Enlace Judío México.- ¿Quién es Avigdor “Yvette” Lieberman, el Ministro de Defensa de Israel?

*EDGARDO KRAWIECKI PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

En marzo del 2016, cuando era diputado, Lieberman estuvo junto al soldado Elor Azaria –acusado de haber liquidado a sangre fría a un terrorista palestino en Hebrón que ya había sido neutralizado- apoyándole en el proceso judicial: “De lo que he visto, puedo decir que la demanda contra Azaria se ha roto en pedazos. No entiendo de las circunstancias de las que hablan, cómo es posible acusar a un soldado cuando está claro que terminará siendo declarado inocente”, sostuvo Lieberman desde el propio tribunal, enfrentándose entonces con su antecesor Bogui Iaalón y la cúpula del Ejército, que condenaban la acción del soldado.

Por aquellos tiempos, pocas semanas antes de ser el ministro de Defensa él mismo, en lugar de Bogui, afirmó: “No apoyo en absoluto al ministro de Defensa”. Lo convirtió a Bogui en una especie de trapo de piso, para ocupar luego su lugar en el Gabinete de Gobierno.

Cuando fue nombrado ministro de Defensa el 30 de mayo del año pasado, en sus primeras declaraciones ante el presidente Rivlin y los jueces del Supremo, dijo exactamente lo contrario que decía dos meses antes, casi con aires de estadista.

También, pocos días antes de asumir en Defensa dijo en una entrevista que si él fuera el ministro le daría al señor Ismael Hanía –líder político de Hamás en Gaza- 48 horas para que devolviera los cuerpos de los soldados israelíes que Hamás tiene en Gaza o que si no le mataría. Esto fue reproducido por toda la prensa local.

Hoy 13 de octubre del 2017, han pasado 500 días exactos desde que Lieberman ha asumido en Defensa, y no ha vuelto a hablar ni de Hanía ni de todo lo que dijo que haría con Hamás. Ismael Hanía todavía está vivo y en todas las fotos del actual intento de gobierno de unidad palestina junto a Al Fatah, de Abu Mazen.

En aquellos días anteriores a su asunción en Defensa, Lieberman decía que Israel debería derrocar al gobierno de Hamás en Gaza. Y también pedía pena de muerte para los terroristas. De todo ello ha dejado de hablar al día siguiente, cuando asumió como ministro de Defensa.

Dijo tantas cosas que quedaron boyando en el aire que ya ni se las puede contar. Que proponía darles a los palestinos la zona de Wadi Ara y el triángulo donde están ciudades árabe-israelíes como Umm El Fajem a cambio de que la mayoría de los asentamientos quedaran bajo soberanía israelí.

También, dijo que “sin lealtad no hay nacionalidad”, para privar a los refugiados políticos residentes en Israel de cobertura legal.

Dijo además que no habría “ninguna disculpa a Turquía” por lo de la flotilla del Mármara en el 2010 e Israel terminó disculpándose y hasta acordando indemnizaciones para las familias de los fallecidos en aquél incidente. Y todo ello, cuando Lieberman ya era ministro de Defensa.

Muchos proponen dejar de escuchar lo que Lieberman dice. Porque lo que dijo ayer se contradice con lo que expresa hoy. Pero es el ministro de Defensa de Israel. “Dime lo que dices y te diré quién eres”.

Como ministro de Defensa comenzó a hablar de una nueva política hacia los palestinos que él mismo denomino del “palo y la zanahoria” para medirse con la ola de terrorismo y para crear posibilidades de diálogo con los palestinos. Lieberman habla de dividir la Margen Occidental en zonas frías y calientes. Las calientes serían las zonas de donde salen atentados, y allí proponía realizar castigos colectivos, hacer imposible el tránsito de vehículos palestinos y negar permisos de trabajo. Así como lo esbozó, dejó de hablar del asunto.

Durante este 2017, sentado en su sillón de ministro de Defensa, ni se le escucho volver a hablar de estos asuntos. No hace falta pensar demasiado. Hablar abiertamente de castigos colectivos contradice la Ley Internacional, aunque Lieberman no haya reparado en ello hasta que se lo comentaran.

Lieberman habla de crear vías de comunicación con los palestinos por encima de Abu Mazen, a través del coordinador israelí de actividades en los territorios ocupados. Lieberman apuntaba a hablar con economistas y personalidades de la cultura palestinos. Claro, como este gobierno de Lieberman, Miri Reguev, Bennett y Netanyahu no puede hablar siquiera con los artistas israelíes –a quienes suele atacar infantilmente y ponerlos en contra de la ministra de Cultura, que ni siquiera fue invitada recientemente a los premios Ofir, que galardona a las mejores películas israelíes – Lieberman hace como que busca hablar con los palestinos, sin dirigirles la palabra. Increíble, pero real. De la boca de Lieberman, para afuera.

Casos de corrupción: ¿El pez por la boca muere?

Al menos en el caso de Lieberman, llama poderosamente la atención que diga una cosa ante las cámaras y luego haga exactamente lo contrario.

Pero vayamos más para atrás todavía, antes de que se sacara fotos subido a un F-35 y antes de que comparara al acuerdo con Irán con los acuerdos de Hitler de Múnich en el 38.

