JENNIFER CAFARELLA y MELISSA PAVLIK

El primer ataque de ISIS en Irán marcó dos realidades espantosas: la campaña en Ramadán del grupo está siendo exitosa mientras que la campaña anti-ISIS liderada por EEUU está en un camino al fracaso. ISIS aumenta los ataques cada año durante Ramadán a fin de ganar o aumentar el impulso en su campaña global para mantener su califato, expandirse a través del mundo musulmán y ganar una guerra apocalíptica contra Occidente. ISIS ha conducido ataques exitosos en tres nuevos países este año –Reino Unido, Filipinas e Irán– y probablemente logrará más antes que termine el mes santo musulmán. El grupo yihadista ha sostenido una insurgencia global a pesar de la considerable presión militar que enfrenta en Irak y Siria.

ISIS ha estado librando su campaña global en cuatro “círculos” desde el 2014. Primero, ISIS está defendiendo y tratando de permanecer y expandir su control territorial en su terreno central de Siria e Irak. Segundo, ISIS busca debilitar los centros de poder del Medio Oriente: Turquía, Egipto, Arabia Saudita e Irán. Tercero, ISIS se está expandiendo en otros países de mayoría musulmana a través de redes de ataque y, cuando es posible, operaciones terrestres. Cuarto, ISIS está conduciendo ataques espectaculares en el mundo de mayoría no musulmana (el “Lejano Extranjero”), a fin de polarizar esas comunidades y radicalizar a sus poblaciones minoritarias musulmanas. Los incrementos ofensivos en Ramadán establecen condiciones en estos círculos, variando su campaña principal basados en sus circunstancias y las capacidades en Irak y Siria y de sus redes en el exterior.

Los primeros aumentos del ISIS en Ramadán en 2012, 2013 y 2014 dieron inicio a sus campañas resurgentes para capturar vastas porciones de terreno en Irak y Siria y declarar el califato. ISIS continúa atacando las fuerzas anti-ISIS en Irak y Siria cada Ramadán. ISIS comenzó sus campañas en el “Lejano Extanjero” y el mundo musulmán tan temprano como fines del 2013, cuando el ala de operaciones externas de ISIS en Siria comenzó a reclutar, entrenar y desplegar combatientes extranjeros para llevar a cabo espectaculares ataques en Europa y a través del Medio Oriente y África del Norte. En el 2014, el ISIS envió agentes importantes a Libia y al Sinaí a fin de cultivar nuevos afiliados. El éxito del ISIS en el mundo musulmán en el 2014 le facilitó reconocer afiliados formales en Afganistán y Pakistán, Arabia Saudita, Argelia, el Cáucaso de Rusia, Nigeria, y Yemen antes de Ramadán del 2015. ISIS lo hizo a fin de “permanecer” en Irak y Siria y “expandirse” creando resiliencia globalmente para contrarrestar la presión.

La principal campaña de las campañas de Ramadán del ISIS convirtió al mundo musulmán y “exterior lejano” en el 2015, después de alcanzar su cúspide en Irak y Siria capturando las ciudades de Ramadi y Palmira poco antes. ISIS incrementó su campaña en el mundo musulmán, incluyendo ataques espectaculares en un centro vacacional de playa en Túnez y una mezquita chií en Kuwait mientras continuaba desplegando células de ataque dentro de Europa. ISIS atacó a una amplia variedad de objetivos a través del mundo musulmán y el “exterior lejano” en el año 2016, incluidos ataques exitosos en Bangladesh, Turquía y Arabia Saudita. El mismo año un terrorista prometiendo lealtad al líder del ISIS atacó un club nocturno en Orlando, Florida, poco después del inicio de Ramadán.

