Enlace Judío México.- En entrevista con el Diario El Clarín, la escritora iraní Azar Nafisi, autora del best-seller Leer Lolita en Teherán, cuenta cómo fue la experiencia de leer libros prohibidos durante el régimen del Ayatola Khomeini y habla sobre la importancia de la lectura en la formación de sociedades democráticas.

“Creo que la literatura es naturalmente libre. En una mala obra de arte el autor es como un dictador, impone sus propias ideas a la historia o personajes. Un gran escritor solo es fiel a la verdad y para decirla tienes que ser libre. Por eso creo que siempre el primer signo de un gobierno que se transforma en dictadura es la censura a la libertad de expresión”, explica la autora.

Leer Lolita en Teherán es una historia autobiográfica escrita por una profesora de literatura inglesa de la Universidad de Teherán que actualmente reside en Estados Unidos. Ilusionada inicialmente por la Revolución, que anunciaba tiempos de libertad y apertura, Nafisi pronto se vio decepcionada por el giro islamista y autoritario del régimen bajo el Ayatola Jomeini, y en 1981 tuvo que abandonar sus clases en la Universidad por negarse a llevar velo.

“Antes de la revolución, las mujeres iraníes teníamos muchos derechos. En 1963, cuando se instituyó el voto femenino, el Ayatola Komeini estaba en contra. Cuando llegó al poder no pudo cambiarlo. Tuvo dos ministras en su gabinete, la de Educación superior y de Asuntos de la Mujer. Había gente que usaba el velo y otras que no. Era una cuestión de elección. Hasta que se hizo obligatorio. Ahora las chicas iraníes son rebeldes, lograron convertir el velo que, al principio fue un elemento de opresión, en uno de exotismo y erótico. En la época del Sha había libertades sociales lo que no había eran libertades políticas y por eso estábamos luchando. Durante el gobierno de Komeini no tuvimos ni libertades culturales, ni sociales ni políticas. Uno era un régimen autoritario y el actual es totalitario. En Irán no es una cuestión de religión, al Islam lo están usando como ideología. Lo que mucha gente no sabe es que hay gran cantidad de musulmanes que se oponen políticamente al régimen y que son encarcelados y condenados a muerte en este momento. El mundo sólo presta atención al régimen iraní y no a la gente que es víctima de éste,” dice.

Invitada por el Ministerio de Cultura de Argentina, recientemente visitó Buenos Aires para participar en un ciclo de conferencias para debatir sobre el futuro y hablar de la libertad en su país.

“Quería que supieran que la gente en todas partes es la misma. Que se enamora, le gusta la música, quiere tener una vida feliz y decente. Los jóvenes iraníes quieren lo mismo que los jóvenes argentinos. La diferencia es que cuando los adolescentes iraníes bailan o se toman las manos en público son castigados. Entonces tienen que luchar por sus derechos personales, por sus derechos humanos básicos. Quería que los jóvenes argentinos entiendan que la libertad no es gratis. Tienen que pelear por ella todos los días de la vida porque si no se la puede perder”.

Actualmente Nafisi está a cargo del Departamento de Diálogo cultural en la Universidad Hopkins de Estados Unidos y comenta sobre la posibilidad de entablar un diálogo sincero con Irán.

“Yo no creo en los gobiernos. Ni siquiera en los progresistas. No soy la clase de persona que piensa que todo gobierno es malo, los necesitamos, pero el verdadero intercambio cultural viene de la gente y Trump no puede hacer nada contra eso. En Irán cuando el gobierno censuraba las artes buscábamos conectarnos con el mundo exterior a través de los libros o de la música. Los jóvenes norteamericanos deberían hacer lo mismo con respecto a Irán, por todo esto escribí Leer Lolita en Teherán”.

 

 

 

Con información de: cciu.org.uy