Enlace Judío México – Los siguientes midrashim (relatos) fueron tomados y traducidos del Sefer Ha-Agadá. Muestran una perspectiva más profunda sobre la Creación del Cielo y la Tierra, basada en las Escrituras.

La creación del Cielo.

“Y D-os llamó al firmamento Cielo (Shamayim)” (Gen 1:8).

“Shamayim” está compuesto de las palabras “esh” (fuego) y “mayim” (agua). El Santo, Bendito Sea, tomó fuego y agua; al unirlos surgió el Cielo.

Otro comentario dice que también se le llama “Shamayim”, por qué los hombres preguntan (mishtomemim) ¿de qué está hecho (shel ma)?, ¿de fuego?, ¿de agua? ¡Es un enigma!

La existencia de todas las cosas

“Todo lo que fue creado en el Cielo y en la Tierra existe en la forma en la que fue creado, aquel día en que D-os hizo la Tierra y el Cielo”.

“Lo que implica”, dice Rab. Nehemiah, “es que justo en el día en que el Cielo y la Tierra fueron creados, crearon a las generaciones que han surgido de ambos.

Rab Juda objetó: “¿qué no dicen Las Escrituras: ‘y fue mañana y fue tarde, día uno… día segundo… día tercero… día cuarto… día quinto… día sexto?’”

A lo que Rab. Nehemiah contestó: “Todo lo que ha sido creado en la Tierra y el Cielo es similar a la experiencia de los que cosechan higos. (1) Todos los seres fueron creados desde el inicio de la Creación sin embargo se hicieron visibles sólo hasta que llegó el tiempo designado para ellos.

De la misma forma, Rab. Berekhiah decía que las palabras “Y la Tierra hizo crecer” (Gen 1:12) apoyan ésta tesis, ya que sólo puede crecer aquello que ya existe de forma interna.

Nota:
(1) Todos los higos de un árbol toman su forma cuando aún se encuentran en él, sin embargo, el tiempo de maduración para es distinto en cada uno de los frutos.