ISIS está expandiendo su alcance aun más lejos este Ramadán, el cual comenzó el 26 de mayo. ISIS condujo dos ataques casi simultáneos, complejos y coordinados contra objetivos simbólicos en la capital de Irán el 7 de junio. Estos ataques son un importante punto de inflexión que señala capacidad creciente en el segundo anillo de estados musulmanes fuertes. ISIS está ganando también impulso en el sudeste de Asia, parte de su tercer anillo, donde lanzó una importante ofensiva terrestre en las Filipinas, capturando una ciudad y defendiéndola contra una contraofensiva por parte de las fuerzas de seguridad filipinas. ISIS también condujo su primer ataque suicida exitoso en el Reino Unido, un objetivo prioritario en el cuarto anillo de mayoría no musulmana. Este ataque sugiere que ISIS tiene una red creciente en Europa a pesar de los crecientes esfuerzos contraterroristas europeos. Otras células de ataque de ISIS han sido desbaratadas en áreas con redes del ISIS incluidos España, Túnez y Rusia. ISIS ha seguido conduciendo un incremento de Ramadán en Irak, aunque las fuerzas de seguridad han frustrado algunos de sus ataques.

El alcance de la campaña actual de Ramadán del ISIS, su continuidad con las campañas pasadas y su capacidad de recuperación dentro de Irak y Siria demuestran que Estados Unidos ha fracasado en contener al ISIS o reclamar la iniciativa, mucho menos destruir a la organización. El Secretario de Defensa James Mattis ha dicho que los objetivos de Estados Unidos contra el ISIS son “aplastar las afirmaciones de invencibilidad del ISIS, negar al ISIS un refugio geográfico desde el cual incubar asesinato, eliminar la capacidad del ISIS de operar externamente y erradicar su capacidad para reclutar y financiar operaciones terroristas.” Las operaciones actuales lideradas por EEUU en Siria e Irak no lograrán estos objetivos. Estas operaciones equivalen a perseguir a la célula de ataque externo del ISIS alrededor del campo de batalla a través de sucesivos ataques lineales y tácticos que vinculan nuestra capacidad militar sin conseguir resultados decisivos. La célula de ataque externo del ISIS ahora se ha mudado de Raqqa, la principal campaña de operaciones respaldadas por EEUU, al sudeste de Siria cerca de la frontera iraquí, un área donde los socios en el terreno de Estados Unidos no pueden proyectar ahora fuerza.

ISIS está globalizando su capacidad de ataque externo a fin de soportar incluso una pérdida total de su terreno en Irak y Siria, el cual aun hoy se extiende más allá de Mosul y Raqqa, respectivamente. ISIS está deliberadamente “[fomentando] la interconexión entre sus filiales, redes y partidarios desperdigados, buscando crear una organización global”, según una evaluación publicada por la coalición anti-ISIS en marzo del 2017. Estados Unidos ha aumentado el ritmo de las operaciones contra agentes de alto valor de ISIS, pero no ha discapacitado a la célula de operaciones externas. ISIS ha pasado a movilizar a probables combatientes en el lugar en vez de llevarlos a Siria, Irak o Libia como combatientes extranjeros. La expansión del ISIS en áreas más lejanas como Afganistán y sudeste de Asia genera también opciones de base alternativas para elementos de mando y control y fuerzas potenciales de combate.

La supuesta “aceleración” por parte del Presidente Donald Trump de la campaña anti-ISIS que él heredó de su predecesor ha aumentado mínimamente la velocidad de las victorias tácticas en Raqqa y Mosul en el 2014 podría haber derrotado a la organización, pero ya no alcanza más. La red de ataque global de ISIS es ahora más robusta, dispersa y resiliente que nunca. ISIS seguirá dedicado a sus objetivos globales después que caigan Mosul y Raqqa y continuarán librando una campaña global calculada. El éxito global de ISIS genera un impulso para el yihadismo que perdurará aun si Estados Unidos se las arregla para derrotar a la organización, además. Al Qaeda está esperando para recoger el manto de la guerra global contra el Occidente, y podría incluso ser más exitoso que el ISIS. La amenaza que enfrenta EEUU por el yihadismo supera vastamente su actual campaña híper-táctica en Irak y Siria. El primer paso en colocar a Estados Unidos y sus aliados nuevamente en un camino a la victoria es reconocer que la estrategia de tácticas existente no será suficiente.

Jennifer Cafarella es la Planificadora Líder de Inteligencia en el Institute for the Study of War. Melissa Pavlik es una analista en contraterrorismo en el Institute for the Study of War.