Enlace Judío México – Más de 10.000 personas protestaron en todo Israel el sábado por la noche contra la corrupción en el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu. Miles de personas marcharon en el bulevar Rothschild de Tel Aviv, y cientos se reunieron en Haifa, Afula y Rosh Pina en el norte.

Por primera vez, israelíes de derecha, entre ellos votantes del partido Likud de Netanyahu, protestaron en la Plaza Sión de Jerusalén.

Yoaz Hendel ex asesor de prensa de Netanyahu y organizador de la manifestación en Jerusalén dijo:”Hoy estoy aquí no en contra de Netanyahu, sino a favor del Estado de Israel. Estoy aquí porque así es como crecí en el sector religioso sionista, con una mezcla de Jabotinsky y el rabino Kook. Estoy aquí porque no podemos vivir con ‘divide y vencerás’. No podemos vivir mientras mi liderazgo no vea el valor de dar un ejemplo personal y caminar con humildad”.

“No hay contradicción entre apoyar la empresa de asentamientos y apoyar la moral”, destacó Hendel.

El ex ministro de defensa Moshe Ya’alon instó a la unidad: “Cuando luchamos en batallas, sufrimos heridos y perdimos a soldados y familiares, no nos cuestionamos si somos de derecha, o de izquierda o de dónde venimos. Nuestros enemigos tampoco preguntaron”.

“Esta unidad es necesaria no sólo en las FDI y no sólo en la guerra, pero desafortunadamente intereses políticos a corto plazo generaron división. El liderazgo necesita unirse y no dividirse”, continuó Ya’alon.

“¿Por qué los políticos convierten el tema de la moralidad en una cuestión de izquierda y derecha? Debemos exigir a nuestros líderes que den el ejemplo. En mi experiencia, dar el ejemplo es una condición necesaria para establecer confianza. Cuando esta confianza se tambalee, la seguridad del Estado también se verá afectada”, advirtió.

Ya’alon agregó que lo que más le quita el sueño en la noche no es la amenaza nuclear iraní, sino más bien “la corrupción que está erosionando a la sociedad, perjudicando la igualdad de oportunidades a expensas de nuestra salud. La corrupción da a los ciudadanos la sensación de que se está cometiendo una injusticia. Este es un peligro mayor que las amenazas de Irán, Hezbolá, Hamas o ISIS”.

Mientras tanto, el diputado Aryeh Eldad, ex presidente de Otzma LeIsrael afirmó que “ningún hombre honesto puede estar de acuerdo con un gobierno corrupto. Netanyahu está tratando de convencernos de que si él cae, la izquierda subirá al poder y yo comparto este temor. Si el campamento nacional elige un candidato confiable, no hay ninguna razón para que el intercambio de gobierno conduzca al ascenso de la izquierda “.

Avi Binyamin, activista social y uno de los organizadores de las protestas de Tel Aviv, elogió la manifestación en Jerusalén. “La victoria esta semana es mucho más grande porque la derecha moral se dio cuenta de que debe unirse a nosotros y luchar contra la corrupción y los corruptos”, dijo.

“Hace un año, fuera de la casa de Mandelblit en Petah Tivka, éramos sólo unos cuantos. Hoy, estamos aquí y en otras 16 localidades, más decididos que nunca”, agregó Binyamin. “Los guardianes, la Knéset y la oposición nos han defraudado”.

Unas 300 personas se reunieron en Haifa para protestar, incluidas personas mayores, padres con hijos, judíos religiosos y árabes israelíes, corearon consignas como: “Bibi corrupto, te veremos en la corte” y “Mandelblit, nunca personaremos ni olvidaremos el encubrimiento”.

“Esta lucha no es sólo contra la corrupción, sino que pretende apoyar un tipo diferente de cultura para servir a la democracia”, dijo Motti Ashkenazi, quien encabezó una protesta contra el gobierno tras la Guerra de Yom Kippur de 1973.

“No se trata de que el primer ministro sea corrupto, sino de que la conducta de Netanyahu corrompe a otros”, agregó.

Ashkenazi señaló en relación a la crisis de amoníaco en la bahía de Haifa que el primer ministro “permite poner en peligro las vidas de los residentes de Haifa, sólo para aumentar las ganancias de los hermanos de Trump (que son dueños de Haifa Chemicals). No es sólo corrupción, sino una terrible falta de respeto a vidas humanas”.

El partido Likud acusó a la izquierda el sábado por la noche de incitar al asesinato del primer ministro Benjamín Netanyahu después de que un manifestante en fue visto en la protesta de Tel Aviv con una guillotina de cartón.

“La guillotina esta noche en el bulevar Rothschild es una incitación al asesinato del primer ministro Netanyahu, así como los llamamientos despectivos contra el sionismo. La protesta de la izquierda en Rothschild ha cruzado todas las líneas rojas”, escribió el Likud en un mensaje de Twitter.

Amit Brin, el manifestante que hizo la guillotina rechazó las acusaciones de incitación y acusó al partido de desviar la atención del propósito de la protesta.

“Me opongo a cualquier tipo de violencia. Nunca he utilizado la violencia en toda mi vida, y no tengo la intención de hacerlo en el futuro. Así es como educo a mis hijos, y pido a cualquiera que interprete algo que dije o hice como un llamado a la violencia que no lo haga”, subrayó.

“La guillotina es una imagen que sirve como un recordatorio histórico de una victoria civil sobre régimen corrupto que ha roto su confianza “.

“No pertenezco a ninguna organización o movimiento político. No financio ni soy un votante registrado de ningún partido, y no participo en ninguna actividad política organizada que no sea asistir de forma independiente a manifestaciones callejeras para ejercer mi derecho a protestar”, escribió.

Por su parte, el presidente Reuven Rivlin dijo que el uso de la guillotina en la manifestación es una “incitación clara, que cruza las líneas de la libertad de expresión y la protesta”.

El ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, hizo eco de las declaraciones de Rivlin y subrayó que “el derecho a protestar no es el derecho a incitar”, y que la exhibición de guillotina “cruza una línea roja”.

“Debemos dejar que las autoridades policiales trabajen en paz, sin presiones políticas, sin deslegitimación de los guardianes y sin incitación en las calles”, agregó Kahlon.

El ministro de Agricultura, Uri Ariel, pidió abrir una investigación policial contra Brin. “El hecho de que los organizadores no condenen esto de la manera más clara es grave por sí mismo”, puntualizó.

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