La sinagoga histórica de Justo Sierra abrió sus puertas al público para  una conferencia sobre el ritual en el proceso de enterrar a los difuntos en la religión judía, impartida por Sammy Goldzweig,  presidente de la Jebrá Kadisha.

Diego Bolaños para Enlace Judío México- En el judaísmo, el cuidado del cadáver, la preparación del sepelio, y el entierro en sí, son tareas religiosas de carácter sagrado. En toda comunidad judía, generalmente, se organiza una “jevrá kadishá”, o sociedad sagrada, compuesta por miembros piadosos de la comunidad.

La jebrá se responsabiliza de que un médico certifique la defunción y de que una persona permanezca con el cuerpo hasta que se le de sepultura. Sus miembros son los que llevan a cabo la limpieza del cuerpo y su preparación para el entierro. También se encargan de dar las indicaciones para la debida realización de las plegarias y del ritual relacionado con los deudos- de tal manera que los afligidos no tengan que preocuparse por ningún detalle hasta después del entierro.

La muerte juega un papel muy importante dentro de la religión judía, ya que conduce al máximo estado de confort para el alma. El cuerpo es algo prestado por D-os para poder realizar actos de purificación la vida terrenal.

En esta conferencia, Goldzweig señaló paso a paso cada una de las costumbres que la comunidad realiza para el entierro de sus muertos, el significado específico de cada procedimiento, así como la vestimenta utilizada y la manera de preparar el cuerpo.

El presidente de la Jebrá Kadishá mencionó que esta labor, que lleva más de 30 años ejerciendo, es la máxima mitzvá que un ser humano puede realizar, ya que el difunto no puede agradecer ni entregar recompensa alguno por dicho favor. Los integrantes no pueden negarse a un llamado, “así se esté casando su hija”; él jamás ha negado un “servicio”, a menos que surjan problemas de salud.

Vestido para el último viaje

Acerca de cómo se deben de vestir los difuntos para su viaje último, Goldzweig describió las prendas con sumo detalle. Toda la vestimenta debe de ir perfectamente limpia, sin mancha alguna, y  ser de un material completamente biodegradable para que, al tiempo de la descomposición del cadáver, la misma desaparezca. Por lo regular, este proceso dura 7 años.

Se usa una camisa 100% de lino y se pone encima del cuerpo. Se toman los extremos de las mangas y se le colocan al cuerpo.

Debido a que no tiene ningún tipo de sujetación, se toman los extremos de tela superiores de la camisa y se hace una jareta para unirlos. Esto es la primera parte para envolver el cuerpo.

Luego con la segunda tela se hace otra jareta para envolver la zona inferior del cuerpo.

Después la tercera prenda es un “saco”. Tiene que ser blanco porque significa pureza.

Posteriormente se amarra una cinta en cada una de las piernas, a la altura de la espinilla. Otra cinta se amarra alrededor de la cintura. Esta cinta divide las partes nobles de la zona del corazón y la cabeza.

Cuando queda ajustada, se forma con un nudo la letra shin (ש) del hebreo, que es la letra inicial de Shadai, uno de los nombres de D-os.

En la cabeza se coloca una especie de gorra blanca, que debe de ser nueva y limpia. Y finalmente se pone un talit que rodea la cabeza y cuyos extremos caen a cada lado del pecho.