Enlace Judío México – Pueden llegar a cualquier lugar de interés para el ejército israelí, como la Franja de Gaza o el Líbano. Según informes del extranjero, los drones participan en ataques aéreos contra militantes armados. Son controlados por soldados conocidos como operadores de drones por control remoto.

GILI COHEN

“Cada pequeño punto en la pantalla es una figura. Niños y jóvenes, son una figura pequeña, y eso significa que el área no está “limpia”. Siempre existe la probabilidad de que haya civiles en la zona y cuando se identifican estas figuras, se reportan y se da la orden de cese al fuego. El ataque no se lleva a cabo”.

La Fuerza Aérea opera más de 100 vehículos no tripulados, e Israel es considerado uno de los líderes en el campo de los drones. Los oficiales de la Fuerza Aérea dicen que las horas de vuelo de los drones aumentan cada año.

Sin embargo, altos funcionarios militares ahora se dan cuenta de que además de las ventajas existentes como cero muertes israelíes, la perspectiva de más ojos que acompañan a sus fuerzas, y el uso de fuego vivo, se paga un precio alto al utilizarlos. Según una investigación del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, no hay diferencia en las reacciones de aquellos que vuelan aviones no tripulados y los pilotos que operan en el campo de batalla en Irak o Afganistán. Ambos sufren de trastorno de estrés postraumático debido a la exposición a escenas de guerra, según el estudio.

El ejército israelí comenzó a investigar si, al igual que sus homólogos estadounidenses, los operadores de aviones no tripulados sufren de estrés psicológico por lo que ven en la batalla. La investigación médica, la primera de su tipo llevada a cabo en las FDI, comenzó a tomar forma antes de la Operación Margen Protector en 2014. Sin embargo, debido a procesos burocráticos, los participantes llenaron sus cuestionarios después de 7 semanas de combate en la Franja de Gaza.

Los operadores de drones respondieron a preguntas para identificar signos de depresión, ansiedad o TEPT. Se les pidió que comentaran si estaban satisfechos con lo que hacían, si sentían culpa o fracaso. También se les pidió que proporcionaran información sobre sus hábitos de sueño, su apetito e incluso deseos sexuales.

Debido a que la investigación está sujeta a las limitaciones establecidas por el Comité de Helsinki, la participación fue voluntaria. “Los comandantes permitieron acceso libre”, dijo una mujer oficial de la Fuerza Aérea, que ayudó con la realización del estudio. “Los soldados que respondieron al cuestionario nos agradecieron ‘por estar interesados, por venir y preguntarnos sobre el tema'”, dijo. Un total de 41 operadores de drones participaron en la investigación, entre ellos cinco mujeres.

Para sorpresa de los investigadores, en contraste con los hallazgos de sus colegas estadounidenses, los operadores de drones del ejército israelí no mostraron signos de depresión y ansiedad. “En general, los resultados de este estudio preliminar no indican que los operadores de aviones no tripulados sufren depresión, ansiedad o síntomas de TEPT”, señalaron los investigadores en el artículo publicado en la edición de diciembre de 2016 de la revista “Disaster and Military Medicine” (“Desastre y Medicina Militar”).

Al mismo tiempo, se encontraron diferencias significativas entre los operadores de drones más experimentados, que realizan misiones más complejas, y aquellos con menos experiencia y tiempo en el ejército. “La media del nivel de depresión de los operadores con más años en el puesto fue dos veces más alta que la de sus colegas con menor antigüedad. Por lo tanto, se encontró una asociación significativa entre la depresión, la antigüedad y la función que desempeñan los soldados u oficiales”.

Los operadores que habían servido en el ejército más de tres años mostraron altos e intensos niveles de estrés en comparación con sus colegas más jóvenes. Además, los resultados indican que en Israel “el trabajo de los operadores de drones está estructurado para que la presión se intensifique con el tiempo”. Esta variable, dicen los oficiales de la Fuerza Aérea, es la mejor indicación del desgaste de los operadores.

Según el artículo, estos hallazgos coinciden con el estudio de los operadores de drones del ejército estadounidense, que encontró que “los soldados de más de 25 años, que son los más experimentados, tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas de TEPT. “

“No encontramos personas que sufren verdaderos trastornos psicológicos”, dijo una oficial en respuesta a los hallazgos. “Las diferencias entre los operadores están todavía dentro de un rango normal, pero el hallazgo es significativo. “De hecho, añadió, cuanto más tiempo un operador se encuentra en el puesto, más se ve expuesto a escenas difíciles – para los operadores que entran y salen del remolque en la base, la transición es más aguda.

La investigación coincide con lo que un operador de aviones tripulados dijo acerca de su servicio durante la guerra de Gaza de 2014: “Tu cuerpo se siente fatigado, el agotamiento se acumula”, dijo. “No hay día ni noche – y así funcionan los terroristas. A nivel personal, el estado de alerta en combate tiene repercusiones”.

Los oficiales de la Fuerza Aérea comprendieron que deben hacer algo con respecto a las dificultades que enfrentan los pilotos y los que operan en combate por control remoto. Expertos en salud mental ahora ayudan a los soldados a procesar lo que experimentan en combate, ya sea a través de de la pantalla o estando presentes en el campo de batalla.

Los investigadores también intentaron explicar las diferencias entre los operadores de drones israelíes y sus colegas estadounidenses, que reportaron signos de depresión y TEPT. “El tamaño la muestra de investigación podría explicar las discrepancias entre las conclusiones de ambos estudios. Hay otras diferencias, como la proximidad al área de operación: sólo unos 50 kilómetros separan la base de Palmahim de la Franja de Gaza, en comparación con los miles de kilómetros entre Nevada y Yemen o Afganistán. La relativa cercanía puede haber sido realmente un factor atenuante”.

Además, el servicio militar en Israel es obligatorio, mientras que el Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos es un ejército de profesionales voluntarios. Las pruebas de selección aseguran que los soldados israelíes “representan una población mentalmente más saludable en relación a la población en general”, señalaron los investigadores.

Otro factor es el hecho de que las bases de la Fuerza Aérea de Israel están bajo amenaza de fuego de cohetes, lo que puede eliminar significativamente la diferencia entre el combate desde el remolque de la base y la vida fuera de ella. Además, los operadores israelíes saben que defienden a su país, y por lo tanto son menos susceptibles a la depresión.

“Las repercusiones psicológicas existen. Probablemente no sean dramáticas, pero el problema es latente”, dijo un comandante de una base de la Fuerza Aérea que opera aviones no tripulados. “Tu cabeza puede estar ‘ahí’, dentro de la batalla, pero estás afuera. No decimos que el problema es de débiles, sino que hablamos de ello”.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico