Enlace Judío México.- Queridos amigos, sin importar lo que digan, opinen y afirmen nuestros enemigos, el actuar del Ejército de Israel, es, sin lugar a dudas, el más ético del mundo. Recientemente, el Tribunal Militar de Apelaciones ha dado una nueva muestra indesmentible, de hasta dónde llega su rigurosidad sin excepciones de ninguna especie, rigiéndose por códigos y normas que llevan al asombro.

EDUARDO HADJES EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

En un atentado terrorista ocurrido en Hebrón, un terrorista palestino acuchilló a varios soldados israelíes, antes que uno de los integrantes de la patrulla lograra neutralizarlo, al herirlo con un disparo que dejó al terrorista tendido en el suelo.

Estando ya el terrorista imposibilitado de seguir en su demencial actuar, llegó al lugar el soldado Elor Azaría, el cual, al ver a sus compañeros heridos, uso su arma de servicio, eliminando al terrorista de un certero disparo.
Presentado el caso a las autoridades militares, el soldado Azaría fue llevado a tribunales, siendo condenado por asesinato, al haber disparado al terrorista en circunstancias que éste no representaba, dado el estado en que se encontraba, un peligro para los soldados israelíes.

Esta resolución del Tribunal militar despertó grandes polémicas en Israel. Las posiciones encontradas dividieron tanto a la prensa como a la opinión pública. Tratándose de un terrorista que había agredido a soldados israelíes, dejando a varios de ellos heridos y quedando claro que su intención habría sido asesinarlos, ¿Hasta dónde se debía tener consideraciones humanitarias con tan despreciable individuo? Primero el Tribunal Militar y ahora el Tribunal de Apelaciones, determinó por la unanimidad de sus miembros, que los integrantes del ejército de Israel deben regirse por principios éticos y morales inclaudicables, ya que están basados en la esencia misma de los principios del ser judío y por ningún motivo uno de sus integrantes puede transgredir dichas normas.

Si para defender las propias vidas o la de sus semejantes, un soldado da muerte a un terrorista, es, sin duda alguna, un acto de defensa propia, legítimo y adecuado, pero, estando el terrorista herido y sin posibilidades lógicas de continuar con su demencial actuar, por ningún motivo, quien lleva el uniforme militar, debe o puede salirse de las rigurosas instrucciones respectivas.

Este actuar no debería sorprendernos tanto, ya que ha sido permanentemente la forma de actuar del Estado de Israel. En estos mismos días, estamos enterándonos que Saeb Erekat, la segunda autoridad en los palestinos, después de Abás, está siendo tratado en un hospital israelí por una grave enfermedad pulmonar, estando en lugar preferente para recibir un trasplante de pulmón y, desde hace más de 3 años, el ejército israelí tiene puestos de campaña en la frontera con Siria, donde son atendidos en forma permanente, heridos y enfermos sirios, los cuales, al no tener posibilidades de ser tratados por hospitales sirios, cada vez concurren en mayor número, a la ayuda de “sus enemigos” israelíes para salvar sus vidas.

Qué bendición más grande hemos tenido al pertenecer al pueblo que, sin importar consideraciones de ninguna especie, pone prioritariamente sus conceptos morales y éticos, por encima de cualquier otra consideración

David ben Jaim

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