En setiembre del año 2001, Lieberman fue condenado por atacar a un adolescente de 14 años que se había peleado con su hijo. Por golpear a un menor de edad tuvo que indemnizar al niño con 10 mil shekels y pagar una multa de otros 7.500.

También, en el 2001, temiendo que le hubieran pinchado los teléfonos y porque sabía que sospechaban que estaba intentando fraguar la ley de financiación de partidos en tiempos de elecciones, Lieberman se fue a “trabajar” al despacho de otro diputado, Mijael Nudelman, para“despistar”. Allí “olvidó” muchos documentos que le comprometían.

Pero en el año 2005 -cuando discutieron y se pelearon- Nudelman llevó estos documentos olvidados en sus cajones al Contralor del Estado. Entre otras pequeñeces, había descripciones de empresas fantasma utilizadas por Lieberman para transferir dinero a distintas compañías en Chipre.

Una de ellas estaba anotada a nombre del chofer de Lieberman, Igor Schneider. Otra, a nombre de uno de sus mejores amigos, Iosef Shuldiner. Todo ello, mientras Lieberman era diputado y ministro de Infraestructuras Nacionales a la vez.

Mientras tanto, sus amigos millonarios Martin Shlaff, Robert Novikovsky y Mijail Chernoy fueron transfiriendo a estas empresas fantasma millones de dólares.

En una entrevista televisada, la abogada de la fiscalía Avía Alef sostuvo que era sorprendente como Lieberman siempre lograba llegar a los testigos clave antes de que las pruebas en su contra llegaran a los que investigaban los casos en los que estaba involucrado. E incluso el propio Lieberman se ufanaba de ello.

Cuando el asesor letrado del Gobierno decidió cerrar estos casos de corrupción por caducidad, entre otras cosas explicó por ejemplo que Iosef Shuldiner falleció apenas antes de haber podido prestar testimonio ante el tribunal. Que un testigo de Moldavia, vinculado a la causa de M.L.1 murió en el 2008 antes de comparecer ante los tribunales y tras haber sido investigado. Y otro testigo clave de Rusia, que pudo haber esclarecido toda la trama de la ruta del dinero de Lieberman con su testimonio, desapareció. Nunca le pudieron encontrar nada concreto. Por lo tanto, ni siquiera pudo ser interrogado al respecto. A todo ello, terminaron llamándole “falta de pruebas”.

Como no podía poner su nombre, cuando su hija Mijal tenía 21 años en julio del 2004, la nombró directora de una empresa de “asesoramiento comercial” llamada M.L.1 que tenía dos direcciones; el domicilio del propio Avigdor Lieberman en el asentamiento Nokdim donde reside y el de “la alfombra mágica”, la compañía de su buen amigo Iaron Miler. ML1 –su hija, Mijal- recibió 7 millones de shekels en tres años, de los cuales el entonces diputado Avigdor Lieberman recibió en mano solamente 600 mil.

La hija recibía dinero de los amigos del padre, poniendo su sello de goma. Y todo lo demás era una pantalla.

En el 2010, la policía le investigó porque habría recibido del embajador en Bielorrusia Zeev Ben Arie información concerniente a sus procesos judiciales. Terminó siendo condenado en el 2012 a 4 meses de trabajos sociales. Apeló, y en el 2013 fue sobreseído de todo cargo y culpa.

Lieberman usa la muletilla de que él es un “hombre de palabra”. Pero no ha perdido la ocasión de decir una cosa, y hacer todo lo contrario.

 

 

*La trayectoria profesional de Edgardo Krawiecki es cosa de respetarse. Desde hace años se dedica al análisis político de actualidad de la sociedad/política israelí, Argentina /América Latina, generalmente sobre temas de actualidad. También hace análisis político de la región para aquellos que desean tener una imagen más pormenorizada de la que se lee en los periódicos, o necesitan estar más al tanto de los acontecimientos en Medio Oriente. Lo que también incluye muchas veces asesoramiento estratégico a partidos políticos y entidades privadas.

En el pasado colaboró en Argentina en el diario Perfil, la revista Humor, El Periodista de Buenos Aires, el matutino La Prensa (secciones Deportes y espectáculos), Clarín, Página 12, la Revista El Porteño, Radio Mitre, FM Palermo y Radio Splendid. Ha realizado varias coberturas de eventos especiales como elecciones o viajes de presidentes al Medio Oriente.

Durante más de una década ha sido así mismo, el corresponsal de la emisora alemana Deutsche Welle para sus transmisiones en idioma español. En España ha sido el corresponsal de la revista El Món (Barcelona) y ha colaborado en distintos medios con artículos como free-lance, como en el diario danés Ekstra Bladet.

En Israel, fue el corresponsal del diario Jadashot hasta noviembre del 93, cuando se cerró. Para ellos, realizó la cobertura del atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992.

Actualmente, es el Director de noticias de eretzradio.com y el conductor del programa “Cambalache”.

Edgardo Krawiecki es graduado en Ciencias Políticas y RR.II. de la Universidad Hebrea de Jerusalén.