Enlace Judío México – Barrie Kosky, director musical judío australiano, estrenó una innovadora edición de una de las más famosas obras de Richard Wagner, “Los Maestros Cantores de Núremberg”, realizando con ella una crítica cómica e irónica del arraigado antisemitismo del compositor alemán.

La obra “Los Maestros Cantores de Nuremberg” de Richard Wagner, dirigida por el judío australiano Barrie Kosky, se estrenó este martes abriendo el Festival de Bayreuth, dedicado anualmente a la obra del compositor alemán que abiertamente siempre se considero un antisemita. La canciller alemana, Angela Merkel, los reyes de Suecia y demás audiencia presente aclamó el trabajo de Kosky.

La obra fue por primera vez estrenada en Munich en 1868, una de las más largas del compositor y de las favoritas de Adolf Hitler (quien consideraba a Wagner su compositor favorito), y gira sobre la historia de un concurso de cantantes alemanes y su pasión por la música en la ciudad de Núremberg durante el siglo XVI.

Una oda a la supremacía del arte alemán desde la perspectiva de la época, fue el emblema cultural y artístico por excelencia de la Alemania Nazi para enmarcar las glorias de los germanos.

“Tenía miedo a no poder respirar en este mundo tan cerrado, a sentir la pesada losa del Tercer Reich sobre mis espaldas, a caer en las redes de Wagner, sus clichés y utopías” declaró el australiano antes del estreno.

Kosky, de manera imaginativa y cómica, traslada la esencia de la obra localizada originalmente en la Núremberg del siglo XVI, hacia una especie de “historia dentro de una historia” en la que el compositor húngaro Franz Liszt y el compositor judío alemán Hermann Levi, visitan a Wagner y a su hija Cosima en su residencia, la villa de Wahnfried, en la Bayreuth de 1875.

Así, el propio Wagner y su manera de pensar se volverán una alusión directa al protagonista de la obra original, Hans Sachs, y uno de los invitados, Levi, irá encarnando al personaje original de Sixtus Beckmesser, que se volverá un estereotipado judío que será humillado y golpeado a lo largo de la obra de Kosky.

El escenario inicial de Wahnfried termina por convertirse en la sala de los Juicios de Nuremberg de 1945, en la que el juzgado se vuelve el propio Wagner/Sachs y el juzgador es Levi/Beckmesser.

El personaje de Hans Sachs/Richard Wagner en el escenario que se ha convertido en el Tribunal de Núremberg.

“Soy el primer judío que dirige esta pieza en Bayreuth, y como judío, eso significa que no puedo decir, como muchos hacen, que Beckmesser no tiene nada que ver con el antisemitismo.

“Por supuesto que tiene que ver. En mi opinión, Beckmesser, aunque no es un judío, es una creación tipo Frankenstein de todo lo que Wagner odiaba: los judíos, los franceses, los italianos y los críticos” comentó Kosky a una emisora televisiva local alemana.

Kosky ha dirigido la Komische Oper de Berlín desde el año 2012, en la cual ha dirigido las obras de judíos alemanes de los años 20 y 30 que tuvieron que huir del régimen nazi.

Fuente: Deutsche Welle, i24 News