Enlace Judío México – La organización terrorista continúa funcionando y sirve de modelo a pesar de que su “planta de fabricación” en Irak y Siria está seriamente dañada y la posibilidad de que su líder haya sido asesinado.

ANAT HOCHBERG-MAROM

En las últimas semanas, los gobiernos occidentales y los medios internacionales se han apresurado a declarar el colapso del Estado Islámico. La derrota de ISIS en Mosul, y pronto en Raqqa, la capital de la organización, aunado a las derrotas de los últimos meses en las ciudades y provincias conquistadas en los últimos cuatro años, reflejan un importante colapso militar.

Sin embargo, la brecha entre la dimensión física y militar de ISIS frente a su contracción territorial y la dimensión operativa y percibida del grupo debido al mayor alcance de sus ataques terroristas en occidente y en Europa en particular, refleja una anomalía y una tendencia opuesta.

Cuanto más débil es la organización militarmente hablando y más recursos humanos y materiales pierde, mayor es su poder de inspirar e influir y más fuerte es la amenaza del terrorismo mundial. Por otra parte, la volatilidad y la propagación de la ideología extremista yihadista que defiende resaltan aún más ante su menor poder militar y su pérdida del control sobre Irak y Siria.

Las agencias de inteligencia occidentales expresan gran preocupación por esta continua tendencia de creciente terrorismo, sobre todo en Europa, debido a un significativo crecimiento de la amenaza y frecuencia de los ataques terroristas de ISIS y otros yihadistas.

Desde enero de 2014, se han registrado 150 atentados en 15 países, principalmente en Francia, Alemania, Gran Bretaña y Bélgica. La tendencia que comenzó con 15 incidentes al año ha crecido en los últimos tres años. En 2015, durante el apogeo del poder y el crecimiento de ISIS, se reportaron alrededor de 40 ataques terroristas. En 2016, se produjeron cerca de 60 atentados, y este año se han producido aproximadamente 50 ataques, principalmente en esos cuatro países. Tal aumento en la frecuencia de atentados yihadistas representa un desafío a la seguridad mundial hoy y probablemente en el futuro.

El colapso militar de ISIS y la contracción territorial no eliminan la única fuente de poder y fuerza: su ideología. La organización terrorista sigue funcionando y sirve de modelo a pesar de que su “planta de fabricación” en Irak y Siria está seriamente dañada y la probabilidad de que su líder Abu Bakr al-Baghdadi haya sido asesinado.

El cambio de estrategia de la organización se ha expresado en llamados a incrementar los atentados contra “blancos blandos” en Europa, es decir ataques con cuchillos, hachas y camiones, contra civiles, musulmanes y otros, durante eventos nacionales y fiestas religiosas, en plazas públicas y conciertos de rock, y en nuevos países como España y Finlandia. Todo esto ha sido posible a través del Internet, las redes sociales y un creciente uso de aplicaciones cifradas.

El número de ataques terroristas inspirados por ISIS está creciendo constantemente. No es necesario que su líder dé órdenes específicas; el estímulo, la tendencia general y la inspiración para llevar a cabo ataques terroristas son suficientes, y todo eso se puede hacer en línea. Como resultado, los atentados contra jóvenes, de entre 18 y 25 años de edad, han aumentado en un 25 por ciento. Del mismo modo, el porcentaje de mujeres en estos asaltos se ha incrementado el 17 por ciento. Desde 2016 y especialmente en Alemania, cada vez más inmigrantes y refugiados de Oriente Medio y África (15 por ciento) han estado involucrados en ataques terroristas.

Google es la nueva escuela de los terroristas y su campo de entrenamiento ideológico, así como el lugar donde se reúnen y comparten materiales, mensajes e ideas. La ideología yihadista también se ha convertido en una atracción para individuos y grupos que no necesariamente comienzan como islamistas, pero que están en dificultades y en busca de una respuesta. Irónicamente, ellos son fácilmente atraídos por esta cultura aparentemente vanguardista sin depender de ninguna organización específica como ISIS, y ciertamente no un líder como al-Baghdadi.

Muchas voces en occidente y los medios internacionales declaran la pérdida de poder de ISIS y piensan equivocadamente que la influencia de la yihad mundial en los asuntos internacionales ha disminuido. Pero están equivocados. La yihad mundial es una poderosa amenaza estratégica que permanecerá con nosotros muchos años.

La Dra. Anat Hochberg-Marom es investigadora y experta en terrorismo y la yihad mundial.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico