Enlace Judío México.- La fiesta de Jánuca simboliza también los retos a los que se enfrentan los judíos portugueses para preservar sus tradiciones y la pureza de sus ritos, considera Ruben Obadia.

CARLA ROCHA

La Comunidad Judía de Lisboa señaló el miércoles, día 13, de manera pública, la fiesta de Jánuca, o festival de las luces, en un acto público en el Parque Eduardo VII.

Durante la ceremonia, abierta a todos, se enciende la segunda luz de la janukiá, el candelabro de nueve brazos que se convirtió en uno de los símbolos de la resistencia de los judíos a la asimilación.

La fecha se remonta a la época en que Jerusalén estaba ocupada por fuerzas selúcidas, de cultura helénica, que habían profanado el templo y prohibido el culto judío, imponiendo a los judíos que hicieran sacrificios a Zeus. Los judíos se rebelaron y expulsaron a los ocupantes. El templo fue nuevamente purificado pero cuando se buscó aceite puro para mantener encendida la menorá que debía arder toda la noche, todas las noches, sólo se encontró aceite suficiente para mantener las velas encendidas una sola noche. Por milagro, sin embargo, el aceite acabaría por llegar a mantener las velas encendidas durante ocho noches, hasta que llegó más.

Es como tener sólo el 10% de la batería en el teléfono, pero funciona durante ocho días“, explica Ruben Obadia, responsable de la comunicación de CIL.

En el calendario judío, Jánuca no es de las fiestas más importantes, pero a lo largo de las últimas décadas se ha beneficiado del hecho de celebrarse siempre cerca de la Navidad cristiana, explica Ruben Obadia. “No es realmente una de las festividades más importantes del calendario judío, existen otras como Yom Kipur (Día del Perdón), Rosh Hashaná (Año Nuevo) y Pesaj [pascua], éstas son las festividades principales. Esta termina siendo icónica, por celebrarse en el mismo mes de Navidad y de alguna manera en el mundo occidental se ha divulgado bastante, pero casi como respuesta a la Navidad, porque hasta principios del siglo pasado no tenía este simbolismo tan grande“.

Siendo Jánuca una celebración que marca la lucha de los judíos contra la asimilación cultural, tiene un significado particular para una comunidad como la portuguesa, explica Ruben Obadia. “En Portugal somos una comunidad muy, muy, muy pequeña y hay gran dificultad en mantener la herencia y preservar estas tradiciones. En particular referente a la comida, es muy difícil llegar a comer alimentos kosher, no hay un restaurante en Lisboa, vivir en comunidad, tener una escuela judía, casarse dentro de su propia comunidad … Es muy complicado“, reconoce.

A pesar de las dificultades, sin embargo, el pasado llena los judíos portugueses de esperanza. “Es una lucha, pero los judíos ya han sobrevivido a desafíos mucho más grandes que éste y no es ahora que vivimos en libertad que vamos a dejar que algo de eso nos suceda“.

El pueblo judío siempre ha sabido responder a estos desafíos, así que estoy seguro de que la comunidad en Portugal seguirá floreciendo, porque Portugal ofrece condiciones fantásticas, no sólo a nivel de seguridad, sino a nivel de la tolerancia“, concluye.

Fuente: SAPO Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico