MATTHEW KALMAN

Un taller de verano en Jerusalem enseña habilidades que crean oportunidades para adolescentes israelíes en ámbitos internacionales.

Los israelíes no sabían qué esperar cuando aterrizaron en Qatar. Después de todo, éste es un país que acoge a los líderes de Hamas y no mantiene relaciones diplomáticas con el Estado judío. Por la expresión de su rostro, era evidente que el funcionario de inmigración nunca había visto un pasaporte israelí. Después de susurrar con un colega igualmente aturdido, desapareció en una habitación juntó con los pasaportes.

Las peores pesadillas de los israelíes parecían estar a punto de realizarse. En los tensos minutos que siguieron, se dieron cuenta de que estaban varados en un país enemigo sin documentos. Habían entrenado durante meses, pero nada los había preparado para esto. Todos tenían cerca de 17 años.

En pocos minutos, los israelíes fueron escoltados al centro de Doha en vehículos blindados con guardias armados. No como prisioneros, sino como invitados de honor de la familia gobernante del Emir de Qatar.

Los adolescentes israelíes visitaron Qatar para participar en el Campeonato Mundial Escolar de Debate, una competencia anual que reúne a los mejores equipos de debate de preparatoria de todo el mundo.

“Por un momento me asusté. Sentí como si estuviese en una película,” dice Nina Tokayer, entonces una de las adolescentes israelíes en Qatar, ahora una madre de 23 años de edad. “Cuando nos devolvieron nuestros pasaportes sentí que estaba en un lugar a donde no muchos habían llegado, que era una experiencia única y no podía ignorarla”.

“Fue realmente increíble”, dice, recordando que los Qataris enviaron comida kosher para el equipo israelí en su mayoría observante y los llevaron a una excursión especial en el desierto. “Hicieron todo lo posible para que nos sintiéramos cómodos y bienvenidos, incluso al nivel de seguridad. Teníamos nuestro propio guardia que permaneció con nosotros y realmente sentimos que nos cuidaba”.

Este verano, el equipo israelí viajó a Bali, Indonesia. El año pasado estuvo en Stuttgart, Alemania. Antes de eso, en Singapur, Bangkok, Turquía y Sudáfrica.

Para muchos adolescentes israelíes de bachillerato, éstas son oportunidades de viajar a lugares que de otra manera nunca visitarían, y encontrarse con gente de todo el mundo que nunca hubiesen conocido.

“Me encantó entrar al mundo de otras personas, conocer a tanta gente de tantos lugares diferentes”, dice Nina. “Tuve la oportunidad de realmente hablar con ellos y conocer los mundos de los que venían. Disfruté del reto intelectual y de la sensación de crecer, aprender, de ganar confianza hablando ante una multitud, y sentir que realmente podía expresarme. Todo eso fue muy valioso para mí”.

Los equipos son seleccionados de un taller semanal para adolescentes en varias ciudades de Israel y talleres de verano de una semana en Jerusalem y Lod. Los entrenadores son expertos en debate, incluyendo a dos campeones a nivel mundial, así como entrenadores del extranjero. Cualquiera puede unirse.

Los principiantes comienzan en concursos europeos más pequeños antes de pasar a las grandes finales mundiales. Ellos aprenden a ordenar la información, construir argumentos, responder a afirmaciones contrarias, y perfeccionar sus habilidades en inglés en una atmósfera colegial pero competitiva.

“El debate me ayudó a informarme, a interesarme en lo que sucede alrededor y formar un criterio propio,” dice Naomi Green, de 18 años, que representará a Israel en el Campeonato Mundial de Debate Escolar que tendrá lugar en Bali el mes de julio.

Por lo general, los israelíes no pueden entrar a Indonesia, que tiene la mayor población musulmana del mundo y no mantiene relaciones diplomáticas con Israel. Pero todos los países anfitriones de los campeonatos deben aceptar a participantes de todos los países. Tal como lo hicieron en Qatar, Indonesia está emitiendo visas especiales para los adolescentes israelíes.

Avital Stahl, de 15 años, participó en su primer torneo internacional en el Concurso de Debate Escolar de Bratislava en marzo y espera integrarse al equipo israelí el próximo año. “El debate me apasiona por los conocimientos que me aporta”, dice. “Recientemente, he adquirido conocimientos en temas de economía, principios democráticos y política que me han ayudado a entender mejor el mundo que me rodea. El debate me ha permitido formar mis propias opiniones y participar en discusiones serias de una manera que no conocía anteriormente”.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico