¿Alguna vez has disfrutado del atardecer en la playa, del ruido que el mar hace al acercarse la ola? Para mí es una de las expresiones de belleza más grandes que he presenciado en la vida, es muestra de que hay una inteligencia superior capaz de crear belleza. Este es el caso de muchas personas, que observan la presencia de D-os en este mundo. En este discurso el rabino Raymond Beyda nos invita a admirar los cambios paulatinos que suceden en las estaciones y pensar en la armonía de D-os con la naturaleza. Esperamos les guste.

Cambio paulatino. Rab Raymond Beyda.

Empezó como un día lluvioso de escuela. Muchas madres tenían el mismo plan para pasar la tarde con sus hijos: había llegado al teatro local un artista dedicado al entretenimiento. Los niños estaban llenos de emoción mientras entraban al salón oscuro y tomaban sus asientos. A lo largo de las dos horas que duró el espectáculo, cantaron y rieron junto con el animador y disfrutaron cada minuto.

Sin embargo, al dejar sus asientos y abandonar los negros confines del espectáculo, los niños cubrieron sus ojos para protegerse de la luz brillante de la tarde que los saludaba a la salida. El cambio repentino de oscuridad a luz fue desagradable, por decir menos.

El mundo está diseñado para evitar la incomodad que los cambios drásticos ocasionan en el ambiente. Aquellos que viven en regiones de climas extremos pueden llegar a tener inviernos muy fríos y veranos muy calurosos. Sin embargo, el Creador ha construido la naturaleza de tal forma que esos cambios se den de forma paulatina; a través de estaciones transicionales que vuelven al cambio agradable, en lugar de doloroso. Mientras el tiempo cambia de otoño a invierno uno puede observar que el promedio de la temperatura es un poco más frío cada mes. Las hojas de los árboles, poco a poco, cambian de color antes de caer para dejar las ramas descubiertas al invierno. Cada día empieza con el amanecer iluminando lentamente el cielo de la noche antes de que el Sol se levante sobre el mundo con todo su esplendor. Mientras que el atardecer implica un ascender lento de la oscuridad antes de que la noche se coma el día.

Como éstos hay cientos de ejemplos de una transición de ambientes lenta, si dedicas parte de tu día a observarlos podrás sentir gratitud hacia el Diseñador de nuestro mundo.

Fuente: Raymond Beyda Online

Escrito por Rab. Raymond Beyda / Traducido por Aranza Gleason