Enlace Judío México – El traslado de las manifestaciones contra la corrupción de una pequeña plaza en Petah Tikva a una de las calles principales de Tel Aviv refleja mucho más que una nueva ubicación en el mapa. Lo que comenzó como una protesta de dos personas se está convirtiendo en una manifestación masiva contra la corrupción del gobierno.

NAHUM BARNEA

Las masas se reunieron en Tel Aviv el sábado por la noche. No llegaron en autobuses, sino a pie. No vinieron en nombre de las organizaciones de izquierda, sino en su propio nombre. Marcharon hacia el Bulevar Rothschild en una línea que crecía hasta desbordarse en la calle Allenby y bloquearla.

No sé cuánta gente había ahí, pero hay dos cosas que puedo afirmar: primero, estaba muy concurrido en el centro de la protesta, al igual que en las manifestaciones de derecha en la Plaza Sión de Jerusalén; segundo, se han realizado bastantes mítines a través de los años en las afueras del histórico edificio del Museo de Tel Aviv, incluido el estallido de alegría después de que David Ben-Gurión anunciara el establecimiento del Estado de Israel en ese mismo lugar. Esa fue, probablemente, una de las mayores manifestaciones, si no la más grande de todas.

Lo que comenzó como una protesta de dos personas, Meni Naftali y Eldad Yaniv, se está convirtiendo en una protesta masiva. Aún no ha alcanzado las dimensiones de la protesta social de 2011 que comenzó en el Bulevar Rothschild, pero esas manifestaciones tampoco atrajeron a cientos de miles de personas en sus inicios.

Los manifestantes del sábado por la noche fueron realizadas por hijos de veteranos, por el Israel organizado, gente de clase media y alta. Apenas había representantes de otros sectores: residentes de la periferia, judíos religiosos, árabes, israelíes de clase baja. Se puede ver a una multitud similar en los mítines anuales en la Plaza Rabin, con una diferencia: en los mítines de Rabin hay personas mayores y adolescentes, miembros de movimientos juveniles. La protesta del sábado por la noche también contó con la presencia de la generación intermedia.

Las consignas fueron tomadas de las protestas de los sábados en Petah Tikva y de la carpa de protesta del verano de 2011. Entonces, la gente exigió justicia social; ahora, está demandando justicia legal.

No creo que la gente, en otras palabras, la mayoría de los ciudadanos de Israel, exija justicia legal. Aún no. Los movimientos de protesta, sin embargo, nunca esperaron órdenes del pueblo. Siguieron avanzando, esperando unirse a las masas más adelante. Todos los movimientos de protesta hablaron falsamente en nombre del pueblo en sus inicios.

Sin embargo, el primer ministro Benjamín Netanyahu tiene un problema. A estas alturas, no tiene una respuesta convincente al reclamo “Mushjatim Nimastem” (estamos hastiados de los corruptos). Él sabe que el disgusto no se detiene en el Bulevar Rothschild. Las medidas que está tomando para frustrar sus investigaciones también están causando incomodidad entre sus propios seguidores.

“¡Ni izquierda, ni derecha, sino derecho!”, Escribió uno de los manifestantes en un cartel que preparó en casa. “Ética”, los manifestantes cantaban al ritmo. Estos son cantos que no pueden eliminarse fácilmente argumentando que este es sólo un plan negro de la izquierda. No son manipulaciones, sino hechos.

La corrupción no fue inventada por Netanyahu. La corrupción ha existido en Israel antes de que asumiera el mandato, y habrá corrupción incluso después de que deje su cargo. Él no es el primer mandatario con una montaña de sospechas que se acumulan a su alrededor, pero sí es el primero que está tratando de cambiar las reglas del juego, el primero que dice: dejaré de seguir la reglas. Su abuso del poder es mucho peor que las razones por las que está siendo interrogado.

El lunes, se esperaba que la Knesset se reuniera para uno de los días más vergonzosos de su historia, pero eso fue postergado por el diputado David Bitan (Likud). Cuando ese voto se realice, seguramente se aprobará el proyecto de ley para silenciar las investigaciones. Los miembros de la coalición votarán en contra de su conciencia, en contra del mejor interés del Estado, en contra de los valores que predican. El sábado por la noche, los manifestantes dijeron: Esto no está de acuerdo con nuestras normas. Ellos lograron reducir parte de la deshonra.

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