Enlace Judío México – La policía británica anunció que dejará de compartir información sobre el atentado de Mánchester con los servicios de inteligencia de EE.UU tras las reiteradas filtraciones a los medios estadounidenses.

El diario The New York Times publicó este miércoles imágenes del atentado de Mánchester y de los restos de la bomba detonada por un terrorista en el estadio Manchester Arena de la ciudad británica. Según el diario estadounidense, la bomba utilizada, que dejó 22 muertos y decenas de heridos, era “potente y sofisticada”. Las autoridades británicas están “furiosas” con Estados Unidos porque estas imágenes las tomó la Policía y las compartió con el gobierno de Donald Trump.

La ministra del interior británica, Amber Rudd, se quejó de que datos compartidos con el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos y otras agencias de inteligencia se hayan filtrado a la prensa estadounidense antes que las autoridades en el Reino Unido decidieran divulgarlas. Poco después de esta declaración, The New York Times volvió a publicar una exclusiva con fotos del lugar del atentado y restos de la bomba. Las imágenes las tomaron las autoridades británicas que investigan el atentado y fueron compartidas con agencias estadounidenses, quienes filtraron la información. El periódico publicó en exclusiva ocho fotografías que muestran elementos del explosivo, como el detonador, una batería, fragmentos de una mochila azul y pedazos de metal y de tornillos.

Rudd consideró “irritante” el hecho de que estos detalles se hayan filtrado a los medios estadounidenses antes de ser comunicados oficialmente en Reino Unido.

“La policía británica ha sido muy clara respecto a su intención de controlar el flujo de la información para proteger la integridad de las operaciones, el elemento sorpresa”, aseguró a BBC Radio. “Así que es irritante si se cuenta por otras fuentes y yo he sido muy clara con nuestros amigos de que eso no debe volver a suceder”.

Rudd no quiso aventurar si Estados Unidos abrirá una investigación al respecto “pero puedo decir que son perfectamente conscientes de la situación y que no debería volver a pasar”. La primera ministra, Theresa May, tratará el asunto este jueves con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la cumbre de la OTAN, en Bruselas.

Según The New York Times, la bomba consistía en un explosivo potente metido dentro de un recipiente de metal adosado a un chaleco negro o una mochila azul de la marca Karrimor. Además el suicida tenía un detonador pequeño en la mano izquierda.

El estado de alerta terrorista en el Reino Unido se mantiene en “crítico”.

Los elementos fotografiados y recolectados en la escena del crimen no permiten deducir la cantidad o el tipo de explosivo del que estaba compuesta la carga, pero hace pensar que se trataba de un dispositivo artesanal fabricado tras una “profunda reflexión y con cuidado”, según el diario estadounidense.

Estos restos, analizados por especialistas en el manejo de explosivos que fueron consultados por The New York Times, permiten deducir que la bomba era “potente, dotada de una carga ultrarápida, pero también que la metralla fue dispuesta con cuidado y metódicamente” para causar el mayor daño posible.

La bomba era suficientemente potente como para propulsar el torso del kamikaze lejos de la explosión y causar devastación en un gran semicírculo, en el que estaban la mayoría de las víctimas, según el diario.

La publicación insiste en el hecho de que la bomba tenía un detonador poco habitual, con un pequeño circuito impreso y no un simple interruptor, como suele ocurrir. Esto podría sugerir que había un retardador, o incluso un receptor para activarlo a distancia, o una combinación de ambos.

Este desarrollo se da el mismo día en que el ministro de defensa de Israel, Avigdor Liberman, que su país ha hecho ajustes a los protocolos para compartir inteligencia con Estados Unidos, después que el presidente Donald Trump revelara a diplomáticos rusos información clasificada que había sido provista por Israel, misma que Tel Aviv no había autorizado compartir con otro país.

Por su parte, en entrevista con BBC Radio, el diplomático estadounidense de mayor rango en Gran Bretaña, Lewis Lukens, condenó las filtraciones, diciendo que el gobierno estadounidense tomaría medidas para identificar a los responsables.

“Estas fugas son reprensibles, profundamente angustiantes, y las condenamos inequívocamente”, dijo. “El gobierno de Estados Unidos realizará una investigación sobre estas filtraciones y tomará las medidas apropiadas una vez que identifiquemos la fuente. Estamos decididos a identificar estas fugas y a detenerlas”.

Fuente: El País