ENLACE JUDÍO MÉXICO El secretario de Estado Rex Tillerson declaró hoy miércoles que Estados Unidos ya no condicionara sus políticas de relaciones exteriores con otros países al cumplimiento de valores estadounidenses como son los derechos humanos. Habló con un funcionario del Departamento de Estado ansioso por obtener respuestas sobre el nuevo cambio de prioridades.

Tillerson no proporcionó a los diplomáticos ningún detalle sobre los 2,300 empleos que planea eliminar o de cómo el recorte de un cuarto de presupuesto que propone va a afectar el funcionamiento del Departamento de Estado. Reconoció el malestar generalizado acerca de los próximos cambios y prometió a los diplomáticos que podrán hacer “una carrera profesional mucho más satisfactoria y plena” tras los cambios operativos.

Sin embargo, aun cuando dejó sin respuesta cuestiones administrativas clave, Tillerson ofreció la presentación más extensa que ha habido hasta la fecha de lo que el mantra “Estados Unidos Primero”, adoptado por el presidente Donald Trump, significa para las relaciones de Estados Unidos alrededor del mundo. Durante las dos últimas décadas, dijo el funcionario, Washington había “perdido el rumbo” no se sabía si las alianzas posteriores a la Guerra Fría todavía estaban sirviendo a los intereses de Estados Unidos.

“Estas son alianzas realmente importantes, pero tenemos que volver a equilibrarlas”, dijo Tillerson ante un auditorio del Departamento de Estado.

El ex director ejecutivo de Exxon Mobil marcó la diferencia entre los “valores” y las “políticas” estadounidenses que impulsarán su estrategia. Las políticas pueden y deben cambiar, dijo. Mientras que el desafío de los diplomáticos es identificar la mejor manera de representar los valores de los Estados Unidos, para la seguridad nacional del país, las políticas no necesariamente dependerán de esos valores, añadió.

Grupos protectores de derechos y legisladores de ambos partidos han expresado su preocupación por el hecho de que la administración de Trump haya disminuido la atención en el tema de derechos humanos. Han señalado que el presidente Trump ha tenido interacciones cálidas con líderes de naciones como Filipinas y Egipto, las cuales han experimentado grandes retrocesos democráticos en los últimos años.

Los comentarios de Tillerson reforzaron la noción de que bajo el gobierno de Trump, los Estados Unidos están dispuestos a romper acuerdos y cooperar estrechamente con gobiernos que no han mejorado en sus registros de derechos humanos.

En algunas circunstancias, si condicionamos nuestros intentos de incrementar la seguridad nacional a que a alguien más adopte nuestros valores, probablemente no podremos alcanzar buenos resultados en materia de seguridad nacional“, dijo Tillerson. “Esa política realmente genera obstáculos.”

Sin embargo, insistió en que los Estados Unidos no “dejará esos valores al margen”.

Hablando sin notas mientras se paseaba por el escenario y haciendo uso de círculos retóricos, Tillerson, evitó tocar temas controversiales y habló de sus esfuerzos diplomáticos hasta la fecha:

En cuanto al tema de Rusia, Tillerson dijo que “casi no hay confianza” entre las potencias nucleares más grandes del mundo, pero la administración ha tratado de reconstruir los lazos abordando un tema a la vez. En primer lugar tiene que atender el problema de Siria, ver si Washington y Moscú pueden obtener un cese al fuego que perdure.

Sobre los dos vecinos más cercanos de Estados Unidos, México y Canadá, dijo que están “listos para participar en un esfuerzo de buena fe” para actualizar sus relaciones comerciales con Estados Unidos, aludiendo a la insistencia de Trump en que el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica sea renegociado o cancelado. Dijo que los vínculos con ambos no son “tan rocosos como parece a veces”.

En lo referente a Asia, dijo que los Estados Unidos han preparado nuevas sanciones contra Corea del Norte. Según Tillerson, los Estados Unidos tomarán medidas contra países que no cumplan plenamente las sanciones existentes de las Naciones Unidas para hacer negocios con Pyongyang. Mencionó que la administración está revisando las relaciones con China y que el próximo mes celebrará la primera sesión de un diálogo diplomático y de seguridad con altos funcionarios chinos.

El discurso de Tillerson se produjo mientras se prepara una reorganización y reducción masiva del personal, lo cual ha alimentado los temores de demócratas y republicanos por igual de que la administración de Trump relegue la importancia de la ayuda y la diplomacia.

Mientras Tillerson propone un recorte de 26 por ciento a los fondos que recibe el departamento, Trump está presionando para que se realice un importante aumento de fondos dedicados al Pentágono; además ha asegurado miles de millones de dólares en nuevos fondos militares del Congreso.

Tillerson dijo que no hay “nada fácil” sobre lo que está tratando de hacer, admitió que la revisión presentara grandes incomodidades a los diplomáticos y sus familias que sirven en puestos en todo el mundo. Sin embargo, pidió a los empleados que proporcionaran la información necesaria – a través de una encuesta y otros métodos – para ayudar a configurar la futura dirección de la institución. El Departamento de Estado emplea a unas 75.000 personas en todo el mundo.

“Puedo prometerles que cuando todo esto esté hecho, van a tener una carrera mucho más plena y satisfactoria”, dijo Tillerson. “Porque van a sentirse mejor sobre lo que están haciendo.”

Fuente: Ap News