Enlace Judío México / Aranza Gleason

 Se acerca Rosh Hashaná y todos los artículos, revistas, discursos y comentarios que hablan del tema nos dicen que Rosh Hashaná es el día del juicio; que en este día D-os nos juzga y debemos prepararnos para ello. Sin embargo, yo me siento perdida. No sé qué es un juicio… ni mucho menos que implica que D-os nos juzgue. Trato una y otra vez de imaginármelo y no lo logro, ¿en base a qué nos juzga? Y para el caso ¿qué es justicia?, ¿existe? ¿Puede el hombre alcanzarla también o pertenece únicamente al reino de D-os? La verdad es que no sé, sin embargo, son preguntas que considero centrales para el desarrollo de cualquier sociedad, cualquier ética y cualquier ideología.

Sin un sistema de justicia adecuado no puede haber organización entre pares; sin leyes que determinen qué es lo de be hacerse frente a un conflicto, cómo se deben repararse los daños causados a un tercero y quién tiene el veredicto final sobre una sentencia, la paz no podría existir. Viviríamos en la anarquía, sin oportunidad, ni forma de hacer contratos y cumplir promesas. Al igual que la jungla, la ley del más fuerte reinaría.

Al mismo tiempo, ¿quién nos da el derecho de juzgar a los demás? ¿Cómo podemos nosotros definir que una persona merece determinada cosa o debe aquella otra? ¿Por qué podemos arrogantemente colocarnos por encima de otros seres humanos, exponer públicamente sus errores y juzgarlos, cuando nosotros mismos también somos carentes de perfección? ¿No es también un acto injusto en sí mismo? Finalmente, todos los sistemas de justicia que he conocido terminan corrompiéndose y siendo ellos mismos injustos, o eran corruptos desde su semilla; injustos en su propia definición de justicia. Lo cual me lleva a preguntarme nuevamente ¿qué es la justicia realmente? ¿existe en este mundo? y ¿cuál es la responsabilidad del hombre con respecto a ella?

Como no tengo las respuestas a estos problemas quise acercarme a lo que dice el judaísmo en este tema y encontré varias respuestas de compañeros, artículos y rabinos. Son un tanto dispares y desorganizadas, sin embargo, me ayudaron en mi búsqueda. Quisiera compartírselas:

Respuesta 1: Hay varios tipos de justicia

La justicia puede ser vista desde varias perspectivas: existe la justicia entre hombres, aquella donde los miembros de un grupo, ya sea ellos mismos o a través de representantes, juzgan las acciones de un tercero y deciden sobre su destino. Ésta, en sociedades modernas se lleva a cabo a través de juzgados y cortes, y en grupos poco civilizados a mano propia.

Ese tipo de justicia, llamada a veces “la administración de la justicia”, puede ser injusta en sí misma. Puede ser llevada a cabo por un mal juez que realice un fallo equivocado; puede basarse en normas injustas, o puede ofrecer un castigo excesivo. Cuando decimos que este tipo de justicia falla es porque creemos que existe una justicia superior, normas morales absolutas que no deben ser trasgredidas. Un tipo de justicia que está por arriba del hombre.

Aparte, existe la justicia individual, aquella que es completamente subjetiva y que depende de cada hombre. De esta justicia se desprenden los juicios individuales que hace la persona sobre sí mismo y la gente que lo rodea. En base a su concepción de lo que es justo o injusto será su comportamiento con respecto a los demás. Este tipo de justicia también trata de adecuarse a un ideal de justicia superior. La persona finalmente juzga constantemente si actúa correctamente o no en base a su percepción de un deber ser superior, un bien que lo rebasa.

Lo primero que aprendí al hacer mis preguntas es que en hebreo no hay una sola palabra para referirse a la justicia; hay varias y cada una de ellas tiene su significado particular, que muestra una cara distinta del actuar del hombre y su relación con D-os. Los tres conceptos y palabras medulares son: “Din,” “Tzedek” y “Mishpat”.

Respuesta 2: El mundo fue hecho con justicia y compasión

Din y Gessed

El Din es una de las características divinas con las que D-os hizo al mundo. Del Din se desprenden todas las leyes morales y físicas que no pueden ser alteradas. Es el deseo de D-os, la “justicia absoluta” por así llamarlo. Él pensó al mundo y a todos los seres con un orden y un objetivo perfecto, funcionando en armonía. Sin embargo, nos cuenta un midrash [ver aquí] que un mundo así, hecho únicamente con justicia, no puede mantenerse sólo. Porque es un mundo que no admite errores, se destruiría a sí mismo. Por lo cual, D-os tuvo que crearlo nuevamente, esta vez mezcló la bondad y la misericordia (el Gessed) con la justicia (el Din).

