Las “Macabiadas”, como vulgarmente se conoce a los Juegos Macabeos, no consisten sólo en descubrir quién es el nadador judío más rápido, en contraposición al nadador más rápido del mundo.

La competición deportiva internacional de los 20º Juegos Macabeos ha comenzado – un festival de dos semanas de deporte con unos 10.000 competidores de 80 países, incluyendo 7.000 de la Diáspora. Los llamados Juegos Olímpicos judíos mostrarán logros atléticos en más de 40 eventos.

El lema olímpico tripartito Citius, Altius, Fortius, latín para “más rápido, más alto, más fuerte,” expresa el mismo ideal que los Juegos Macabeos, pero cuando fue propuesto por Pierre de Coubertin cuando formó el comité olímpico internacional en 1894, no había lugares deportivos internacionales que dieran la bienvenida a los atletas judíos.

El mundo judío a finales del siglo XIX, sobre todo en Europa, no tenía tiempo para los juegos. Estaba demasiado preocupado por acontecimientos como la publicación zarista de Los Protocolos de los Ancianos de Sión y la persecución francesa del Capitán Alfred Dreyfus. El noble lema de Coubertin no era para oídos judíos: “Estas tres palabras representan un programa de belleza moral. La estética del deporte es intangible”.

Qué cambio tan grande ha ocurrido en el mundo judío desde entonces, en los 19 Juegos Macabeos anteriores que resaltaron atletas judíos, muchos de los cuales también participaron en los Juegos Olímpicos internacionales. De hecho, ése era uno de los propósitos originales de las Macabiadas.

“El propósito de estas competiciones judías mundiales era permitir a las diversas asociaciones participantes la oportunidad de probar su fuerza, prepararse para competiciones internacionales y olímpicas y glorificar los logros deportivos de la juventud judía”.

Los Juegos Macabeos no consisten sólo en descubrir quién es el nadador judío más rápido, en contraposición al nadador más rápido del mundo. Cada cuatro años lleva a los espectaculares atletas judíos de Israel a experimentar la “emoción de la victoria y la agonía de la derrota” en una atmósfera familiar.

Que algunos competidores de las Macabiadas eventualmente hagan aliá es un plus; que participen en los juegos es lo que importa.

Los competidores de este año incluyen atletas que ya han demostrado su coraje y determinación en su campo del deporte. Alguien que destaca es Sherry Levin, la entrenadora jefe del equipo de baloncesto femenino Open de Estados Unidos.

Con 54 años, nativa de Newton, Massachusetts, y sobreviviente de cáncer participó en sus primeros Juegos Macabeos jugando en 1981 y ganando la medalla de plata con el equipo del US Open.

A continuación, ganó una medalla de oro como entrenadora con la Selección de las Sub-18 de Estados Unidos en los decimonovenos Juegos Macabeos en 2013.

“Todo el que lucha contra el cáncer dice que cambia su visión de las cosas. Y es así. Cada momento positivo se acaricia, mientras que cada momento negativo dejas que se vaya y olvidas”, dijo Levin a The Boston Globe el año pasado. “He llegado a cerrar el círculo desde que jugaba en el equipo … También es un evento que cambia la vida. Para mí, es una oportunidad para devolver. Tienes la experiencia de ir a Israel, conectar con tu herencia, y hacerlo con el espíritu y la pasión de llevar a EE.UU. en el uniforme”.

Las Macabiadas son también literalmente un evento familiar para algunos participantes. Los tres hermanos Rivera, Jake, Luke y Nick, juegan juntos en el equipo de hockey sobre hielo de Estados Unidos y visitan Israel por primera vez.

“La capacidad de jugar junto a los demás es una oportunidad increíble que hará la experiencia aún más memorable”, dijeron a The Jerusalem Post. “Para hacerlo mucho más especial, lo haremos frente a toda nuestra familia, en su primer viaje a Israel, un momento muy orgulloso para todos nosotros”.

Algunas familias compiten por separado. El jugador de tenis Jonah Jurick, de 17 años, es un junior, mientras que Michael Jurick, de 49 años, es un veterano, y el miembro de la familia Avram Woidislawsky, de 77 años, es un gran maestro en la cancha. A pesar de competir individualmente, los tres miembros de la familia marcharán juntos en la ceremonia de apertura.

“Me imagino en el momento, marchando con mi hijo y mi suegro, y con otros miles judíos, y simplemente radiante de orgullo”, dijo Michael.

Los Juegos Macabeos fueron la culminación de una campaña de 10 años iniciada por un joven judío de 15 años en Bielorrusia, Joseph Yekutieli, en respuesta a los Juegos Olímpicos Mundiales de 1912 en Estocolmo. En 1930 y 31, Yekutieli dirigió una gira promocional de 9.400 kilómetros para los primeros juegos macabeos desde el desierto del Sinaí a través de Egipto, Grecia, Bulgaria, Yugoslavia, Austria, Alemania y Francia a Inglaterra. Por primera vez, los entusiastas atletas judíos fueron invitados a participar en la primavera siguiente en los Juegos Olímpicos judíos.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico