Enlace Judío México – Las escritoras Liz Hamui, Linda Hanono y Natalia Gurvich unieron sus talentos en “Tejidos culturales”, una compilación sobre las mujeres judías en México desde principios del siglo XX. El libro se compone de diez capítulos, siete de los cuales son investigaciones hechas por las coordinadoras del libro, mientras que tres son testimonios de mujeres que han sobresalido en diferentes rubros de la comunidad judía o fuera de ella. Como arte del panel para presentar el libro se encontraban Esther Shabot y Gina Zabludovsky.

Gina Zabludovsky es doctora en sociología y profesora de tiempo completo en la UNAM; ha sido catedrática e investigadora en diferentes instituciones. Entre otros reconocimientos, recibió el Premio María Lavalle Urbina en Investigación y Docencia en Ciencias Sociales.

Durante su intervención comentó: “Las coordinadoras llaman la atención al hecho de que no existe una historiografía que hable de las mujeres judías en México; aun siendo parte muy importante de la historia de la comunidad judía de México, no se les menciona como tal. Pero este libro no sólo habla de las mujeres, sino de toda la comunidad. La visión de la vida de las mujeres tiende a ser más holística e integral, no hay una separación física entre la vida y el trabajo. Por eso, este libro sobre las mujeres nos deja aproximarnos a la comunidad desde otra mirada”.
Este libro no sólo hace visible lo invisible, es decir, la participación de las mujeres, sino que abre una reflexión sobre las mujeres, algo que de forma inevitable es una reflexión sobre toda la comunidad. Los temas que se cruzan en este libro son el lenguaje y la identidad, en especial el idish. Otra característica es la práctica de la vida cotidiana, como la comida que tiene un lugar simbólico”.
Esther Shabot, socióloga y profesora en diversas instituciones educativas y experta en Oriente Medio, dijo: “Esta proyección que tiene el libro es para captar de una manera panorámica la evolución que hemos tenido las mujeres judías en México. Hay mucha información con la que podemos trazar una especie de trayectoria en la que nos damos cuenta cómo se han dado los cambios a través del tiempo”.
Después del comentario de las presentadoras, fue el turno de las escritoras de tomar la palabra.
Natalia Gurvich, nació en México, es doctora en historia, profesora de idish, hebreo e historia judía. Especialista en la historia de las inmigrantes judías a México, y es autora de varios libros. “La posición de la mujer sigue siendo poco valorada hasta la fecha. Cuando llegaron las mujeres ashkenazitas a México venían de diferentes países, idiomas, culturas, algunas de ellas con alguna profesión. La mujer trabajaba desde Europa, cuando se casaban, las familias querían que los hombres siguieran estudiando y era la mujer quien trabajaba. Muchas llegaron como contadoras o enfermeras. Una gran faltante de este libro son las maestras. En los colegios judíos las que nos dieron clases de idish o hebreo eran las mujeres”.
Liz Hamui, doctora en Ciencias Sociales y quien actualmente se desempeña en la Secretaría de Educación Médica de la UNAM. Sus líneas de investigación se relacionan con la Sociología de las Religiones. Además también es autora de varios libros. Sus comentarios fueron los siguientes: “Las mujeres jugaron un papel muy importante en las formación de la familia y hacer rotar una nueva comunidad judía en México, crear una identidad colectiva. Muchas redes que se mantuvieron con los correligionarios con los lugares de origen eran atendidos por las mujeres. Las ciencias sociales nos permiten explicar muchas cosas que de otra manera se quedarían sólo en la anécdota. Van a encontrar historias concretas dentro del libro”.
Linda Hanono, doctora en antropología, y quien actualmente se desempeña como Directora Académica de la Universidad en Movimiento, tomó la palabra: “Hay que entender que las mujeres de las primeras generaciones, a la sombra del esposo, hermano o padres, no eran reconocidas por todo el trabajo que se encargaban de hacer dentro del negocio y la casa, si les preguntabas ¿Trabajas? La respuesta era, “no, la empresa es mi esposo”. Así como se fueron integrando al país fueron teniendo su “guardadito” para invertirlo y desarrollarse como empresarias. Esta actividad no fue reconocida por la comunidad. Al final pudieron destacarse y desarrollarse como empresarias”.
Al terminar la presentación del libro cuatro mujeres que aparecen en el libro dando su testimonio se dirigieron a los presentes.
Olivia Gall es socióloga y politóloga, cuya lucha se concentra en acabar con la discriminación. Hija de Ruth Gall, quién fuera la primera mujer judía Física Espacial en México. “No vivíamos dentro de la comunidad, éramos sobrevivientes de holocausto. Cuando se les preguntaba sobre su identidad, ellos comentaban ser ciudadanos de la humanidad. El tema del holocausto y antisemitismo eran temas constantes dentro del hogar. Nos recalcaban que nosotros éramos mexicanos, no nos enseñaron el polaco, diciendo que era una falta de respeto hablar otro idioma frente a las empleadas domésticas. Mi madre era una persona progresista y se podía hablar con ella de cualquier tema”.
Ana Lau, investigadora de temas relacionados con la mujer: “Siempre me he dedicado a escribir acerca de las mujeres. En un anuario del PRI me encontré la historia de la creación de el Consejo Mexicano de Mujeres Israelitas. Así surgió mi investigación. Encontré el trabajo que hizo este grupo por México, que desde su fundación se dedicó a ayudar a México. Entre lo que encontré de las labores que hicieron es que mantuvieron por muchos años a la Escuela Albert Einstein, donde becaron a varios jóvenes. Hay varios mitos dentro del trabajo que hicieron, como los lavaderos de Xochimilco, fuimos buscarlos y no encontramos nada, ni nadie que nos hablara de ellos. Lo mismo la ayuda en el terremoto de Colima, hemos buscado y no hay nada escrito acerca de ese terremoto. Años después cambiaron su nombre a Voluntarias Judeo Mexicanas, y a la fecha siguen trabajando”.
Rina Risenfeld, Psicóloga con Maestría en Sexología comentó: “Creo que el mayor valor de mi participación es que por primera vez yo no toqué puertas, me llamaron a mí para que escribiera del tema de la homosexualidad. Llevo veinte años trabajando en este tema. Quisiera que entiendan que la homosexualidad no es una elección. La persona no puede hacer nada con lo que no siente. Hemos trabajado todo este tiempo para que la gente entienda mejor y menos gente llore. Cerrar los ojos ante algo tan complicado es no querer ver la realidad”.
Clara Jusidman, economista y Presidenta Fundadora de INCIDE Social A.C. aportó lo siguiente: “Yo fui educada en una familia judía tradicional. Mi ruptura con la comunidad judía fue porque yo quería hacer algo por mi país. En la época que trabajé en el gobierno fue sentirse muy orgullosos del trabajo. En el mundo judío no me sentía en mi espacio. En mi clase en la universidad éramos quince mujeres entre setenta. Yo siempre me he peleado con el hecho de que hay que trabajar con los hombres, al oírlo las mujeres no les gusta. Lo importante es cómo te construyes como ser humano”.