Enlace Judío – Es fácil sentirse agradecido con D-os cuando las cosas van bien; cuando obtenemos el trabajo que llevamos varios meses esperando, nos curamos de una enfermedad asesina o recibimos el premio que tanto queríamos. Pero y cuando van mal, podemos agradecerle a D-os nuestra desgracia genuinamente sintiendo cada una de las palabras que expresamos. ¿Quién lo sabe? Es algo muy difícil de hacer. Además, ¿por qué podríamos agradecer por nuestra propia desgracia si se nos prohíbe agradecer la desgracia ajena? Esta historia de forma sutil responde a estas preguntas ¿Qué quiere decir agradecer por el mal?

MARTÍN BUBER. Recibir el mal con alegría

Rabi Schmelke y su hermano visitaron a su maestro, el santo predicador de Mesritsch, y le dijeron:

– Nuestros sabios han dicho una frase que no nos da descanso, pues no logramos entenderla. Ellos afirman que debemos agradecer a D-os tanto por el mal como por el bien, y recibir lo uno con lo otro con igual alegría. Expicadnos rabí qué han querido decir los sabios de Israel.

El predicador repuso:

– Id a la casa de oración. Allí encontraréis a un hombre que fuma una pipa. Es el hombre Susia. Él os interpretará la frase que no entendéis.

Fueron a la casa de oración y repitieron la pregunta a Rabí Susia, quien se echó a reír.

– Estoy tan en ayunas como vosotros – dijo -. En mi vida he conocido el mal .

Pero ellos sabían que la existencia de Rabí Susia era, desde el día de su nacimiento, un tejido de penurias y pesares. Entonces entendieron qué significa recibir las penas con amor.

Fuente: Raíces