De tal forma que el mundo en que vivimos, el mundo del hombre, no es perfecto. En este mundo uno tiene libre albedrío, puede ir en contra de la voluntad de D-os y no necesariamente recibirá castigo. Las cosas que no van acorde a Su plan siguen sucediendo en este mundo. Sin embargo, eso no quiere decir que el mundo no se rija bajo el principio de justicia. Constantemente somos juzgados en este mundo y recibiremos un último juicio antes de entrar al mundo venidero; el mundo de D-os en donde Su voluntad es la que rige.

En esta concepción la voluntad del judío, que es aquel que busca a D-os, es traer el Din, la justicia, a este mundo. Ya que el Din representa Su voluntad. Para que esto sea posible uno debe como individuo comportarse con respecto a la justicia de D-os (el Din) ser una persona moralmente integra y correcta. Para alcanzar el Din, el estado de justicia absoluta, el hombre debe también explotar su máximo potencial; perfeccionar y usar todas las herramientas que D-os le dio para hacer su misión en este mundo. Fue creado con un objetivo único por su Creador y es responsabilidad del hombre buscar y cumplir con lo que Él espera de su persona. La tristeza, la soledad, el vacío interno que siente una persona cuando no está completa, es resultado del Din. D-os lo está juzgando por no explotar su potencial. Eso en cuanto al individuo y D-os.

En cuanto a la justicia en el terreno de los hombres en la Torá también se ordena crear juzgados y leyes, ya que para que la voluntad de D-os (el Din) baje nuevamente a la tierra no basta con que el individuo persiga la justicia por sí mismo, también debe haber una justicia que se acepte de forma social y sea instaurada como ley. En estos dos rangos se mueven el mundo del “tzedeck” y el “mishpat”. Ambos representan la justicia en este mundo.

Respuesta 3: Tzedeck y mishpat, la justicia en el reino del hombre.

“Mishpat” es la justicia que se lleva a cabo a través de cortes y jueces. Ésta debe ser completamente rígida e imparcial. Porque no debe estar en las manos del hombre. El juez únicamente puede juzgar en base a las leyes que D-os mismo instituyó, no puede él mismo instituir leyes nuevas, ni juzgar en base a preceptos que no sean los dados por D-os. Varias veces en la Torá se dice que la justicia no está en las manos del hombre sino en las manos de D-os.

Este tipo de justicia emana directamente del Din, porque la compasión no cabe en un juicio legal. La gran importancia de que sea de esta forma es que es la rigidez ante la ley es la única forma de hacerla imparcial. El juez no puede compadecerse de la edad, la pobreza o las emociones de la persona a la que juzga porque eso abre puerta a la imparcialidad y sería una salida injusta. Al igual que no puede aceptar sobornos, tener favoritismos ni aceptar juzgar a alguien a quien teme. Las emociones, completamente humanas no pueden interponerse con la ley divina. Ésta debe ser igual para todos e imparcial. Éste es el significado de “mishpat”.

Sin embargo, la misma Torá nos recuerda que esa no es la justicia que se debe de instaurar en este mundo. Este mundo fue hecho con bondad, nosotros en lo personal debemos juzgar con bondad. A la justicia que mezcla la rigurosidad con la compasión y la caridad se le llama “tzedeck”, esa justicia existe fuera de las cortes, es individual. Emana en el hombre cuando mezcla la característica divina del “Din” (ley rigurosa) y el “Gesed” (bondad).

La palabra “tzedaka” (caridad) es su forma femenina. Lo cual implica que la caridad también deriva de la justicia. “Tzadik” (sabio o justo) también deriva de ella, porque sólo es justo aquel que se compadece de sus iguales y decide ayudarlos. Sólo una persona que logra conjuntar dentro de sí las dos características con las cuales el mundo fue creado (“Din” justicia rigurosa “Gessed” compasión) cumple cabalmente la voluntad de D-os la razón por la que fue creado. Sólo una persona así trae justicia al mundo.

Es necesario remarcar que esta persona mantiene ambas cualidades en balance: no permite que el amor y la compasión entren a las cortes y se mezclen con la ley divina, ni es indulgente consigo mismo en referente a cómo debe comportarse. Al mismo tiempo, es compasivo con sus pares, fuera de las cortes, en su interior los juzga para bien; desea y actúa en su bienestar. Abraham, el máximo ejemplo de la “tzedaka”, un “tzadick” por excelencia lucha contra los cuatro reyes para instaurar el Din, la justicia, al mismo tiempo que reza a D-os por la salvación de Sodoma. Un gran ejemplo de justicia.

Glosario
Din: la característica divina de justicia. De ella emana la Creación, las leyes físicas y morales.
Tzedeck: justicia individual, guiada por la compasión
Mishpat: sistema legal, justicia rigurosa
Tzedacka:caridad
Gessed: característica divina de la bondad y la compasión