Enlace Judío México – El Consejo de Seguridad de la ONU debe expandir el mandato de la fuerzas de la UNIFIL y asegurar que hagan su trabajo.

DANNY DANON, EMBAJADOR DE ISRAEL ANTE LA ONU

Durante el año pasado, he dado a docenas de embajadores de Naciones Unidas giras por la frontera de Israel con Líbano. Durante una visita reciente con mi homóloga estadounidense, Nikki Haley, oficiales de las Fuerzas de Defensa de Israel identificaron posiciones de Hezbolá junto a nuestra frontera norte. Nuestros invitados preguntaron apropiadamente adonde estaba la Fuerza Interina de la ONU en Líbano, y por qué no se estaba haciendo nada para impedir que los terroristas de Hezbolá violen descaradamente numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad.

Nuestra respuesta fue simple. La fuerza UNIFIL está allí, pero ellos no están cumpliendo su mandato en forma efectiva. La buena noticia es que cuando el mandato de UNIFIL llegue ante el Consejo de Seguridad más tarde este mes, hay medidas prácticas que pueden ser tomadas para asegurar que esta fuerza importante de la ONU tenga éxito y  sea evitado otro conflicto con Hezbolá.

UNIFIL fue establecida en 1978 con el objetivo de restaurar “la paz y seguridad internacionales” y ayudar al gobierno libanés a extender su autoridad sobre el sur de Líbano. La fuerza fue alterada en 1982 después la Primera Guerra de Líbano y nuevamente en el año 2000 cuando Israel completó su retirada de territorio libanés.

En Agosto del 2006, luego de la Segunda Guerra del Líbano y subsiguiente Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, el mandato de UNIFIL se expandió para incluir monitorear el cese del fuego. Lo más importante, se encargó a UNIFIL asegurar que el territorio al sur del Río Litani permaneciera libre de armas y combatientes aparte del ejército libanés.

Lamentablemente, estos esfuerzos han fracasado. Tan solo durante el año pasado, hemos compartido con el Consejo de Seguridad nueva información detallando cómo ciudades fronterizas se han vuelto bastiones de Hezbolá. Uno de cada tres edificios en el poblado de Shaqra está ahora siendo usado para almacenar armas o iniciar ataques contra Israel. También compartimos con el consejo información revelando como los iraníes usan aerolíneas civiles para contrabandear armas peligrosas al sur de Líbano. Cuando terminó la Segunda Guerra de Líbano, Hezbolá tenía alrededor de 7,000 cohetes. Hoy, ellos tienen más de 100,000.

Hezbola últimamente está aumentando sus esfuerzos por desestabilizar la región. En abril sus combatientes posaron para fotos con lanzadores de granadas propulsadas por cohetes durante una “gira” mediática a sus posiciones junto a la frontera de Israel. Las fuerzas de UNIFIL no hicieron nada para detener esta violación en vivo y televisada de las resoluciones del Consejo de Seguridad.

En junio, Israel informó a la ONU que Hezbolá ha establecido una serie de enclaves fronterizos bajo el disfraz de una organización agrícola llamada Verde Sin Fronteras. Nuestros servicios de inteligencia han determinado que estas posiciones son usadas regularmente para operaciones de reconocimiento contra Israel. En este caso también, UNIFIL insistió en hacer la vista gorda, afirmando que carecía de autoridad para investigar.

Para rectificar esta situación y evitar un nuevo conflicto, el Consejo de Seguridad debe hacer cambios reales al mandato de UNIFIL. Además de mejorar en general la actuación de UNIFIL, el consejo debe insistir en tres pasos vitales.

Primero, UNIFIL debe incrementar su presencia en el territorio. Esto incluye inspeccionar meticulosamente las ciudades y pueblos del sur de Líbano. Deben ser desmantelados bastiones de Hezbola como el de Shaqra, y otros poblados deben ser mantenidos libres de cohetes y armas dirigidos a centros de población israelíes.

Segundo, UNIFIL debe informar todas las violaciones de la Resolución 1701. El Consejo de Seguridad no debe oír de nosotros acerca de ellos, y definitivamente no de los medios de comunicación. Es vital que UNIFIL  informe sobre estas violaciones en tiempo real para asegurar que los miembros del consejo puedan tomar medidas apropiadas.

Tercero, las fuerzas de UNIFIL deben insistir en acceso ilimitado a todas las instalaciones sospechosas bajo su mandato. Como destacó hace poco un informe del Secretario General de ONU, UNIFIL es obstruida en forma regular en el sur de Líbano. No deben ser toleradas las excusas respecto a las actividades de organizaciones no gubernamentales u otros grupos fachada de Hezbolá.

Israel ha estado, y siempre estará, preparada para defender a sus ciudadanos. Al mismo tiempo, nadie quiere más que Israel que UNIFIL tenga éxito. Con Hamás rearmándose en Gaza y el Estado Islámico aumentando su fuerza junto a nuestra frontera con Siria, buscamos calma y estabilidad en nuestra frontera norte. Para lograr esto, el Consejo de Seguridad debe aumentar sus esfuerzos para asegurar que el mandato renovado de UNIFIL cumpla los objetivos esbozados más arriba. Fallar en hacerlo pondrá en cuestión la eficacia de esta fuerza de mantenimiento de paz de la ONU y pondrá en peligro las vidas de israelíes y libaneses inocentes.

Fuente: The Wall Street Journal – Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.