2017, la mayor Golan se unió al liderazgo de Especiales de Uniforme el programa pionero que integra a adolescentes con necesidades especiales en las Fuerzas de Defensa de Israel, utilizando su fortaleza para su beneficio personal y el del ejército.

“Para mí, Yom Haatzmaut no es sólo la independencia del Estado de Israel, sino la de cientos de jóvenes con necesidades especiales que ahora sirven con orgullo en las FDI. Israel es hoy una sociedad mucho más inclusiva, y lo celebro”.

Suficientemente apto para el ejército

Cuando cumplió 18 años, Omer Lahat informó con entusiasmo a la oficina de alistamiento de las FDI que estaba decidido servir a su país. Acompañado por un auxiliar médico, se reunió con un oficial que inmediatamente determinó que su condición le impediría servir. Pero Omer no se dio por vencido. Decidió que pase lo que pase, se unirá al ejército. “Me pondré ese uniforme”, recuerda la promesa.

Al igual que Golán, Omer también proviene de una familia de soldados orgullosos. Su padre es ex comandante adjunto y piloto de aviones F-16 en la Fuerza Aérea de Israel. “Servir es algo muy importante en mi educación y en los valores de nuestra familia”.

Especiales de Uniforme aceptó a Omer como voluntario, donde trabajó dedicadamente durante más de un año. Hacia el final de ese año, el ejército reconoció su talento y contribución a la base y lo promovió a soldado regular. Hoy, el adolescente al que le dijeron que no podía alistarse es el cabo Omer Lahat.

“Gracias a Especiales de Uniforme y JNF, las FDI y el Estado de Israel, tengo la oportunidad de servir y ser parte de la sociedad como todos los demás”, dice Omer. “Feliz Yom Haatzmaut!”

Fuente: The Jerusalem Post / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico