Después de 9 meses de duros combates urbanos en la Ciudad de Mosul, las tropas de Irak lograron prácticamente sacar al Estado Islámico de la misma el pasado 9 de julio.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Mosul está localizada al Norte de Irak, ubicada en el este del Río Tigris, distante a 396 km de Bagdad la Capital de Irak, país que tiene actualmente una población estimada en 38 millones. El 9 de octubre del 2016 con apoyo de EUA y sus aliados, el Ejército de Irak inició una campaña para reconquistar Mosul, a la lucha también se unieron combatientes kurdos, tribus árabes-sunitas y militantes chiitas.

A mediados de junio del 2014 el Estado Islámico se posesionó de Mosul y su líder, Abu Baker al Bagdadí, proclamó su califato en la Gran Mezquita Alnuri con su distintivo minarete inclinado. Esta Mezquita fue destruida en la reconquista de Mosul, quizá como un acto final de desafío del Estado Islámico antes de perder el control de la ciudad. La Mezquita era el recinto religioso sunita más importante de Mosul; recibió su nombre en honor al líder Nur al Din Mahmoud Zangi, un gobernante turco de Mosul y Alepo (en Siria) que ordenó su construcción en 1,172, dos años antes de su muerte. Nur al Din estuvo 28 años en el poder y destacó por movilizar y unificar a las fuerzas musulmanas en la guerra santa (yihad) contra los cruzados cristianos.

En un sorpresivo ataque a Mosul en junio del 2014, 800 extremistas del Estado Islámico expulsaron a entre 10 mil y 30 mil soldados y fuerzas de seguridad iraquíes que depusieron sus armas y huyeron; entonces el Estado Islámico estableció un brutal régimen que condujo a un éxodo masivo, desde esa fecha al presente más de 900 mil personas, en ese año la población de Mosul ascendía a cerca de dos millones, era la tercera ciudad más importante de Irak. El Estado Islámico impuso violentamente su autoridad, persiguió y asesinó a las minorías que vivían en Mosul.

El autoproclamado Califa Al Bagdali, nacido en Samarra, Irak , en 1971, Doctorado en Estudios Islámicos en la Universidad de Bagdad, considerado como sucesor de Osama Bin Laden, se unió a la insurgencia contra la invasión de EUA que derrocó al Presidente Saddam Hussein en el 2003. Bagdali se apoderó de los ricos yacimientos petroleros de Mosul, que a pesar de que se utilizaron técnicas primitivas en la extracción y refinamiento del crudo, produjeron al Estado Islámico miles de millones de dólares en su venta a la población local y a los individuos que manejan las rutas de contrabando. Asimismo, saquearon las cuentas de los bancos pertenecientes a cristianos y musulmanes, un botín estimado en mil millones de dólares, establecieron un impuesto de 5.0% a todos los retiros en efectivo.

Otra actividad importante del Estado Islámico está vinculada con el tráfico de seres humanos, especialmente en el Norte de Irak y referido particularmente a la minoría Yazidí. Igualmente, obtuvieron elevados ingresos de la explotación de terrenos agrícolas; se estima que los terroristas se apoderaron del 40.0% de las tierras agrícolas de trigo cultivadas en Irak. El control de los territorios, carreteras y fronteras ha sido una fuente relevante de ingresos del Estado Islámico.

En este contexto, Mosul es la última ciudad iraquí en manos del Estado Islámico y la mayor que ha logrado controlar; no obstante, su caída no equivale a su desaparición de Irak; aún le quedan varios reductos, principalmente en el Norte y Oeste del país, ocupados y dominados desde junio del 2014; a saber:

– Tal Afar, ciudad que originalmente tenía 200 mil habitantes, se estima que su número ha descendido drásticamente. Se encuentra a 60 km al Oeste de Mosul, camino hacia la frontera Siria. Es un enclave chiita en una zona mayoritariamente poblada por sunitas.

– Hanija, casi 200 km al sureste de Mosul y 300 km al Norte de Bagdad; es una ciudad de 100 mil habitantes en la zona de Kirkuk, controlada por los kurdos. Ha sido escenario de fuertes combates y de violencia. La presencia de los Peshmerga (término usado por los kurdos para los combatientes kurdos armados) en la región, que controlan territorios del norte de Irak, transforman a esta ciudad en el objetivo político de Bagdad para evitar más brotes de separatismo.

– Alqaim sobre el río Éufrates y en la frontera con Siria; tiene 150 mil habitantes y es la última localidad que el Estado Islámico retiene en la provincia de Ámbar, que capturó casi en su totalidad en el 2014. Se encuentra a 400 km al noreste de Bagdad y se hizo famosa en la década de los ochenta como centro de extracción y proceso de uranio para el abortado programa nuclear iraquí. Alqaim y sus alrededores serán difíciles de capturar y retener debido a su cercanía con Siria, desde donde el Estado Islámico aún puede montar un contraataque.

Sacar al Estado Islámico de Mosul ha tenido un elevado costo humano y material. Información extraoficial de las fuerzas antiterroristas, el cuerpo de élite entrenado por EUA, registró un 40.0% de bajas en la campaña para liberar a Mosul; igualmente miles de civiles murieron, un número importante de ellos aniquilados por francotiradores yihadistas. Miles de desplazados vagan por doquier muertos de hambre; ¿a dónde van a volver? La crisis humanitaria en Mosul es evidente, el paisaje es desolador; ¿De dónde van a salir los recursos para reconstruir a Mosul? la ONU apenas sobrevive para cubrir la emergencia; solo ha recibido el 43.0% de los 985 millones de dólares que solicitó para su Plan de Respuesta Humanitaria para Irak en el año en curso.

En este ámbito, la misión de la ONU en Irak (Unami) estima en mil millones de dólares el costo de la reconstrucción de la infraestructura básica de Mosul. Irak postconflicto se enfrenta no solo a la necesidad de reconstruir al país, sino también de lograr una reconciliación entre sunitas y chiitas.

La ocupación del Estado Islámico en el 2014 unió a todos los grupos árabes y kurdos, a la mayoría chiita y a la minoría sunita frente al enemigo común.

Con Mosul liberada las diferencias vuelven a la superficie. Los partidos políticos no han logrado superar su afiliación étnica religiosa, ni consensuado un modelo nacional inclusivo. “Si los políticos no son capaces de elevarse sobre sus intereses y solucionar los problemas de los iraquíes, el país dará luz a un sucesor del Estado Islámico”.

El terrorismo del Estado Islámico es total, universal, sin límites, ha dado velocidad a una transformación que experimenta con la pérdida de territorios; ahora puede prescindir de ellos y hasta de una organización. Está presente en cualquier lugar del mundo donde alguien esté dispuesto a seguir los designios de la yihad, que ahora ocupa un sitio privilegiado en Europa. Sus mercenarios han logrado cambiar el modus vivendi de esa región, “limitando las libertades e inoculando el miedo constante entre la ciudadanía.

El Islam radical cada vez más seduce a los jóvenes europeos inseguros de su identidad y que piensan que en el terrorismo hallarán su razón de ser y de vivir. El discurso y las acciones criminales del Estado Islámico han sido posibles “porque en la mayoría de los países musulmanes el sistema democrático y el Estado de derecho no están realmente establecidos; porque la sociedad occidental no ha dado una oportunidad a esos jóvenes de origen inmigrante, y ello ha facilitado que se sientan atraídos por la arriesgada aventura de la yihad”.

El Islam radical se ha convertido en un monstruo de mil cabezas, su brutalidad mancha de sangre de inocentes la faz del mundo.