En un amargo incidente diplomático, un miembro de alto rango de la delegación estadounidense que preparó la visita de Donald Trump a Israel de la semana próxima rechazó enérgicamente la petición de que el primer ministro Benjamín Netanyahu acompañara al presidente cuando visite el muro occidental y luego dijo a sus homólogos israelíes: “El Muro de los Lamentos no es su territorio. Es parte de Cisjordania”, informó la televisión israelí el lunes por la noche.

En respuesta, la Casa Blanca dijo que los comentarios del funcionario estadounidense acerca del Muro de los Lamentos “no estaban autorizados” y no representaban las opiniones del presidente estadounidense Donald Trump.

El Muro de los Lamentos, parte de los muros de contención del antiguo templo, es el punto de oración más cercano para los judíos en el sitio mismo del Templo y, por lo tanto, el lugar de oración más sagrado del pueblo judío. Fue capturado junto con el resto de la Ciudad Vieja y Jerusalén Este en la guerra de 1967, y fue anexado por Israel como parte de su capital unida – un movimiento no reconocido internacionalmente.

Un funcionario de la Oficina del Primer Ministro confirmó el informe, diciendo al Times of Israel que los funcionarios israelíes estaban “sorprendidos” por los comentarios y habían cuestionado al gobierno de Trump sobre el incidente.

Según dicho funcionario, Netanyahu estaba seguro de que el comentario no reflejaba la política del presidente Trump: “Israel está seguro de que el comentario contradice la política del Presidente Trump expresada en su feroz oposición a la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU”, una referencia a la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de diciembre pasado, que rechazaba los derechos israelíes sobre Jerusalén y a la cual Trump se opuso públicamente.

Según el informe de Channel 2, los intercambios de ira comenzaron cuando el equipo israelí que trabajaba con la delegación estadounidense preguntó si Netanyahu podría acompañar a Trump cuando visite el Muro Occidental, una parada clave esperada en su visita del 22 al 23 de mayo a Israel y Cisjordania. Ningún presidente estadounidense ha visitado el Muro Occidental, porque la política estadounidense ha sido que el estatuto final de Jerusalén aún no se ha resuelto en las negociaciones entre Israel y Palestina.

La delegación estadounidense rechazó la petición de que Netanyahu se uniera a la visita, diciendo que sería “una visita privada” por parte de Trump y que él iría por su cuenta. Los israelíes entonces preguntaron si un equipo de televisión que proporcionaba cobertura en vivo de la visita de Trump podría al menos seguir filmando.

En este punto, dijo el informe de la televisión, un alto funcionario estadounidense respondió groseramente: “¿De qué estás hablando? No es asunto tuyo. Ni siquiera es parte de tu responsabilidad. No es territorio de ustedes. Es parte de Cisjordania”.

Estos comentarios condujeron a protestas vociferantes por parte de los israelíes, con la discusión llegando a los gritos y los israelíes recordando al equipo estadounidense que el Muro Occidental y la zona adyacente “es territorio sagrado para Israel”.

Irónicamente, los iracundos intercambios fueron reportados poco después de que el embajador de Trump en Israel, David Friedman, llegara al país y se trasladara inmediatamente al Muro Occidental, donde dijo que oró por el presidente y por el éxito de la visita de la próxima semana. “Estamos un poco cansados, pero queríamos ir directamente al lugar más sagrado de todo el mundo judío, el ‘Kotel Hama’aravi’, el Muro de los Lamentos, así que aquí llegamos directamente”, dijo Friedman en una declaración filmada proporcionada por la Embajada de Estados Unidos.

Acto seguido, llegó la respuesta de la Casa Blanca: los comentarios del funcionario estadounidense que dijo a sus homólogos israelíes que el Muro Occidental no formaba parte de Israel “no estaban autorizados” y no representaban las opiniones del presidente estadounidense Donald Trump.

“Los comentarios sobre el Muro Occidental no fueron una comunicación autorizada y no representan la posición de Estados Unidos y ciertamente no del Presidente”, dijo un alto funcionario de la administración a The Times de Israel.

Con información de The Times of Israel/ Traducción: May Samra