Enlace Judío México – La perashá (porción de Torá) de esta semana es Lej Leja, en ella se narra el pacto que hizo Abraham con D-os y varios años de matrimonio que tuvo con Sara. Uno de los pasajes más importantes para el judaísmo, que ha marcado durante milenios su descendencia es el momento en que D-os le pide a Abraham circuncidarse para establecer un pacto con Él. Ese fragmento se encuentra en la perashá de esta semana y es clave para entender la filosofía judía de la vida y el pueblo judío. En el siguiente artículo, Rab. Osher Chaim Levene nos explica la relación que tiene la circuncisión con el pacto que hizo Abraham y la importancia de esta práctica para el judaísmo. Esperemos les guste.

Osher Chaim Levene. Brit Milá, una marca que nos distingue.

A la edad de noventa y nueve años, D-os le ordenó a Abraham establecer un pacto eterno entre Él y su descendencia, circuncidándose el mismo y ese momento en adelante cada niño judío en el octavo día. Sólo tras el resultado de esta operación Abraham y Sara pudieron engendrar a su hijo y heredero: Isaac.

¿Cómo la mitzvá de circuncision contiene en sí misma el concepto del brit, del pacto eterno que se forja entre un Creador y una nación? ¿Y por qué este mandamiento, por encima de todos los demás es testimonio de la relación eterna que tienen los descendientes de Abraham con D-os?

El primer judío dispuesto a vivir y morir por su creencia en D-os, Abraham fue escogido para convertirse el padre de una fracción de la humanidad, del pueblo elegido, cuya existencia se iba a dedicar exclusivamente a ejecutar la voluntad del Todopoderoso y convertirse en una luz para las naciones.

En un universo donde la oscuridad opaca la luz divina, el objetivo de Abraham al expandir el monoteísmo era reducir la brecha entre el hombre y D-os. Como patriarca del pueblo judío, se propuso destruir todas las barreras que distanciaban al hombre de su Creador. Esta misión fue inmortalizada a través de la marca que fue puesta en el cuerpo judío. El prepucio que cubre el órgano masculino representa el impedimento y encubrimiento espiritual dentro de este mundo.

El brit milá combate el “bloqueo” espiritual; sólo a través de su eliminación el hombre es capaz de tener un mayor acercamiento con D-os. Esta mitzvá se compara con los sacrificios que se ofrecían a D-os anteriormente, la palabra “corbán” (sacrificio) proviene de la raíz “corov” (acercarse). Si llevamos esta comparación un paso más adelante, rabí Bachaya compara la sangre de expiación que se vertía sobre el altar con la sangre que sale de la herida del brit. Y justo como una ofrenda animal podía ser llevada únicamente cuando este tenía ocho días, de manera similar el niño es circuncidado en el octavo día.

Milá (circuncisión) es el pacto (brit) más profundo, el pacto entre D-os y el hombre, donde cada una de las partes se vierte sobre la otra. La tenacidad para realizar los mandatos divinos se volvió parte de su psique nacional. El amor mutuo que se tienen puede superar cualquier obstáculo u obstrucción. De la misma forma, la imposibilidad de circuncidar – es decir, la imposibilidad de identificarse con la misión de la nación resulta en lo opuesto a la cercanía: carat, que el alma de la persona sea cortado de su fuente.

La diferencia “espiritual” entre un judío y un gentil, explica el Sefer HaJinuj, se manifiesta únicamente en el brit mila que queda como marca física sobre el cuerpo de un judío. Ello explica por qué esta mitzvá es el testimonio de la afinidad que tiene D-os por Abraham y mantiene con Isaac.

Situado en el órgano de reproducción y sellado tras el nacimiento del niño, el brit milá se mantiene como un legado nacional judío que debe ser trasmitido de generación en generación. Finalmente es la definición de todo el impulso hacia la vida. Llega hasta el corazón de la existencia judía en este mundo – completamente comprometido y dedicado en cuerpo y alma a su Creador y Su Torá.

Fuente: torah.org